Miércoles, 29 de Junio de 2011 10:00 DPA
Mesa escapó en la madrugada del viernes después del desafío que México
ganó por 5-0 a Cuba y cuando la delegación se encontraba alojada en
Charlotte, Carolina del Norte.". El futbolista Yosniel Mesa, quien
abandonó la selección cubana que compitió en la Copa de Oro, llegó a
Miami con la intención de jugar en la Liga profesional de Estados
Unidos, informan hoy medios locales. "Lo que caiga", dijo Mesa al diario
"El Nuevo Herald" sobre la posibilidad de integrarse a la Major League
Soccer (MLS) o la North American Soccer League. "Mi objetivo es jugar
profesionalmente en Estados Unidos". Oriundo de la central provincia de
Cienfuegos, Mesa, de 27 años, escapó en la madrugada del viernes después
del desafío que México ganó por 5-0 a Cuba y cuando la delegación se
encontraba alojada en Charlotte, Carolina del Norte.
No tengo nada que perder y mucho que ganar", dijo el volante cubano,
quien entró como suplente en los reveses ante Costa Rica y México.
"Quiero que la gente sepa que estoy aquí y de esta manera algún equipo
me pueda dar la oportunidad de jugar", añadió.
Precisó que se encuentra en excelente forma física y listo para probar
suerte en las filas profesionales como han hecho otros cubanos que
dejaron el plantel cubano, entre ellos Osvaldo Alonso, de Sounders de
Seattle, y Maykel Galindo, de FC Dallas, ambos de la MLS.
Mesa asistió a dos Mundiales de fútbol sala de la FIFA. En el primero,
anotó tres goles en Brasil 2008. En Taiwán 2004 convirtió uno.
Contó que la huída en el hotel Holliday INN en Charlotte, la hizo a
través de una escalera de incendio.
"Fue un poco difícil porque los entrenadores estaban en el lobby del
hotel", recordó. "Llevaba un vaso en la mano porque si me veían podía
decir que iba en busca de hielo".
Su tío Julio explicó que hizo el recorrido en automóvil desde Miami a
Charlotte para poder saludar a Mesa. Reseñó que durante el medio tiempo
del encuentro frente a México, su sobrino le hizo una señal que
comprendió a la perfección.
Al concluir el desafió, Julio siguió al autobús del equipo cubano y
esperó durante varias horas en las afueras del hotel. Dos horas después
parpadearon las luces de una habitación en el octavo piso. Era el aviso
esperado.
"Resultó un momento muy emotivo", comentó Julio. "Acá añorábamos que él
hiciera eso, pero no podíamos presionarlo, porque se trata de una
decisión muy personal. Cuando Yosniel entró al vehículo sentí una
emoción indescriptible".
No hay comentarios:
Publicar un comentario