¿Por qué hay tanto cáncer, retraso mental y presos en Cuba? (I)
27 Junio, 2017 7:09 pm  por Eduardo Prida
West Palm Beach, USA, Ed Prida (PD) Muchas personas cuando lean esto, 
pueden pensar que lo mismo sucedido en Cuba ha pasado en el resto del 
mundo. En parte pudiera ser cierto. No desconocemos lo que sucede en el 
resto del planeta, pero vamos a encontrar significativas diferencias en 
propósitos e intensidad.
Doscientos años después de la implantación del procedimiento médico de 
la vacunación, existen corrientes de críticas y detractores de esta 
práctica universal. Muchos siguen cuestionándose si la interferencia 
sistemática en el sistema inmunológico puede comportar alteraciones en 
la respuesta inmunológica normal.
Con la vacunación ocurre lo mismo que pasa en los ecosistemas con el uso 
de herbicidas, pesticidas, fertilizantes y equipos mecanizados sumamente 
pesados que compactan los terrenos. Rachel Carson, premio Nobel de 
Biología en 1962, demostró todo esto muy claramente en su libro la 
Primavera Silenciosa, La caída de la productividad de los terrenos 
agrícolas en los países socialistas se debió el uso indiscriminado de 
fertilizantes químicos y equipos pesados que compactan los terrenos y 
hacen los suelos impermeables, impidiendo el paso de la humedad 
necesaria al subsuelo. Estos factores combinados facilitan que los 
productos agrícolas adquieran altas concentraciones de los tóxicos 
utilizados contra las plagas y los fertilizantes convirtiendo los 
vegetales en un agregado de productos altamente contaminados con sabor y 
forma de vegetales.
Las enfermedades contagiosas y no contagiosas no se han erradicado con 
el uso de las vacunas, sino que más bien, parecen tener más peso los 
importantes factores que se han alcanzado con el desarrollo en las áreas 
socio-sanitaria, medioambientales, económicas y culturales.
La vacunación a escala social aparentemente es un mecanismo de 
prevención, pero parece que aún no se ha estudiado lo suficiente como 
para dar una respuesta definitiva sobre sus conveniencias y seguridad.
Para determinar con exactitud qué procesos patológicos son provocados 
por las vacunas, las investigaciones sobre este campo desde el punto de 
vista metodológico y practico pueden chocar con muchos sesgos en los 
factores intervinientes así como los intereses económicos de los 
laboratorios gigantes, que a nivel global producen dichas vacunas.
Las principales enfermedades atribuidas a la vacunación y los 
antibióticos son el autismo, el síndrome de muerte súbita del lactante 
por shock anafiláctico, la disfunción inmunitaria, la diabetes, los 
trastornos neurológicos (epilepsias, lesiones cerebrales, trastornos del 
aprendizaje, trastorno por déficit de atención, comportamiento 
antisocial) y las enfermedades raras del tipo degenerativas. Otros 
autores subrayan las hipersensibilidades y las alergias.
Lo más llamativo del autismo es que su aparición ocurre en la época en 
que se les administra las vacunas a los infantes y no hay evidencia de 
factores genéticos como precursores. Muchos padres, a partir de la 
vacunación en sus hijos, observan, trastornos de conducta, perturbación 
del lenguaje, retroceso en sus destrezas. Todo esto empieza a 
manifestarse a las 4 semanas posteriores a la aplicación de la primera 
dosis de esta vacuna.
La vacunación de la poliomielitis en los años 50 en Estados Unidos trajo 
un aumento en la aparición del cáncer sin precedentes a consecuencia de 
la contaminación de las vacunas durante el proceso de investigación en 
los laboratorios durante las pruebas en monos. Las consecuencias han 
sido devastadoras y la bibliografía está a la mano en Internet sobre 
este fatal accidente en la manufactura farmacéutica.
Ha habido un análisis un tanto superficial del asunto por el sector 
médico y también la inducción creada por los intereses de los grandes 
laboratorios farmacéuticos.
En apariencia, la medicina preventiva genera cierta seguridad de no 
contraer terribles enfermedades.
Los fabricantes de vacunas, que obtienen enormes ganancias, tienen el 
poder influir en las recomendaciones a favor de la vacunación de toda la 
población. En general, no investigan los efectos colaterales adversos a 
mediano y largo plazo.
Después de la puesta en marcha de la vacunación se hace muy difícil 
demostrar por muchas razones los efectos adversos que pudieran haber 
provocado.
Como mecanismo general, las vacunas, según fuentes médicas, actúan como 
inhibidores y esta acción incontrolada podría ser muy buena o muy mala.
Si a un sistema enzimático se añaden sustratos no naturales que impidan 
la actividad propia de la enzima, se dice que el sistema ha sido 
inhibido, y el sustrato usado con estos fines se denomina inhibidor. 
Esto como es lógico trae adversas condiciones a la fisiología y por 
tanto, se crean condiciones para un desbalance biológico en general en 
el organismo.
Este es el panorama a nivel global, pero en el caso que nos ocupa, Cuba, 
han influido directamente muchos factores en el aumento de la población 
de portadores de diferentes patologías del sistema nervioso y portadores 
de enfermedades letales, como el cáncer, que se ha convertido en un 
fenómeno alarmante, y no solo por el estado crónico de sub alimentación 
como política de gobierno por más de 50 años.
pridaissues@gmail.com; Ed Prida
Source: ¿Por qué hay tanto cáncer, retraso mental y presos en Cuba? (I) 
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