Martes, Enero 10, 2012 | Por Miguel Iturria Savón
LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -Mientras los almanaques de
China proclaman el 2012 como Año Lunar, cuyo centro festivo es el
dragón, los noticieros de Cuba reportaron el domingo 8 de enero imágenes
de la Caravana de la Libertad del lejano 1959.
Como si no hubiera pasado medio siglo, locutores y camarógrafos se
esforzaron por sincronizar la euforia del pasado con los ancianos y
mujeres que en algunos puntos de la carretera central se nuclearon en
torno a las pipas de maltas y refrescos para evocar el suceso.
El lamentable espectáculo habla de la moral en fuga de aquellos
protagonistas envilecidos tras el poder. La racional lucidez de traficar
con la miseria para atraer a cientos de personas a los lugares por donde
pasó el Comandante en Jefe, ya es un ritual que apenas engaña.
Esto sucede porque en Cuba los medios masivos de comunicación siguen
aferrados al pasado, el pasado como fuente de legitimidad y espejo
premonitorio del poder. Si algo queda de esa entelequia revolucionaria
son los protagonistas del núcleo duro de aquel proceso que torció su
rumbo en los brazos de la fenecida Unión Soviética.
Media centuria después Cuba es el laboratorio crepuscular de América
Latina. Tal vez por eso los jóvenes sueñan con emigrar hacia el norte,
mientras la prensa oficial sigue echándole mano a los símbolos del
pasado y los ancianos del Consejo de Estado hacen negocios con
millonarios extranjeros y preparan a sus vástagos para que asuman el
relevo, como los Kim en Corea del Norte.
Si uno de esos turistas que retratan las ruinas de La Habana preguntara
por los logros de aquella revolución, habría que decirle unos chistes
alegóricos al infierno o manejar estadísticas lamentables. Veamos algunas.
En enero de 1959 existían en Cuba 14 prisiones y tres mil
prisioneros. Medio siglo después la cifra asciende a más de 200
reclusorios y ochenta mil presos.
El ganado vacuno descendió de seis millones de cabeza a solo un millón.
Éramos el primer país de América Latina en medios de comunicación;
ahora estamos por debajo de Haití y El Salvador en acceso a Internet.
Cuba era un país abierto al mundo, pero los cubanos eran dueños del
70 por ciento de los medios de producción, nacionalizados y convertidos
en propiedad del estado a partir de entonces.
La isla exportaba diversos rublos alimenticios; ahora compra el 70
% de lo que consume.
En la década del 50 solo setenta mil cubanos emigraron a los
Estados Unidos. Del 2001 al 2010, 168 mil nativos se naturalizaron y 315
mil establecieron su residencia legal en esa nación, mientras que 35 mil
intentaron cruzar el estrecho de La Florida.
Como nadie huye de la libertad se induce que las expectativas generadas
por aquella Caravana libertaria acabaron en frustración. ¿Por qué
celebran entonces el suceso nuestros mandarines? ¿Será una forma de
premiar a los viejitos desdentados que hacen colas para comprar malta y
refresco el 8 de enero de cada año?
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