escrito por Teresa Sosa
domingo, 28 de agosto de 2011
Cuba, con 35 por ciento -según datos oficiales- de sus 11.200.000
habitantes, negros o mestizos, vive en estos tiempos un intenso debate
sobre la realidad racial actual del país; de la persistencia durante
siglos y de nuevas manifestaciones del racismo, pese a leyes y políticas
del gobierno cubano que buscan su eliminación, que hasta ahora no han
trascendido el esquema formal jurídico. Es decir, permanecen en el papel
escrito. Entre los más afectados: las mujeres
Para Esteban Morales, economista, politólogo e investigador del Centro
de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, el tema racial ha
resultado ser el más soslayado e ignorado de la realidad social cubana.
"Nada lo ha superado en cuanto a una actitud prejuiciosa para su
tratamiento", alerta, quien cuyas investigaciones y numerosos artículos
y ensayos lo hacen voz autorizada en este asunto. Para el autor de
'Desafíos de la problemática racial en Cuba', se trata de un tema que
debe ser estudiado y discutido sin medias tintas.
Según este investigador, en Cuba se puede hablar hoy de un racismo de
estereotipos raciales, de discriminación racial, no como simples lastres
históricos, sino como un fenómeno que la sociedad cubana, en su
imperfección actual, es capaz de reproducir. Pero el racismo cubano, en
la actualidad, no se parece al de Estados Unidos ni al que existe en
otras partes de este hemisferio, aclara.
Falló la revolución cubana...
Prosigue, Morales señalando, que al triunfo de la Revolución, la
política social no hizo diferencias. Todos los pobres fueron tratados
por igual, no hubo distinciones por el color de la piel, lo que debió
haberse hecho porque esa es, en Cuba, una fuerte variable de
diferenciación social. Las consecuencias de esa situación no se pueden
eliminar en 50 años de Revolución. Tales puntos de partida, de los
diferentes grupos raciales que componen la población cubana, se hacen
sentir hasta hoy, a juicio del investigador.
También señala Morales, que dentro del proceso revolucionario, se
cometieron errores. El primero fue no diferenciar por el color de la
piel, dentro de la política socia cubana. Se partió de atacar la pobreza
y de que esta última era igual para todos los grupos raciales que
componen la sociedad cubana. Por lo que, aunque todos los pobres
elevaron su nivel y, entre ellos, los negros llegaron a tener una
posición mucho más favorable, cuando llegó la crisis económica del
llamado período especial se dieron cuenta de que esos puntos de partida
actuaban.
Silencio y represión ante el tema
Nos dice Morales, que durante el propio año 1962, después de que Fidel
había criticado fuertemente el racismo, especialmente en marzo de 1959,
habiéndolo declarado como una lacra social que debía ser solucionada, se
dio como un problema resuelto. Se quería evitar que el componente de
división, subyacente en el problema racial, se pusiese de manifiesto, en
medio de una situación en la que se consideraba que los cubanos debíamos
estar muy unidos para enfrentar los serios problemas de la
contrarrevolución.
Hubo en Cuba entonces, un largo período de silencio -dice- que se
justificaba por algunos criterios relativos al mantenimiento de la
unidad, Por tanto, en medio de las fuertes presiones sociales del
momento, a quienes hablaban de esos temas se les acusaba de racistas y
divisionistas, lo que generó un ambiente social y político represivo.
Si aún en los días que corren hay quienes reaccionan mal ante el tema y
se asombran tanto de que se diga que en Cuba hay racismo y
discriminación racial, imaginemos cómo sería en medio de los años
sesenta y setenta, cuando realmente las preocupaciones eran
fundamentalmente otras, cuando no se quería hablar de algo que algunos
pensaban como resuelto y que se consideraba nos dividía, con una idea
predominante para entonces de que el asunto racial no se hacía sentir de
manera suficiente. Aun hoy, la dificultad mayor con que tropezamos es
hacer comprender a muchos que el problema existe y que debe ser atacado
fuertemente, dice el investigador Morales.
En Cuba la "belleza" no es atributo para negras
La periodista cubana Miriam Herrera, señala, que a pesar de que el
gobierno cubano dice que en el país no hay discriminación ni
marginalidad social, bastaría con recorrer las calles, visitar los
barrios pobres, indagar en las prisiones para darse cuenta de la
marginación de la raza negra en la nación.
