HOLGUÍN, Cuba, 26 de octubre (Redacción de Candonga / www.cubanet.org) -
La actual movilización de escolares, inicialmente con la intención de
salvar la cosecha cafetalera en la zona oriental del país, derivó en un
número mayor de niños trabajando. Con 7 mil infantes laborando en las
montañas se cubre la cantidad necesaria para la recogida de café, por lo
que un número indeterminado está siendo trasladado a otras labores,
fundamentalmente en la construcción.
Las jornadas de cuatro horas agotan sobremanera a los muchachos,
mientras que la alimentación es deficiente y mal elaborada, y deben
dormir en condiciones de hacinamiento en lugares insalubres.
El padre que desee puede negarse a que su hijo participe en esta
actividad, pero con ello priva al escolar del derecho a mejores
oportunidades educativas, y deberá enfrentar la burla del resto de sus
compañeros, que lo llamarán despectivamente "rajao", sinónimo de cobarde.
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