Publicado el miércoles, 06.27.12
Mariela Castro roba la vida pública
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
No son muchos los cubanos que se atreven a llamarse a sí mismos 
"disidentes", hacer llamados públicos a más libertad en la isla, 
gobernada por un régimen comunista, o declarar que votarían por el 
presidente Barack Obama si pudieran.
Pero es eso exactamente lo que Mariela Castro, la hija del gobernante 
cubano Raúl Castro y de espíritu notoriamente libre, hizo y dijo durante 
su reciente visita a Estados Unidos, suscitando nuevas especulaciones 
sobre su posible papel en el futuro de Cuba.
La mayoría de los analistas de Cuba rechazan conjeturas de que Raúl 
Castro esté preparando a su hija para una posición de poder, aunque 
están de acuerdo en que ella ha sido un miembro inusualmente franco del 
clan de los Castro en años recientes.
Los hijos de perfil más público del ex gobernante cubano Fidel Castro, 
Fidel Castro Díaz-Balart y Antonio Castro Soto del Valle, muy pocas 
veces hacen comentarios políticos. "Fidelito" es un científico nuclear y 
Antonio es cirujano y médico del equipo nacional de béisbol de Cuba.
Y los dos miembros más poderosos de la familia del propio Raúl Castro 
son los menos públicos: su hijo Alejandro, quien sirve como asesor de 
seguridad nacional, y su yerno Luis Alberto Rodríguez López Callejas, 
quien controla los negocios multimillonarios de las fuerzas armadas.
Por contraste, Mariela Castro, de 50 años, ha sido considerada por mucho 
tiempo una mujer rebelde que actuó semidesnuda en una producción teatral 
a finales de la década de 1980 y estaba a favor de las reformas del ex 
líder soviético Mijail Gorbachov, conocidas como perestroika y glasnost.
Ahora directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), ella 
está casada con un ciudadano italiano, Paolo Titolo, con quien tiene dos 
hijos. Se dice además que ella tuvo un hijo con un compañero anterior.
Hasta la operación de emergencia de Fidel Castro en el verano del 2006, 
ella estaba relativamente alejada de la vida pública. Los archivos de El 
Nuevo Herald la mencionan una docena de veces de 1981 a mediados del 
2006 como sexóloga e hija del entonces ministro de Defensa Raúl Castro.
Pero luego de que su padre sucediera a su tío, ella se convirtió en uno 
de los pocos miembros de la familia que comentaba ocasionalmente sobre 
la salud de Fidel, considerada secreto de estado. Los archivos de El 
Nuevo mencionan su nombre unas 125 veces después de la operación de 
Fidel, en su mayor parte en relación con su activismo por los derechos 
de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT).
Mariela Castro ha hecho también declaraciones en relación con temas 
políticos, sin embargo, y en el 2007 escribió un email criticando el 
miedo provocado por la reaparición en la televisión cubana de tres 
notorios ejecutores de la dura censura contra los artistas a principios 
de la década de 1970.
Y el año pasado ella llamó a una revisión histórica de los campos de 
trabajos forzados conocidos como la UMAP, los cuales fueron usados en 
los años '60 para detener a homosexuales y críticos del gobierno. Ella 
criticó los campamentos como un abuso contra los gays, pero negó que 
hubiera habido trabajos forzados.
De modo que no sorprendió mucho a la mayoría de los observadores de Cuba 
que hablara sobre varios temas clave de Cuba y EEUU durante sus 
comparecencias del mes pasado en San Francisco, la Biblioteca Pública de 
Nueva York y una entrevista de CNN.
Mariela llamó a hacer un canje de los cinco espías cubanos condenados en 
Miami por el subcontratista del gobierno estadounidense Alan P. Gross, 
encarcelado en La Habana, y declaró que el sistema electoral cubano, que 
solamente permite un partido, podría ser más democrático.
Además, Mariela Castro se calificó a sí misma de "disidente" — porque 
ella disiente del "poder hegemónico global" — y describió a Obama como 
"un hombre justo" por el que ella votaría si pudiera.
En una entrada de su blog la semana pasada, ella restó importancia a sus 
comentarios hechos en EEUU, diciendo que "inevitablemente, los medios me 
hacen preguntas políticas sobre la realidad de la isla, como si ser la 
hija del presidente fuese un cargo público".
"Aunque siempre respondo lo que pienso, me niego a aceptar una 
responsabilidad adicional a las que ya tengo como directora del CENESEX, 
como ciudadana cubana y como activista de la sociedad civil", señaló.
Rea Carey, directora ejecutiva del Equipo de Trabajo Nacional de Gays y 
Lesbianas (National Gay & Lesbian Task Force), quien compartió el podio 
con Castro en la Biblioteca Pública de Nueva York, dijo que la 
pretensión de Mariela Castro de ser una "disidente" le había parecido 
particularmente interesante.
"Yo pensé, ese es el privilegio de ser la hija del presidente", dijo Carey.
http://www.elnuevoherald.com/2012/06/27/v-fullstory/1238473/mariela-castro-roba-la-vida-publica.html
 
 
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