El miedo a quedarse en Cuba
La vaguedad de las reformas de Raúl Castro son parte de las causas del
crecimiento en el flujo de inmigrantes hacia los Estados Unidos
Viernes, junio 24, 2016 | Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba.- Llegar a los Estados Unidos atravesando fronteras
desde Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y México, es un proyecto
cada vez más engorroso para los cubanos que lo intentan.
Ningún gobierno de los países que se han convertido en parte del
itinerario a cubrir por miles de nacionales, quiere implicarse en un
asunto de nunca acabar.
A juzgar por los reportes noticiosos, la tercera crisis migratoria está
en plena gestación.
Los conatos de cubanos desesperados en Ecuador y Colombia aumentan sin
que se avizore una solución que satisfaga la demanda del establecimiento
de otro corredor humanitario hasta el puesto fronterizo de la ciudad de
El Paso, en el estado de Texas.
Una de las alternativas al muro virtual es el retorno voluntario a Cuba
o al país donde residían temporalmente.
Para muchos, acogerse a la primera opción significa chocar con una
realidad igual o peor a la que enfrentan en barracas y casas de campaña
donde la escasez de agua, alimentos y medicinas es crónica.
La venta de la casa y de otras posesiones de valor con el propósito de
reunir el dinero para costearse el viaje, obliga a quienes decidieron
hacerlo a mantener su intransigencia. No es fácil la vida en los
portales o en un albergue colectivo donde también se sobrevive a duras
penas. Eso sin descontar las ojerizas de los directivos de los Comités
de Defensa de la Revolución y las demás organizaciones de masas contra
los que se reintegren a sus núcleos familiares a barajar nuevas
estrategias de escape.
Es imposible saber cómo terminará el entuerto ramificado por varias
localidades de la geografía de centro y Sudamérica.
Un aumento exponencial del número de implicados y el hecho de que puedan
resistir las adversas condiciones existenciales el mayor tiempo posible,
pudiera dar pie a un desenlace parcial, que beneficiara a los enfermos,
las mujeres embarazadas y los infantes.
Esto es solo una probabilidad que no parece estar a la vuelta de la
esquina. Además, una solución por muy limitada que fuese alentaría la
continuidad de las crisis, cuyas motivaciones se conservan intactas.
La vaguedad de las reformas económicas promovidas por Raúl Castro y su
escaso impacto al interior del país son inobjetablemente parte de las
causas del crecimiento en el flujo de inmigrantes hacia los Estados Unidos.
El repunte de la desesperanza tuvo su origen en la visita del
presidente Obama como símbolo del deshielo.
La fallida certeza de que con la reanudación de las relaciones
diplomáticas mejoraría el nivel de vida, a corto plazo, terminó avivando
las llamas del desencanto.
El éxodo va a continuar porque existe la percepción dentro de Cuba de
que las cosas han empeorado desde el histórico anuncio del acercamiento.
La opinión no tiene ni una pizca de subjetividad. Las sucesivas
estampidas lo corroboran.
A la gente no le importa el cierre de fronteras y el ultimátum para que
abandonen los improvisados campamentos.
Aguantarán más allá de sus fuerzas a ver si logran conmover a algunos de
los mandatarios que se resisten a ayudarlos.
De lo contrario, les queda el mar y otras encomiendas al cielo para no
ser interceptado por los guardacostas ni tener que morir de sed o en las
fauces de un tiburón.
El temor real es a la permanencia en Cuba sin aspiraciones de ningún tipo.
Los avatares de la travesía a campo traviesa o sobre algo que flote, son
eventos que vale la pena afrontarlos con una dosis reforzada de optimismo.
oliverajorge75@yahoo.com
Source: El miedo a quedarse en Cuba | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-miedo-a-quedarse-en-cuba/
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