La disidencia cubana confía en que la UE mantenga su fimeza hacia el
régimen castrista
Pide a la nueva ministra de Exteriores que debuta en Luxemburgo que les
escuche
mónica arrizabalaga / MADRID
Día 25/10/2010 - 10.29h
El gesto de relevar a Miguel Ángel Moratinos por Trinidad Jiménez en el
Ministerio de Exteriores «es una señal» de que el Gobierno español no
espera que la Unión Europea decida este lunes suavizar su política hacia
Cuba. Al menos así lo considera Alejandro González Raga, ex preso
político cubano del «Grupo de los 75» desterrado en España.«Serían muy
crueles con Moratinos si pensaran que van a ganar y no le dejaran
disfrutar de su triunfo», ironiza.
EFE
La concesión del premio Sajarov al disidente Guillermo «Coco» Fariñas se
ve como otro signo del apoyo en Europa a la democracia y la libertad en
Cuba. «Es un espaldarazo» a la democracia en la isla, un mensaje claro
de que saben que en Cuba hay un hombre que lucha por los derechos
humanos y al que todos los que hemos sido exiliados le estamos muy
agradecidos por el sacrificio que hizo", señala Ricardo González
Alfonso, otro de los presos de conciencia exiliado en España.
El propio Fariñas reclamaba el día en que le concedían el premio que no
se levante la posición común que mantiene la UE desde 1996 y que
supedita el diálogo político a que se produzcan avances democráticos y
de derechos humanos, al tiempo que defiende el diálogo con la disidencia
y pide la liberación de los presos políticos. «No se han producido
avances en la democratización y el respeto a los derechos humanos»,
argumentaba. A juicio del psicólogo y periodista, que pasó 135 días en
huelga de hambre para reclamar la libertad de los presos políticos, el
régimen castrista «juega a mejorar su imagen» con las últimas
excarcelaciones y recuerda que las leyes siguen intactas, por lo que el
presidente cubano, Raúl Castro, puede ordenar nuevas oleadas represivas.
Otro premio Sajarov, Oswaldo Payá, también cree que la situación en Cuba
no ha cambiado y por ese motivo hizo llegar un mensaje al Parlamento
Europeo para que éste mantenga la posición común.
Trece «rehenes»
Un ejemplo de que los derechos humanos siguen siendo una asignatura
pendiente lo personifican los trece de los presos políticos del «Grupo
de los 75» encarcelados en 2003, que continúan en prisión por haber
rechazado su exilio. Desde la disidencia no se entiende este retraso en
cumplir el compromiso adquirido por el régimen castrista con la Iglesia
católica cubana y el Gobierno español, si no es porque el régimen
castrista se está dando tiempo para presionarles y lograr que acepten
salir del país. Así lo considera Óscar Espinosa Chepe, quien revela que
también los que viven en Cuba con una licencia extrapenal están siendo
presionados para irse. «Quieren que todos nos marchemos del país, pero
nosotros no somos el problema. Es este sistema el que no funciona»,
añade el ex preso del grupo.
La periodista Licet Zamora afirma que entre la disidencia en la isla
circula el temor a que los trece presos no salgan de prisión. «Se piensa
que fue un trato personal hecho con Moratinos y que el Gobierno cubano
aprovechará el relevo en el ministerio para detener o demorar su
excarcelación». A este miedo no quieren darle crédito otros disidentes
para quienes el régimen cubano no se atrevería, por el descrédito que
supondría a su imagen.
El Gobierno cubano ha utilizado las excarcelaciones para mostrarse más
aperturista e intentar lograr así que la UE suavice la firmeza que se ha
tenido con la isla desde que se aprobara la posición común a instancias
del entonces presidente español José María Aznar. «El Gobierno de los
Castro ha sido el gran ganador», asegura Elizardo Sánchez, portavoz de
la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional
(CCDHRN), para quien estos pasos son «tímidos y de poco calado» y «han
tenido un costo humano muy alto», por lo que supone el destierro.
Sánchez subraya además que el régimen castrista está haciendo su
«selección» entre los prisioneros y ahora libera a presos que no son de
conciencia y en cambio «mantiene en prisión como si fueran rehenes a
trece del «grupo de los 75».
Con el Gobierno español lo ha logrado. José Luis Rodríguez Zapatero ha
afirmado en varias ocasiones que las liberaciones de presos cubanos son
un factor «positivo» que debe llevar a la UE a reflexionar sobre su
política hacia Cuba y con este mensaje acudirá Trinidad Jiménez a
Luxemburgo. Pero el Ejecutivo español necesita el apoyo unánime de todos
los Estados miembros europeos para sacar adelante la proposición
española presentada por Moratinos, quien hace pocos días envió una carta
a sus colegas europeos para que ablandaran sus posturas, convencido de
que los cambios en Cuba son irreversibles.
Debut de Trinidad Jiménez
El Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea en Luxemburgo
será la primera prueba de fuego para la ministra que ha sido recibida
con expectación y reservada esperanza por los disidentes cubanos.
«Lamentablemente Moratinos ignoró a los luchadores cubanos por la
democracia, esperamos que Trinidad Jiménez rectifique y se reúna con
nosotros y nos escuche, que tenga una relación normal como la hubo
durante los anteriores gobiernos de Aznar y Felipe González», señala
Espinosa Chepe.
Elizardo Sánchez le pide a Jiménez que «se informe más sobre la realidad
cubana y se dé cuenta de que el tema de los derechos humanos no se agota
con las excarcelaciones. El Gobierno cubano se sustenta en la
explotación y sigue violando los derechos humanos de once millones de
cubanos, sobre todo de la clase obrera». Los trece presos de conciencia
aún siguen en la cárcel.
http://www.abc.es/20101025/internacional/disidencia-cuba-201010250109.html
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