Fidel, embúllate y explica qué es estar "en contra"
La diferencia entre el bien y el mal, el dentro y el contra, la decidían
y aún la deciden los Jefes y sus jefecillos
martes, junio 30, 2015 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba. – Hoy se cumplen 54 años de la última de las tres
reuniones en la Biblioteca Nacional (las otras, siempre celebradas los
días viernes, sucederieron en los días 16 y 23 del mismo mes) a las que
Fidel Castro convocó a los escritores y artistas cubanos en 1961 y que
luego fueron trascritas y publicadas bajo el titulo Palabras a Los
Intelectuales.
Aquella noche de viernes, para no demorarse más en lo que ya había
ocupado demasiado de su preciado tiempo, el Comandante en Jefe, con la
pistola sobre la mesa, dejó claras las reglas del juego a los
intelectuales: "Dentro de la revolución, todo; fuera de la revolución,
nada."
Los convocados, fascinados, desprevenidos o amedrentados, solo atinaron
a aplaudir sin advertir el olor de la chamusquina de inquisidores que se
les venía encima.
Palabras a los Intelectuales fue un modo bastante pomposo de nombrar
aquella ordenanza, para que recordara más a Mao –por aquello de la Gran
Marcha, el Gran Salto, las Cien Flores, etc.- que a Mussolini, que fue
su verdadero inspirador.
El Comandante fue lo suficientemente ambiguo para no precisar el límite
exacto entre lo que está adentro y lo que está fuera de la Revolución.
Eso daría a los comisarios el margen suficiente, siempre amplio a favor
de la paranoia del Jefe y sus jefecillos, para delimitarlo en cada caso,
con lupa, tijeras y el grueso creyón rojo de los censores.
Así, más de medio siglo después de aberradas 'políticas culturales',
donde no han faltado, sino que más bien han sido convenientes para el
régimen ciertas poses contestatarias que no van más allá de alguna
tormenta en un vaso de agua, los escribas de la intelectualidad orgánica
del castrismo no acaban de ponerse de acuerdo sobre la exactitud y
significación de las tan llevadas y traídas Palabras a los Intelectuales.
Últimamente algunos comisarios han mostrado un especial interés en
aclarar que en la frase más recordada del discurso del Comandante en la
Biblioteca Nacional la noche del 30 de junio de 1961 no decía "fuera de
la revolución, nada", como la citan casi todos, sino "contra la
revolución, ningún derecho". Eso implicaría que la ordenanza no era tan
estricta, sino que permitía cierto espacio a la creatividad artística.
Pero siempre en un 'dentro' impreciso, y por ende, riesgoso.
Según el ensayista Roberto Fernández Retamar: "La crítica hecha dentro
de la revolución es válida…Cuando un revolucionario critica aspectos de
la revolución que considera negativos, no está contra la revolución."
Pero estar "en contra", ¡oh, horror!, era aborrecible, inimaginable. La
revolución asediada tenía el derecho a defenderse por todos los medios a
su alcance y eso justificaría la abolición de todos los demás derechos
que no fueran los de los infalibles dirigentes a permanecer en el poder
indefinidamente.
¡Ay del intelectual que creyéndose no con el derecho, sino con el deber
de criticar aspectos negativos, incurriera en el abominable pecado de
debilitar a la revolución en vez de fortalecerla!
La diferencia entre el bien y el mal, el dentro y el contra, la decidían
y aún la deciden los Jefes y sus jefecillos. Y es sabido que sus
designios, como los de Jehová de los Ejércitos, son inescrutables.
Si algo hay que reconocer es que las Palabras a los Intelectuales
mantienen su plena vigencia: hoy, la cultura cubana, pese a algún
simulacro de disenso, sigue tan maniatada y encerrada en la camisa de
fuerza con costuras de refuerzo extra que significa el "dentro de la
revolución" como en junio de 1961. Y eso hace que también la cultura,
como cada aspecto de la sociedad cubana, vaya de mal en peor.
Ahora resulta que también en el caso de la ordenanza a los
intelectuales, no fuimos capaces de interpretar a cabalidad lo que quiso
decir el Comandante. Las reglas del juego no eran tan rígidas como
creímos. La censura no fue tal, sino autocensura, brutos y masoquistas
que siempre hemos sido a la hora de cumplir las órdenes del Líder.
Hace cuatro años, en un muy imaginativo artículo del periódico Granma
("Una vida mejor en el orden cultural") el periodista Pedro de la Hoz
definió las Palabras a los Intelectuales como: "Una declaración de
principios abierta, inclusiva y antidogmática, que conjuró el temor a
que desde la institucionalidad revolucionaria se dictaran normas, se
impusieran criterios estéticos, se establecieran capillas y se
anatematizaran nombres y obras".
¡Y nosotros que pensábamos que era lo contrario! ¡Haberlo dicho más
claro! Para que se acabe el chisme y la confusión, ¿qué tal si se
embullara el Compañero Fidel, dejara por un rato la moringa y
esclareciera, en Granma y Cubadebate, qué rayos significa en cuestiones
de arte, "dentro" o "contra la revolución"?
luicino2012@gmail.com
Source: Fidel, embúllate y explica qué es estar "en contra" | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/fidel-embullate-y-explica-que-es-estar-en-contra/
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