Es triste -dice Míriam Herrera- muy triste que en pleno siglo XXI, los
negros mantenemos un estatus negativo en Cuba, seamos los más olvidados,
los más discriminados, los que peor comemos, la gente que peor vestimos;
agrega que la población cubana negra, porque sus familiares no se
exilian en otros países, es la que menos remesas de apoyo en dinero
proveniente del exterior (Estados Unidos, Europa). Los negros en Cuba
son los que peor colocados estamos en la escala social, enfatiza.
Y en el caso de la mujer negra, la discriminación es doble: como mujer y
por ser negra. Recalca la periodista, que la mujer cubana está diseñada
por un marco machista entronizado y que el gobierno revolucionario ha
rectificado. Herrera, dice, que el emblema de la Federación de Mujeres
Cubanas, fundada hace más de 50 años, casi de inmediato después del
triunfo de la revolución, por Vilma Espín, comandante guerrillera en la
Sierra Maestra, ya fallecida, y quien fuera la esposa de Raúl Castro,
representa a una mujer con un bebé en sus brazos y al hombre con un
fusil, lo que para esta periodista cubana resulta contradictorio.
La mujer negra no está al frente de cargos importantes, sostiene
Herrera. La mujer cubana negra no es considerada una mujer "bella" en lo
estético en ningún medio. No hay presentadoras negras en la televisión
cubana. No hay en Cuba la cosmética que necesita la mujer negra. Y
enfatiza, diciendo: "Es como si no existiéramos". En Cuba lo que hay que
hacer es que la gente de afuera venga y vea cómo está el racismo hoy en
Cuba. Las mejores casas son habitadas por blancos, los mejores trabajos
son ocupados por blancos; por ejemplo, la mayor parte de los cargos en
el aeropuerto son ocupados por blancos. En donde si la mujer negra
cubana logra mayor participación es en el campo; sobre esto dice Miriam
Herrera: "Las mujeres negras somos fuertes físicamente, y el trabajo
agrícola requiere de mujeres negras para tareas que de por si requieren
obreras dotadas de resistencia física", terminó diciendo.
¿Temor al sacudón?
En la alta jerarquía del gobierno cubano, mayoritariamente blanca,
existe en la actualidad la preocupación de que los cambios económicos
que ha comenzado a emprender en la isla el presidente Raúl Castro,
puedan significar un desempleo masivo de la población negra, de
repercusiones no previstas o inesperadas para el partido y el gobierno..
El presidente del Parlamento de Cuba, Ricardo Alarcón, ocupó
centimetraje importante en las webs de las agencias de noticias en
Internet, cuando llamó este miércoles 24 de agosto a "erradicar
completamente" los prejuicios raciales que persisten en la isla y
adelantó que el tema será abordado en una conferencia del Partido
Comunista en enero.
Alarcón abogó por "avanzar mucho más en la batalla por la igualdad,
contra el racismo y la discriminación", y adelantó que el tema de la
representatividad de los negros y mestizos en las estructuras de poder
en la isla "estará muy presente en la conferencia nacional" que el
Partido Comunista Cubano celebrará en enero próximo.
El presidente Raúl Castro "ha hablado de la importancia de cambiar
mentalidades", "ha sido muy claro y transparente" y "no descansará hasta
que, en cuanto al negro y la mujer, sea realidad el ejercicio pleno de
la igualdad de derechos", dijo Alarcón.
Destacó que "eso significa trabajar mucho en educar a la gente y al
mismo tiempo vigilar para que en la política de cuadros (relevo) se
promueva efectiva y racionalmente a mujeres y negros preferentemente
jóvenes".
El caballo de la historia cabalga sin cesar en Cuba
Se pudo constatar que la gente que más sufría el impacto de la recesión
durante el período especial eran precisamente los negros y mestizos y
que, entre la gente que no había logrado forjarse un proyecto de vida,
era el negro el que había quedado en más desventajosas condiciones para
lograrlo. Y que eso, es lo que se pone de manifiesto en Cuba ahora.
(Esteban Morales)
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