arivera@el-nacional.com
Venezuela "exporta" médicos cubanos
Profesionales de la salud de la misión Barrio Adentro han abandonado el
país para irse a Estados Unidos, que los acoge bajo una ley especial. En
los últimos cuatro años, la organización Solidaridad sin Fronteras ha
ayudado a salir del territorio nacional a 350 de ellos
De La Habana a Cumaná. Elio, un gastroenterólogo cubano de 31 años de
edad, llegó en 2008 a trabajar en un centro de salud de la capital del
estado Sucre.
Así recuerda, vía telefónica, su paso por Barrio Adentro: "Vivíamos 15
en la misma casa. Estábamos hacinados y la misión no tenía cómo
garantizarnos mejores condiciones de vida. Después fue que pudimos
comprarnos una nevera y un aire acondicionado. Familias vecinas, amigos
y pacientes nos ayudaron mucho", recuerda.
Ahora está en Miami y es uno de 1.574 médicos de la isla que han
recibido visa bajo el programa Parole para Profesionales Médicos Cubanos
(CMPP, por sus siglas en inglés), instaurado en Estados Unidos en 2006.
La cifra actualizada al 16 de diciembre de 2010 fue registrada por el
Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos. Las visas al
personal médico de la isla fueron expedidas por consulados
norteamericanos en 65 países y benefician también a la familia del
solicitante, que puede ser obligada a permanecer en Cuba por al menos
cinco años, como sanción por la deserción de uno de sus miembros.
El diario The Wall Street Journal, que el pasado mes de enero publicó
una investigación sobre el tema, precisó que la mayoría de las
deserciones se produjeron en Venezuela, donde 824 médicos buscaron
acogerse al programa. Otras 300 provenían de Colombia y Curazao, donde
Cuba no despliega misiones internacionales, pero que son de fácil acceso
desde territorio venezolano. Bolivia, República Dominicana, Ecuador,
Guatemala, Brasil, Namibia y Perú seguían en la lista.
Miami a la vista. En septiembre de 2010, después de haber pasado
vacaciones en la isla, Elio volvió a Venezuela con la idea de escapar
instalada en la cabeza. "Con un sueldo mínimo indica era difícil
mantenerse en Venezuela y ahorrar para mejorar las condiciones de mi
familia en La Habana".
Así que reunió su acta de nacimiento, pasaporte, título profesional y
planillas de solicitud. Armó sus carpetas para dirigirse a la Embajada
de Estados Unidos en Caracas y solicitar acogida en el CMPP.
Otros 10 amigos ya habían huido y le indicaron los pasos que debía
seguir. Tomó un autobús en Cumaná con destino a Puerto La Cruz y luego
otro a Caracas. "A la embajada tienes que llegar con expediente que
acredite que eres miembro de la misión cubana en Venezuela, llevaba
hasta fotos mías en el hospital de Cumaná. Hay funcionarios que se
encargan de ese programa directamente. Me dijeron que debía esperar de
tres a seis meses para que me dieran la visa". Pero en siete días la
tuvo en sus manos.
"Recogí mis cosas y me fui. Nadie imaginó que yo iba a dar ese paso,
porque tenía la carga de las consultas en el hospital". Recuerda que sus
jefes en la misión lo llamaron hasta el cansancio y que les envió un
mensaje de texto, cuando ya iba rumbo al estado Táchira para pasar a
Colombia: "No me busquen más porque estoy fuera".
En mayo de 2010, el diario colombiano El Tiempo reveló que al menos
2.000 médicos cubanos en misión en Venezuela habían pasado la frontera
hacia el vecino país para huir principalmente a Estados Unidos.
Barrio Afuera. A Elio le recomendaron que recurriera a la gente de
Solidaridad sin Fronteras, una organización de médicos cubanos exiliados
en Miami, para facilitarse la salida del país. "Me dijeron que saliera
por Colombia porque en los aeropuertos de Venezuela habían agarrado a
varios cubanos y no los habían dejado salir". Los amigos que ya habían
desertado le indicaron dónde quedarse y desde allí viajó a Miami.
"¿Las consecuencias? Que mi dinero ahorrado en moneda convertible, el
que me gané con el trabajo en la misión, no va a ser entregado a mi
familia porque se hacía efectivo cuando regresabas a la isla. Adoro a
Venezuela y me habría quedado allí, pero cómo iba a salir de un lugar
para entrar en otro en el que iba a vivir lo mismo", dice.
