guardia castrista
Importantes diarios estadounidenses ponen en tela de juicio el éxito de
las reformas discutidas por el Congreso del Partido Comunista en Cuba,
debido a la decrepitud física e ideologica de la cúpula partidista reelecta.
En más de 50 años -recuerda el editorial-- el régimen nunca ha
emprendido medidas amplias de privatización; por el contrario, ha
frenado con prontitud aquellas que dieron señales de éxito.
Dos editoriales publicados el martes por importantes diarios
estadounidenses ponen en tela de juicio el éxito de las reformas
discutidas por el Congreso del Partido Comunista en Cuba, debido a la
decrepitud física e ideologica de la cúpula partidista reelecta, y a su
tradicional desconfianza de cualquiera que sea ajeno a su círculo.
En "Cuba's next revolution", Los Angeles Times augura que las
modificaciones esbozadas por Raúl Castro podrían dar paso a cambios
importantes como la compraventa de autos y casas, la ampliación de
negocios privados y, sobre todo, el relegar a cosa del pasado los
gobiernos de medio siglo.
Pero al mismo tiempo - observa el matutino californiano-- Castro nombró
a dos viejos comunistas intransigentes para ayudarle a poner en práctica
las reformas, y advirtió que su implementación podría tardar hasta cinco
años.
Señala el editorial que es difícil prever cuán exitosas podrían ser
estas reformas a cargo de una cúpula partidista que ha pasado gran parte
de los últimos 50 años defendiendo una ideología en bancarrota.
Apunta el diario angelino que esta nueva ronda de reformas encuentra un
país en el que un 60 por ciento de los cubanos nacieron después de la
revolución, mienrtas que los históricos ya se están muriendo. Y dice que
Raúl Castro y su Politburó comprenden que la supervivencia de su
revolución depende de adaptarse a las realidades económicas globales.
Sin embargo--concluye diciendo el editorial de Los Angeles Times-- los
cubanos merecen algo mejor que una economía planificada incapaz de
cumplir sus promesas y recuerda que si en China y Vietnam el nivel de
vida por fin se elevó, al menos en las ciudades, fue porque los
ideólogos chinos y vietnamitas sí hicieron concesiones.
La otra opinion editorial publicada este martes es la del diario
floridano The Sun Sentinel, el cual se pregunta si la foto de los
hermanos Castro juntando sus manos en la clausura del reciente congreso
comunista en Cuba es un signo de continuidad sin fin o de despedida.
El matutino con sede en Fort Lauderdale señala en "Castro Brothers
Photo:Continuity or Last Hurrah?" que desde que comenzó el traspaso de
poderes hace cinco años Raúl Castro ha generado y abortado
alternativamente las esperanzas de cambio. De modo que las actuales
reformas irán tan lejos como lo permitan los hermanos Castro.
En más de 50 años -recuerda el editorial-- el régimen nunca ha
emprendido medidas amplias de privatización; por el contrario, ha
frenado con prontitud aquellas que dieron señales de éxito.
Los Castro --apunta el diario-- han sido capaces de contener a los
Estados Unidos, de derrotar desafíos internos y hasta de capear toda
clase de contratiempos económicos globales. Pero su mayor enemigo es el
tiempo, que sin prisa, pero sin pausa, se les está agotando. Si su
reciente foto de familia indica despedida o continuidad dependerá de su
capacidad para transferir el poder a la nueva generación.
Pero si existe escepticismo al respecto, es porque en medio siglo los
hermanos Castro nunca han confiado en nadie ajeno a su círculo interno y
ahora -concluye diciendo el editorial del Sun Sentinel- podría ser ya
demasiado tarde para comenzar.
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