2 de junio de 2016

Cuba Posible - los desafíos de siempre

Cuba Posible: los desafíos de siempre
FRANCISCO ALMAGRO DOMÍNGUEZ | Miami | 2 Jun 2016 - 9:14 am.

El pasado 26 de mayo se celebró en la ciudad de Nueva York el evento
"Cuba y los desafíos actuales", convocado por el Laboratorio de Ideas
Cuba Posible y auspiciado por la Oficina de Washington para América
Latina (WOLA: Washington Office on Latin América) en los predios de la
Fundación Sociedad Abierta (Open Society Fundation) y con su financiamiento.

En cuatro paneles formados principalmente por cubanos de la Isla y de la
diáspora, se debatió sobre la aspiración al desarrollo hasta 2030, la
calidad del cambio social con bienestar, equidad y justicia; cómo ven la
Cuba presente personajes de la política global, y por último, si la
supuestas transformaciones en Cuba son asuntos de poder, de conocimiento
o de actores.

Lo más interesante del evento fue la pluralidad, cuando no los puntos
divergentes e incluso contrapuestos de quienes allí participaron. Antes
de comenzar, ya la blogosfera insular del régimen —la única abiertamente
permitida— denostaba del encuentro. La diversidad y el contrapunto de
ideas siempre ha sido una bandera roja para cualquier sistema
dictatorial de pensamiento. WOLA, una organización autofinanciada y con
un largo expediente de lucha a favor de eliminar el embargo y cooperar
en la mejoría de las relaciones entre Cuba y EEUU, era puesta en el
mismo rango de "peligrosidad" que Open Society Fundation, la
poderosísima fundación liberal creada y dirigida por George Soros.

Con el lenguaje arrogante que caracteriza a todo pensamiento
totalitario, los pelotones de fusilamiento digital cubanos
—ajusticiadores en las sombras— vieron en los participantes,
auspiciadores y financistas a "agentes de la CIA", "especialistas de la
subversión", y "viejos amigos de la FNCA (Fundación Nacional Cubano
Americana)". Así, fueron capaces de meter en el mismo saco a Carmelo
Mesa-Lago, el economista vivo más importante de Cuba que vive en el
exilio; a Rafael Hernández, director de la revista Temas y un defensor
del régimen que vive en la Isla; y a Carlos Saladrigas, millonario
empresario cubanoamericano que después de haber combatido al régimen
frontalmente, ahora impulsa la cooperación con el Gobierno para invertir
en la Isla y mejorar la vida de sus compatriotas.

También sufrieron y están sufriendo tiros de gracia digital —nunca un
debate abierto, limpio, en igualdad de condiciones—, grupos y personas
que viven en la Isla y allí defendieron el levantamiento del embargo y
el diálogo. La ejecución del prestigio no tiene límites éticos ni
políticos; llega incluso a los tres embajadores participantes, entre los
cuales estaba el norteamericano Jeffrey DeLaurentis. Todos fueron
acusados de inmiscuirse en los asuntos internos de la Isla cuando, uno
por uno y antes de exponer cualquier idea, dijeron estar limitados de
hacerlo, precisamente, por su condición diplomática. Todo parece
indicar, por las exageraciones, mentiras y paranoias de los informantes
presentes en Nueva York que se necesita algo más que medallas y
reconocimientos.

Podemos estar de acuerdo o no con la línea de Cuba Posible, ninguneada
por tirios y troyanos con toda clase de epítetos. Pero de lo que
difícilmente se puede acusar al grupo que dirigen Roberto Veiga y Lenier
González es de inclinarse a un solo lado. Tal vez por idiosincrasia
insular ahí está el dilema.

Cuba Posible se ha decantado por una línea que busca el centro, y muchos
creen, en la Isla y fuera de ella, que eso es imposible; el centro para
ellos es sospechoso, traición y apostasía. Cuba Posible propone una Cuba
más allá de ideologías excluyentes; y eso es imposible para algunos
porque no hay espacio para ideas que no sean las suyas; para que lo
social y lo privado convivan al mismo tiempo; no hay lugar para el
Estado controlador y el empresario emprendedor. Cuba Posible propone una
Cuba como la que estaba sentada en Nueva York, tan diversa en ideas como
en razas, géneros, países donde vivimos. Y eso, para otros es imposible
porque para pensar a Cuba hay que vivir "dentro" o como si allí se viviera.

Cuba Posible estuvo en Nueva York, la misma ciudad donde se diseñó la
bandera cubana, y donde José Martí vivió la mitad de su vida y escribió
casi toda su obra; donde el padre Félix Varela estuvo a punto de ser
obispo auxiliar; la urbe que sirvió para recaudar fondos para las
guerras de independencia y para la lucha contra la dictadura batistiana.
Pero para ciertos individuos, Nueva York es solo la cuna del águila
imperial y sus ambiciones hegemónicas; y como tienen el poder de los
medios, ahora hasta con guerrilleros digitales, es difícil que un cubano
de a pie pueda pensar a Nueva York como otra cosa.

No sabemos el "pasado que les espera" a Cuba Posible. Lo más probable es
que implote: hay colocada suficiente dinamita en sus bases para hacerla
explotar desde adentro. Solo hay que esperar la orden. Orden detenida,
creen algunos, porque alrededor de Cuba Posible hay importantes hombres
de negocios, personalidades de izquierda y hombres y fundaciones de una
larga tradición humanitaria que pudieran ser útiles ante el caos que se
avecina. Los desafíos de Cuba Posible son los mismos de Cuba en todos
los tiempos: sobrevivir a los intereses personales, a los necesitados de
méritos y de dólares; sobrevivir a una Cuba encarnada en hombres cuyos
proyectos están por encima del bien de todos.

El reto de Cuba Posible hoy para evitar el caos y la sangre en Cuba
puede ser el mismo que tuvieron el padre Félix Varela y José Martí en el
siglo XIX: las divergencias irreconciliables entre los propios cubanos.
De tal manera, la lucha de cualquier proyecto de reconciliación no es
solo contra el poder despiadado, pero enemigo conocido y frontal. La
verdadera batalla, muy difícil, siempre será contra los propios cubanos,
ocultos en las sombras y colaboradores de quien esté en el poder; los
mismos que dejaron morir de tristeza en San Agustín a quien nos enseñó a
pensar e hicieron del apóstol un tiro al blanco en Dos Ríos.

Source: Cuba Posible: los desafíos de siempre | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1464812914_22792.html

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