29 de mayo de 2015

La ciencia según el evangelio de Fidel

La ciencia según el evangelio de Fidel
mayo 27, 2015 10:14 am·

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Después de terminada la larga
lucha contra los campesinos alzados del Escambray, cobrado el rescate
por los traicionados prisioneros de la Brigada 2506 al entonces
presidente demócrata de EEUU y terminado el penoso asunto de los misiles
rusos, Fidel Castro tuvo una experiencia mística. Como el Quijote.

Para desgracia de todos, fue después de haberse leído unos cuantos
libros sobre agricultura, que se erigió archipámpano en agricultor mayor
castrista.

En realidad, no fue la primera que tuvo. La primera vez que Fidel Castro
tuvo una experiencia mística fue a principios de su robolucion, cuando
intentó desecar la Ciénaga de Zapata para sembrar arroz. Dijo que
sembraría tanto que Cuba se convertiría en un enorme exportador de
arroz. Por suerte para los cocodrilos y otros animalitos, el Líder
desistió temporalmente.

Pero volvamos al asunto de marras. Fidel Castro, como conocía lo
descreído que era el cubano en lo referente a los asuntos místicos,
sabía que para vender esta nueva revelación era necesario un barniz
científico, por lo que se dedicó a invitar a la isla a unos cuantos
científicos.

Varios vinieron, pero al ver las interpretaciones que de sus escritos
hacía este mesías tropical, rápidamente regresaron a sus países.

Solo uno de ellos, André Voisin, aceptó la invitación, habida cuenta que
solo este alumno comprendía el alcance de sus enseñanzas, ya que en su
país, Francia, nadie le hizo caso.

Su libro "La mecánica de los suelos", cautivó de tal modo a Fidel Castro
que este mamotreto se convirtió por ukase del dictador en lectura
obligada de todos los dirigentes políticos del castrismo.

A partir de aquí y según Fidel Castro, empezó la revolución científica,
claro está, dentro de la revolución. En fin, se abrió el periodo más
florido de los sueños quijotescos del nuevo mesías.

Comenzó así la época de los pastos cuartelados, la inseminación
artificial, las piñas gigantes, el café caturra, el toro Rosafé Signet y
los terneros F-1 (la f por Fidel), el rotolactor, las cortinas
rompe-vientos, el cultivo de fresas y melocotones en el Escambray, la
vaca Ubre Blanca, la súper cosecha de cítricos en Matanzas y Ciego de
Ávila, las vacas enanas, y por supuesto, la zafra de diez millones
toneladas de azúcar.

Fue también la época el florecimiento de los 40 institutos y centro de
investigación agropecuarios que en diez años harían a Cuba el vergel del
Caribe.

Por entonces Fidel Castro no pensaba en el níquel, el tabaco, los
mariscos, la reexportación de petróleo y mucho menos en el turismo, ese
engendro de los yanquis que citando sus palabras, "había convertido a
Cuba en el burdel del Caribe".

Por desgracia para él, en una década todos estos disparates fueron a
parar al inodoro y no le quedó mas solución que aceptar a sus patrones
soviéticos, quienes le impusieron, no solo la economía socialista, sino
también una rígida estructura política que acabó -solo por un tiempo-
con el caudillismo fidelista.

Como esto es agua pasada, no abundaré en el particular.

Pero ojo, hace solo unos años, esta vez armado de un nuevo y muy
peligroso juguete llamado Internet, resurgió el gran agricultor y nos
propuso la panacea que resolvería el problema de la alimentación del
cubano: la moringa.

Por suerte, su hermano reparó en el ridículo que hacía y lo tranquilizó
con 4 hectáreas de tierra para que se entretuviera sin mayores
consecuencias.

Pero, ¡cuidado! Hace unos días invitó a un funcionario de la ONU para
reorganizar las cooperativas agropecuarias y hacer la agricultura desde
abajo.

Por lo mismo y habida cuenta que Raül Castro se convirtió al
catolicismo, roguemos a la Virgen del Cobre que este funcionario
nigeriano se vaya lo más pronto de Cuba para que no perturbe al
ancianito con otras quimeras.

Para Cuba actualidad: palest44@gmail.com

Source: La ciencia según el evangelio de Fidel | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/la-ciencia-segun-el-evangelio-de-fidel/

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