29 de septiembre de 2016

Unas becas y la ira del Gobierno cubano

Unas becas y la ira del Gobierno cubano
La Habana quiere que todo le llegue sin restricciones desde Estados
Unidos, pero al mismo tiempo se queja de una enseñanza libre o para la
libertad
Redacción CE, Madrid | 29/09/2016 11:12 am

El Gobierno cubano está indignado por un programa educativo lanzado por
Estados Unidos en la Isla, y el asunto llegará el viernes hasta el
propio Washington, la ciudad que será sede de la IV Comisión Bilateral
Cuba-EEUU.
Esta reunión, la cuarta de su tipo, analizará el mecanismo creado por
los dos países para encauzar y efectuar el seguimiento al proceso de
normalización de relaciones iniciado en diciembre de 2014, tras más de
50 años de enemistad.
No son pocos los temas de importancia del evento. Desde la solicitud,
por parte de La Habana, de que el presidente Barack Obama, en lo que le
queda de mandato, apruebe más medidas para debilitar el embargo, hasta
la devolución del territorio en Guantánamo y el fin de la política
migratoria preferencial que Estados Unidos aplica a los emigrantes cubanos.
El Gobierno de Cuba quiere relaciones bancarias normales entre ambos
países, la eliminación de prohibiciones a las exportaciones desde EEUU y
que los norteamericanos puedan invertir en la Isla.
Sin embargo, si uno revisa el principal periódico oficial cubano, la ira
se concentra en la puesta en marcha del programa "World Learning", por
parte de la Embajada estadounidense.
"Condenan estudiantes universitarios nuevas maniobras yanquis", expresa
el titular de Granma.
Pero un momento, ¿al país al que se le pide más liberalización en los
mercados, y mayores facilidades para que la banca internacional negocie
con la Isla, al mismo tiempo se le acusa de realizar "maniobras"?
Ese lenguaje de "maniobras" resurge en el órgano oficial del Partido
Comunista de Cuba (PCC) como un eco de un tiempo supuestamente pasado. Y
más si luego se agrega la palabra "yanquis".
Por lo demás el artículo de Granma se resume a un breve rosario de
aparentes declaraciones estudiantiles, donde airados jóvenes rechazan
"la esencia subversiva y manipuladora de los planes de becas promovidos
desde territorio norteamericano".
Si el plan de becas despierta tanta irritación entre los estudiantes
cubanos —como nos trata de vender Granma—, no se explica por qué se le
debe dedicar un tiempo precioso en tan importante reunión en Washington.
Simplemente la embajada estadounidense en Cuba lanza la convocatoria,
ningún estudiante cubano responde, y asunto concluido.
De acuerdo a Granma, Abel Mayea, presidente de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) explica: "En las becas concedidas no hay segundas
intenciones. Queda claro que lo que quieren es someternos".
Por supuesto que si hay ciudadano en el mundo —para bien y para mal— que
no le gusta verse sometido, o siquiera que no le apetece que otros
piensen que es sometido, es al cubano. Así que aquí tampoco se explica
cuál es el problema, aunque lo diga ¿Abel? ¿Mayea? Y lo que menos se
explica en la nota periodística son las características del programa
"World Learning".
World Learning es una organización no lucrativa que se dedica al
ofrecimiento de programas de educación, desarrollo e intercambio en más
de 60 países. En su origen estuvo concebida para la preparación de los
voluntarios de los "Cuerpos de Paz", y ya ese dato debe haber hecho
sonar todas las alarmas en el Gobierno cubano. Pero como fuente de
inspiración se encuentra un discurso de quien fuera Secretario General
de Naciones Unidas, U Thant, y el curso brinda preparación sobre
solución de conflictos, fuentes alternativas de energía, estudios
poblacionales y desarrollo internacional y económico.
Por lo tanto, no son estudios que directamente están encaminados a
enfatizar las limitaciones de la filosofía marxista, en contra del
supuesto legado de Fidel Castro, a lanzar vituperios sobre el carácter
"socialista" de la revolución cubana o a poner en duda la gestión del
Gobierno de Raúl Castro. Por el simple enunciado de las materias de
estudio, se desprende que los objetivos son otros, menos locales se
podría agregar.
Al menos son evidentes dos aspectos del plan que preocupan al Gobierno
cubano. Uno son los temas de especialidad del programa, no porque
ataquen directamente al sistema cubano sino porque evidentemente lo
trascienden. El otro es que los cursos se realizan fueran de la Isla.
Así que para La Habana todo esto suena simplemente a subversión: "Becas
World Learning: una propuesta adornada para la subversión en Cuba" es de
acuerdo a Granma un tema a tratar en la Mesa Redonda de la televisión
cubana.
"Recurriendo a métodos probados en las llamadas 'revoluciones de
colores', intentando formar líderes jóvenes para 'una nueva sociedad
civil' que responda a los intereses estadounidenses en Cuba, utilizando
a ciudadanos de terceros países y desconociendo a las instituciones y
organizaciones cubanas, la organización World Learning ha organizado y
financiado, con dinero de la USAID, un nombrado Programa de Becas para
la Juventud Cubana, el cual será objeto de análisis este jueves en la
Mesa Redonda con la participación de periodistas, dirigentes de las
organizaciones estudiantiles y jóvenes que tomaron parte en la primera
convocatoria de estas becas", señala el órgano del PCC.
No es que el Gobierno cubano se oponga a los intercambios, dice el
subdirector general para EEUU del Ministerio de Exteriores (Minrex)
cubano, Gustavo Machín.
La queja "no va en detrimento de la cooperación y los intercambios"
entre ambos países señala Machín, y cita como ejemplo programas de becas
y un proyecto para la enseñanza del inglés en Cuba.
La ira de La Habana ejemplifica lo difícil que resulta el mantener
relaciones normales con un Gobierno que pide o exige "normalidad", en lo
que le conviene, y rechaza lo que es común para 60 países.
No es que el Gobierno cubano no tenga derecho a ser selectivo, es que su
"selectividad" es al mismo tiempo una prueba de debilidad. Y esa
debilidad, que es un problema interno, quiere que se considere culpa de
otros.
Si la formación de los jóvenes cubanos es tan firme como parece
desprenderse de las declaraciones formuladas por la prensa de la Isla,
pues nada más fácil que permitir que unos cuantos de esos jóvenes sean
educados, mantenidos, y, algo muy importante, alimentados con el dinero
de los contribuyentes estadounidense, e incluso puede ser que esos
mismos jóvenes les enseñen las "maravillas" del sistema cubano —¡Oh, La
Habana, ciudad maravilla!— a sus condiscípulos. O, como ya se señaló,
que los estudiantes que gritan en las fotos publicadas en esa prensa
consideren que es una pérdida de tiempo tratar de aprender algo, que en
definitiva saben que no funciona —no el "socialismo" cubano, como dijo
Fidel Castro, sino las materias de los programas de estudio de World
Learning—, y se queden en sus casas repasando las Reflexiones del
exgobernante.
La cuestión fundamental en todo este alboroto es que La Habana quiere al
mismo tiempo el ruido y las nueces. Seguir repitiendo argumentos típicos
de "plaza sitiada" mientras recibe los barcos que llegan, cargados de…
todo y gratis.

Source: Unas becas y la ira del Gobierno cubano - Artículos - Opinión -
Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/unas-becas-y-la-ira-del-gobierno-cubano-326870

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