Julio César Alfonso, director de Solidaridad sin Fronteras, calcula que
han asistido a cerca de 600 profesionales, de los que al menos 350
provienen de Venezuela. Les siguen en proporción los que huyen desde
Bolivia, donde los cubanos participan en programas sociales similares.
"Semanalmente nos contactan por correo electrónico entre 3 y 5 médicos
interesados en conocer cómo pueden pedir la visa de Estados Unidos desde
Venezuela. A través de nuestra página web los orientamos y una vez en
Miami los asistimos psicológica y financieramente", señala vía telefónica.
Afirma que cuentan con voluntarios en varias ciudades venezolanas y
colombianas, que hospedan y brindan apoyo a los médicos cuando abandonan
sus puestos de trabajo. "Tienen que escaparse del control de la misión y
refugiarse mientras les dan la visa. Puede demorar entre 45 días y 3
meses, pero generalmente sale rápido, en 30 días".
La organización creó el programa Barrio Afuera, en clara alusión a la
misión bandera del gobierno de Hugo Chávez. A través de éste, indica su
página web, adelantan acciones humanitarias para "proteger a los médicos
que, una vez que renuncian a trabajar bajo las condiciones que les
impone el Gobierno de La Habana, son perseguidos ferozmente por la
policía política castrista, convirtiéndose así en refugiados según la
definición que de esta palabra hace el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas". Definen las condiciones de trabajo en Venezuela como una
"semiesclavitud".
Sobre este punto, desde febrero de 2010 cursa en el Tribunal Federal de
Miami una demanda contra los Estados de Cuba y Venezuela y contra la
compañía Pdvsa, presentada por los médicos Julio César Lubian, Ileana
Mastrapa, Miguel Majfud, María del Carmen Milanés, Frank Vargas, John
Doe y Julio César Diéguez, junto con el enfermero Osmani Rebeaux. Ellos
denunciaron una presunta conspiración para obligarles a trabajar en
condiciones de "esclavos modernos", como pago por la deuda cubana con el
Estado venezolano por suministro de petróleo.
"El Gobierno de Venezuela persigue, intimida, captura y hace regresar a
Cuba a médicos y otros profesionales de la salud que se niegan a
realizar trabajos forzados o que intenten obtener su libertad para salir
del país", aseguraron los profesionales en el texto de la demanda.
Trama corrupta. La deserción de los médicos cubanos ha sido caldo de
cultivo para la corrupción en Venezuela. Por eso, asegura Alfonso,
recomiendan cruzar a Colombia después de tener la visa norteamericana.
"Ha habido irregularidades en el aeropuerto de Maiquetía; funcionarios
de inmigración venezolanos les piden dinero, les retienen los documentos
y el pasaporte", dice. Elio agrega que conoce casos de médicos que, al
ser retenidos en el aeropuerto, han pagado con sus laptops y aparatos
electrónicos para pasar el puesto de inmigración.
El 7 de enero de 2010, el diario El Nuevo Herald reveló la historia de
siete de estos profesionales que aseguraron que habían pagado 5.200
dólares en sobornos a personal venezolano y oficiales de seguridad de
Cuba, que trabajan como funcionarios de inmigración en el aeropuerto de
Maiquetía, para que sus pasaportes fueran sellados y se les permitiera
abordar un vuelo a Miami.
"Reunimos el dinero entre los siete colegas que habíamos sido detenidos,
y así pudimos viajar", contó Jesús Peralta, médico general de 26 años de
edad, al rotativo.
Al día siguiente de publicar estos casos, el Gobierno de Cuba aprobó una
resolución que impide a los médicos que han desertado revalidar sus
títulos para poder ejercer en otros países. La medida señala que la isla
no les dará los documentos necesarios para hacer el trámite y que sólo
se procesará la solicitud de quienes "tengan la liberación laboral para
emigrar, de tipo definitiva e indefinida, que emite el ministro de Salud
Pública".
Sin embargo, el número de desertores sigue creciendo: la liberación para
algunos se logra cuando un avión los lleva hasta Miami.
No hay comentarios:
Publicar un comentario