4 de agosto de 2012

Voy bien, Machado?

Raúl Castro

¿Voy bien, Machado?

A propósito del discurso de Raúl Castro el 26 de julio de 2012

Rebeca Montero, La Habana | 04/08/2012 12:12 pm

El General Presidente nunca ha sido muy ducho en oratoria e intenta
salvar sus carencias remedando a su más dotado hermano. En su alocución,
el 26 de julio pasado, trató de establecer un diálogo con "el pueblo" y
con Machado, como hace medio siglo lo hiciera Fidel Castro con el pueblo
—sin comillas— y con Camilo. Hay diferencias sustanciales entre los
invitados al acto —quienes no son pueblo— y entre Machado y Camilo. Pero
es que, octogenarios ya, no pueden salir de la fórmula probada aunque se
carezca de espontaneidad y de dóciles palomitas.

Pena y hondo dolor causan los bajos salarios que los trabajadores, los
profesionales y los jubilados devengan en la Isla y suma indignación
provoca que el General lo admita impúdicamente y añada que "así estamos
todos". Ni por asomo se puede comparar el nivel de vida de la élite
gobernante con el de los cubanos de a pie. Por si se olvida, Cuba era
autosuficiente en la producción alimentaria básica y solo importaba lo
que no podía cultivar a causa de su clima. En 1959, no solo había "un
himno, un escudo y una bandera" (por cierto, la del anexionista Narciso
López), sino una de las más boyantes economías de América Latina.

Al llegar los "barbudos de Fidel" no se acabó "el relajo", se acabó la
eficacia, la organización, las instituciones que equilibran los poderes,
los derechos individuales y también, como dijera Carlos Puebla, "la
diversión", porque no hay pueblo más triste que el oprimido.

Hay un temor profundo, casi pánico, en la cúpula dirigente ante las
indignaciones populares y las "primaveras". En su discurso, Raúl Castro
ataca a los embriones de la lucha por la democracia endilgándoles el
sambenito de "grupúsculos", lo cual es desconcertante porque si son
grupúsculos son pequeños, y si son pequeños no habría que temer nada.
Pero las ideas de los grupúsculos son compartidas por una mayoría a la
que sí temen, si esta se organiza o si explota airada por pura angustia.
Entonces, el General se solidariza con Gadafi y con El Assad, como antes
con Stalin, a quien llamó, devotamente, "georgiano genial".

Ya que existe la necesidad enfermiza de unanimidad tampoco se puede
creer que las discusiones en el Consejo de Estado sean "a calzón
quitado" [1]. ¿Quién, con un átomo de prudencia, se atrevería a
contradecir? Podría suceder que lo acusaran de querer saborear "las
mieles del poder". En otros países, por contraste, las discusiones
parlamentarias se televisan y los periódicos dan cobertura a las polémicas.

Algo que es absolutamente incomprensible es la repetición de que están
dispuestos a discutir con EEEUU en "igualdad de condiciones". ¿Cuál
igualdad de condiciones? Presiento un diálogo absurdo como "yo violo
derechos humanos, pero tú también". "Respeta mis violaciones, mis
represiones, mi injerencia en otros países, mi vinculación con
dictadores y yo respeto las tuyas".

El disparate mayor ocurrió cuando el General Presidente dijo que la
democracia y los derechos humanos son "todos esos cuentos que han
inventado en los últimos años". La ignorancia abruma y hasta pena ajena
da: el Bill of Rights data de 1689; la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, de 1789; la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, de 1948, aprobada en Asamblea General de las Naciones
Unidas, en París, con la República de Cuba como uno de los primeros
países signatarios. Curiosamente, solo se abstuvieron la URSS, los
países del Este, Arabia Saudita y Sudáfrica, que eran los "violadores
villanos" de la época.

Fidel Castro y sus adláteres firman los pactos que les pongan a mano y
ni los cumplen ni los ratifican. Así es la arrogancia de los hombres sin
honor y sin vergüenza que nos gobiernan.

[1] Mexicanismo que significa literalmente "sin ropa interior" y,
figurativamente, "sin tapujos, crudamente". Es título, además, de una
novela de chismes sobre el poder, escrita por Irma Serrano, "La
Tigresa", vedette y ex amante del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/voy-bien-machado-279017

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