28-09-2010.
Martha Beatriz Roque Cabello
(www.miscelaneasdecuba.net).- Los que suelen hacer pronósticos, los
adivinos y por qué no los escépticos, nunca hubieran imaginado lo que
está sucediendo en el 2010 en Cuba. En los casi 9 meses del año que han
transcurrido, se han llevado a cabo acontecimientos no esperados. Se
podría decir que el asesinato del opositor encarcelado Orlando Zapata
Tamayo, en el mes de febrero, fue el detonante de una parte de esta
situación.
Las Damas de Blanco se convirtieron en un grave problema para el
régimen, al no poder acallar sus voces a pesar de la represión a que
fueron sometidas, el final del mes de abril puede considerarse como el
punto culminante de todo el hostigamiento y las golpizas que recibieron.
La izquierda internacional le viró la espalda al régimen, y ya a
principios de mayo, la dictadura buscó a la Iglesia Católica como
elemento conductor de algunas medidas que quería trasladar hacia dentro
y fuera del país, sin tener que usar sus medios.
A partir del domingo 2 de mayo, se les permitió a los familiares de los
presos, y a las mujeres que las apoyan, desfilar por la 5ta. Avenida, en
Miramar, sin ser objeto del acoso de las turbas pro gubernamentales.
Entonces intervino el gobierno español, con sus acostumbrados
espaldarazos, buscando mejorar la imagen internacional de la dictadura y
se convino la partida hacia el destierro de los presos de conciencia del
Grupo de los 75. Sin embargo algunos de ellos prefieren continuar
presos, antes de aceptar esta medida, aunque en un futuro una parte
pudiera salir del país.
Dentro de las cosas inimaginables está la reaparición pública de Fidel
Castro, al que han enterrado más de una vez. Sin embargo, a este suceso
medios internacionales no le han dado apenas importancia, incluso, a los
temas con los que ha salido a escena, entre los que se encuentra el
reconocimiento del fracaso del modelo cubano. Pero sin lugar a dudas fue
algo no vaticinado.
Como también resulta novedoso el hecho de que haya dos personas
conduciendo la nación, uno ocupado de trazar la "política exterior" y el
otro de los graves problemas internos.
Estas tramas de carácter político brindan un escenario muy diferente al
que ha tenido acostumbrado al mundo el gobierno que detenta el poder en
Cuba. Aunque no son los únicos acontecimientos que hacen diferentes el
transcurso del año.
A pesar de que Raúl Castro en su discurso del 1ro. de agosto, próximo
pasado, se refirió a que la mayoría de los acreedores del país, habían
accedido a aplazar las obligaciones, la falta de solvencia ha llegado a
límites extremos y como es natural las restricciones financieras a las
que está sometido el régimen, por la falta de pago, van en aumento. Con
excepción de las transacciones de índole políticas, para mantener viva
en el mundo la imagen de la "Revolución", el resto de las actividades
comerciales está bajo el síndrome de la bancarrota. En el momento en que
algunos países comienzan a salir de la crisis, éste se hunde
profundamente en ella.
Desde el punto de vista económico, el sistema está totalmente atrapado y
sin salidas, porque la reinvención del trabajo por cuenta propia y otras
medidas, con curitas a lo ya mal hecho anteriormente, no es la solución
para el desarrollo económico, del que tanto necesita la isla. La
destrucción de la economía, se ha gestado dentro de los propios
mecanismos que se han llevado a cabo durante estos 50 años; aunque los
altos funcionarios quieran hacer ver que es culpa del "bloqueo americano".
Por otra parte el tejido social está enfermo, con una especie de cáncer
que no va a tener cura bajo esta dictadura; por el contrario, las
medidas que se están gestando van a llevar a la población a incrementar
la corrupción, el robo y la falta de ética ciudadana.
No se puede pronosticar que el pueblo vaya a salir a la calle a
protestar, pero tampoco se puede descartar. Y si esto sucede habrán
quedado atrás todos los estudios que se han hecho para la llamada
transición, por parte de especialistas y organizaciones disidentes de
dentro y fuera del país; ya que se producirá un cambio brusco, y muy
doloroso.
Es por eso que se hace necesario mantener actualizado el escenario
político, económico y social del país, con el fin de estudiar todas las
variantes posibles a la solución que tanto Cuba necesita. Hay que
aplicar la dialéctica y tener pensado desde ya, que en un momento
determinado puede producirse una ola de protesta que lleve a la calle a
la gran mayoría del pueblo y que aunque desde el punto de vista militar,
trate de ser contenida, la cantidad de personas involucradas sería
totalmente decisiva.
Entonces, ningún programa de transición encajaría –inmediatamente- en
tal situación, porque en primer lugar, esta sociedad ya no es la misma
que hace 3 ó 4 años atrás, ha sufrido transformaciones violentas, que si
se miden en un eje de abscisas, irían desde el centro hacia la
izquierda, convirtiéndolas en negativas. Sin lugar a dudas,
desgraciadamente, en nuestro país hay un "hombre nuevo"
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=30014
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