Así actúa un padre
[16-08-2012]
Arnaldo Ramos Lauzurique
Economista, Ex Preso de Conciencia del Grupo de los 75
(www.miscelaneasdecuba.net).- Eliyanes Sánchez Rojas ha tenido que
recurrir a las autoridades policiales durante casi 3 años -desde el 23
de diciembre de 2010 hasta el 28 de julio de 2012- en más de seis
oportunidades para denunciar los actos de violencia de su padre, juan
Carlos Sánchez Pérez contra ella y su vivienda, sin que hayan detenido
estas acciones.
Su madre, Teresa Ivonne Rojas Acosta fue a vivir desde los 12 años,
junto con su hermana, al usufructo gratuito de su abuelo, en la calle
Figueroa No. 112 interior, entre Luis Estévez y Estrada Palma, en Santos
Suárez, municipio 10 de Octubre, La Habana.
Desde 1988, Teresa Ivonne estuvo casada con Juan Carlos Sánchez Pérez y
tuvieron dos hijas: Eliyanes y Holiday. En 1994 se separaron por
desavenencias y legalmente se divorciaron en el año 2000.
En 1988 Teresa Ivonne coordinó con los vecinos del lugar, para con sus
propios medios fabricar un cuarto, razón por la cual pudo comprar
algunos materiales y otros le fueron facilitados por su centro de
trabajo, con lo que construyó una vivienda de 47,03 metros cuadrados,
con sala, comedor, cocina, dos dormitorios y un baño.
Estas acciones constructivas, sufragadas mayormente por Teresa Ivonne,
culminaron en 2004 y aunque trató de legalizarlas en varias
oportunidades, no fue posible, debido a que las instalaciones de agua
potable no estaban realizadas correctamente.
Luego del divorcio, Juan Carlos ayudó a su otra hija, Holiday, a que
construyera otra pequeña vivienda al lado del apartamento edificado por
su madre.
En mayo de 2010, después de salir de prisión por una pena que no culminó
por enfermedad, aunque tiene que presentarse mensualmente a las
autoridades, Juan Carlos aprovechando que Eliyanes no se encontraba,
rompió la pared que separaba ambos locales y le retiró el servicio del
gas y electricidad, además de cerrarle la entrada, alegando que él es el
único propietario de todo lo construido y que Teresa Ivonne, ni Eliyanes
gozan de derecho alguno.
Tanto la madre como la hija, se han dirigido a las instancias
correspondientes sin resultado alguno. Juan Carlos se ha apoderado de la
vivienda y no le permite el acceso a Eliyanes, que tiene dos hijos
pequeños, y para colmo las autoridades policiales no han actuado para
impedir sus desmanes, que han llegado hasta las agresiones físicas, en
lo cual también ha participado el marido de su hermana, Delvis Pineda Ramos.
La Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, después del último ataque,
se entrevistó con el Segundo Jefe de la Unidad de Policía de Aguilera y
éste alegó que no podían actuar porque era un problema familiar y de la
Vivienda (refiriéndose al organismo), pero que no obstante iban a hacer
trabajo profiláctico, el que consistió en llamar a la presencia de un
instructor policial al padre y a la hija y amenazarlos con una multa.
Las dos, madre e hija, se encuentran actualmente desamparadas, sin poder
acceder a su casa, ni a las pertenecías que tienen en ella, de las
cuales no saben el destino que han tomado; y la única respuesta de la
policía es la posibilidad de multar al infractor.
Una persona que está en libertad supervisada actúa impunemente,
maltratando y golpeando, para colmo a su propia hija y vulnerando sus
derechos, sin que las autoridades le pongan coto.
Este es uno de los tantos conflictos en la sociedad civil, producido por
la falta de viviendas, las leyes arbitrarias, las decisiones tomadas a
cualquier nivel y la corrupción. Pero, desgraciadamente el final puede
ser que ella obtenga una vivienda de madera en el cementerio y él vuelva
entonces a residir en cualquier prisión.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36794
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