01 de agosto de 2011 • 08:11 PM
Cuba flexibilizará los trámites para que los cubanos puedan viajar con
mayor facilidad al extranjero y así poner fin a medidas que se
extendieron "innecesariamente" durante décadas, dijo el lunes el
presidente Raúl Castro al clausurar una sesión del Parlamento.
Actualmente los cubanos residentes en el país necesitan un permiso de
salida, conocido como "tarjeta blanca", que debe otorgar el Estado y una
carta de invitación para viajar al extranjero por cuestiones personales.
"Se avanza en la reformulación y elaboración de un conjunto de medidas
reguladoras en dicha esfera", dijo Castro, según reportó la agencia de
noticias Prensa Latina.
"El país está en la senda de modificar decisiones que jugaron un papel
en su momento y que perduraron innecesariamente", destacó Castro, quien
se refirió al tema por primera vez desde que asumió la presidencia.
La eventual flexibilización de los viajes de turismo forma parte de más
de 300 reformas aprobadas en un congreso del Partido Comunista en abril,
que intentan reactivar el viejo modelo económico centralizado de estilo
soviético manteniendo la supervivencia del sistema socialista.
Una de las reformas deja explícita la medida dirigida a "dinamizar e
impulsar el desarrollo del turismo nacional (y) estudiar una política
que facilite a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como
turistas", según un folleto publicado en mayo que incluye detalles de
las 313 reformas aprobadas.
"PRESERVAR CAPITAL HUMANO"
Sería la primera flexibilización en medio siglo a los viajes de los
cubanos, que hasta ahora sólo pueden salir legalmente del país para
misiones oficiales o cuando son invitados por familiares que residen en
el exterior, principalmente en Estados Unidos y España.
"Damos este paso como una contribución al incremento de los vínculos de
la nación con la comunidad de emigrantes, cuya composición ha variado
radicalmente con relación a las décadas iniciales de la Revolución (en
1959)", afirmó.
El mandatario cubano criticó, en cambio, una ley preferencial
estadounidense de 1966 que ofrece residencia y trabajo a los cubanos que
llegan a las costas de Florida al emigrar, en su mayoría, ilegalmente.
"Hoy los emigrados cubanos, en su aplastante mayoría, lo son por razones
económicas, y casi todos preservan su amor por la familia y la patria
que los vio nacer", sostuvo.
Sin embargo, Castro dijo que también "se incluirán medidas para
preservar el capital humano creado por la Revolución", en alusión a las
deserciones de médicos, deportistas y científicos, entre otros, que
abandonan delegaciones oficiales en el exterior.
"Sería una posibilidad genial y un ahorro considerable de dinero para
simplificar los trámites y visitar a mis familiares en Madrid", dijo
Ariadna Gutiérrez, una estudiante de economía en La Habana.
(Reporte de Nelson Acosta; editado por Javier Leira)
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