Moisés Leonardo Rodríguez
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Fidel Castro ha calificado
como una especie de holocausto racial la expulsión del territorio
francés de los gitanos, hacia Rumania y Bulgaria. Grupos e instituciones
de todas partes del mundo, incluidos algunos gobiernos, también han
protestado.
Contrasta tal reacción con el silencio ante otras violaciones de los
mismos derechos invocados en la defensa de los gitanos expulsados. Es el
caso de los cubanos, que han sufrido una suerte de holocausto político
en los últimos cincuenta y dos años. Marginación social, represión,
fusilamientos, injustos encarcelamientos, deportaciones y otras formas
de destrucción de la persona se han ensañado con los cubanos.
En Cuba, la violación de la libertad de movimiento y del derecho a
escoger el lugar de residencia, están amparadas por leyes y decretos,
como la resolución 217, y sistematizadas en la práctica por
instituciones como la Dirección de Vivienda, la Policía y la supuesta
ONG, Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
¿Es por casualidad que cientos de miles de cubanos viven en otros
países? ¿Es natural que sean repudiados y reprimidos ciudadanos que solo
intentan hacer valer su derecho a viajar? ¿Ocurre esto en Francia?
En la presentación de su libro, Fidel Castro criticó al gobierno francés
y apoyó las enérgicas protestas de los franceses ante el aumento de la
edad de jubilación y el desempleo.
¿Estará el octogenario tan desinteresado en la realidad cubana que ni
siquiera sabe de la elevación de la edad de jubilación en Cuba, impuesta
hace dos años, y del inminente despido de más de medio millón de
trabajadores cubanos, ordenados por su hermanito menor?
Los gitanos han sido víctimas, en nombre de la supuesta defensa de la
seguridad nacional francesa. ¿En nombre de qué se lleva a cabo la
especie de holocausto social que sufrimos los cubanos?
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