¿Por carambola?
Jueves, 16 de Agosto de 2012 04:51
Escrito por Juan Gonzalez Febles
Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) De vez en vez y cada cierto
tiempo, alguien desde la distancia se nos vuelve políticamente genial.
Entonces, le llega el momento de sentar cátedra.
En estas circunstancias, los unos corren a prestar sus servicios al
gobierno militar para que les dejen regresar y para participar en las
performances que se organizan últimamente. Otros, más abyectos aún, se
prestan a servir sin el más elemental pudor a la dictadura militar en
los momentos en que esta se muestra más impresentable.
He leído estupefacto el trabajo publicado en cubaencuentro.com que firma
desde Miami Miguel Fernández Díaz. Digo estupefacto porque la tesis que
defiende el autor echa por tierra las muy bien fundadas sospechas sobre
el carácter intencional de la muerte del líder católico Oswaldo Payá
Sardiñas. Es una ofrenda de servicio al régimen militar desde el título
hasta su coda final o conclusión: "Payá y la crisis de su oposición".
No sé de nadie en Cuba -fuera del muy pequeño círculo familiar o del
entorno de sus más allegados-, que a esta altura respalden a Payá o a su
Proyecto Varela dentro de Cuba. De hecho, pocos Cuba adentro conocen más
de cinco activistas del Movimiento Cristiano Liberación (MCL). Este
movimiento se convirtió y es en la actualidad, una exitosa transnacional
de la oposición al régimen cubano fuera de Cuba. Esto es cierto, pero de
ahí a condonar lo que podría haber sido una operación especial del
régimen que podría haber concluido en asesinato, ya es demasiado.
Nos dice Fernández Díaz: "La bandería disidente, que no acertó antes en
cómo oponerse a Castro, tampoco sabe ahora cómo desaparecer".
¿Por qué tendría que desaparecer eso que el Sr. Fernández Díaz llama
"bandería disidente?" ¿A quien tendría o debía dejar su espacio la
llamada "bandería disidente"?
Lo cierto es que no es en Cuba o dentro de Cuba donde se discute o no
sobre el Proyecto Varela. Tampoco me parece éticamente correcto que el
señor Fernández, desde una cómoda distancia, elucubre sobre lo que deben
hacer o no quienes están a pie de obra.
Por otra parte, sólidas argumentaciones que Fernández expone,
ciertamente nos dicen una verdad de Perogrullo sobre la inviabilidad
actual del Proyecto Varela. Al menos en Cuba, hace bastante tiempo que
se demostró como inviable. Lo que se trata es que no parece ser
exactamente el Proyecto Varela el factor desencadenante del "accidente"
en que perdieron la vida Oswaldo Payá y su ayudante Harold Cepero. Hay
algo más, existen otras variables que merecen ser consideradas.
Al momento del accidente, Oswaldo Payá se encontraba en la zona oriental
de la isla porque trataba de crear la base en Cuba -que hoy no existe-
para el Movimiento Cristiano Liberación. Aunque no se trataba de crear
una célula terrorista o una asamblea de violentos, ya que los métodos
tradicionales de la disidencia o "bandería disidente", como prefiere
llamarla Fernández, son en lo general pacíficos y en lo particular, es
decir, lo que atañe tanto al finado Payá como a su organización,
también. Esto pareció ser demasiado para la intolerancia supina del
régimen militar.
De haber logrado el señor Payá la creación de una organización
abarcadora de disidentes y opositores en la zona oriental de la isla, el
MCL se habría convertido en la fuerza opositora más formidable dentro de
Cuba. Los cuantiosos recursos económicos y el poder mediático centrados
en el señor Payá y su organización, le habrían potenciado como un
candidato a considerar para dialogar desde la posición de contrapartida
válida con el régimen militar. Entonces, si se tiene en cuenta que el
régimen militar se empeña en no permitir manifestaciones pacíficas, en
invalidar los espacios ciudadanos de disensión, si este régimen se niega
a negociar con cubanos dentro de Cuba y si existe algo más que dudas
razonables sobre las motivaciones para eliminar a Laura Pollán, entre
otras ausencias muy sensibles, ¿cómo es posible que el señor Fernández
descarte a priori la posibilidad?
Luego de las muertes misteriosas de algunos disidentes, Laura Pollán,
Juan Wilfredo Soto, Wilmer Villar, etc., existe un patrón bajo el cual
exigir al régimen militar una investigación imparcial e independiente de
la muerte del líder católico Oswaldo Payá. ¿Cómo es posible que el señor
Fernández pase por alto este hecho?
No se trata exactamente de cólera o reflexión, es mera y simple
justicia. Para demandarla no hay que ser simpatizante del señor Oswaldo
Payá: yo nunca lo fui. Se trata de ser incompatible con los asesinatos o
con los asesinos, cuando se tiene la duda fundada de estar en presencia
de uno o de ambos.
Por otra parte, el Proyecto Varela, más allá de sus aspectos positivos
-los tuvo- le sirvió a Fidel Castro para montar su tinglado del
"socialismo eterno e irreversible". Y que conste, esto lo digo sin
cólera, casi como una decepción y nada más. Prefiero la esgrima y me
siento mejor en la polémica con los defensores desembozados de la
dictadura militar de Granma, Cubadebate o Le Monde Diplomatique, que con
quedaditos que lo hacen como si nada y hasta por carambola.
Para Cuba actualidad: juan.gonzlezfebles1@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/4927-ipor-carambola-.html
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