Enfermedades sociales
mayo 27, 2015 10:27 am·
Cuba Actualidad, plaza, La Habana (PD) Vida Cristiana publicó dos
artículos titulados "Parresía Evangélica" que expresan la concepción del
Papa Francisco enunciada hace poco al señalar quince enfermedades
probables dentro de la Curia Romana.
Estos padecimientos no son exclusivos de los prelados, sino también de
las personas comunes. Aquí, en nuestra querida Cuba, son patentes además
en los funcionarios del gobierno.
El primer mal señalado es sentirse indispensable, aspecto crónico por
acá. Llevamos 56 años con esta dificultad a cuestas y según los últimos
truenos, todo indica que la alta jerarquía se empeña en mantenerse en el
poder "por los siglos de los siglos; amén".
El segundo es el exceso de trabajo, que se exige para los de abajo con
rigurosidad, mientras los de los pisos altos se conforman con mandar.
La tercera es la rigidez e insensibilidad, típica de todos los que
mandan, al considerar máquinas a sus subordinados al impartir las
órdenes y querer que los trabajadores sean como ellos quieren, aunque en
su vida personal no sean tan estrictos.
La cuarta es la planificación, que "acaba encerrando la libertad del
espíritu" y la quinta se refiere a la mala coordinación que imposibilita
el trabajo en equipo.
Sobre este asunto aquí hay mucha tela por donde cortar. Aquí se
planifica hasta la vida individual de cada persona y si no haces lo que
está estipulado, ¡pobre de ti!
La número seis corresponde a lo que denomina "Alzheimer espiritual" y
alude al olvido que "degenera una vida sustentada sobre caprichos y
manías convertidos en ídolos".
Si de esto trata, por estos lares tenemos ya esta enfermedad en una fase
muy avanzada, pues olvidarnos del pasado cuando conviene es habitual. Y
en cuanto a manías, idolatría y culto a la personalidad, ni hablemos.
La séptima es la rivalidad y la vanagloria. Esto es un tema con historia
en nuestros anales. En esta etapa en que vivimos, el "quítate tú para
ponerme yo", ha producido buenos frutos y escándalos, para poder
destacarse y decir que "soy el mejor". Basta recordar todas las
sustituciones de funcionarios que se han efectuado con justificaciones
públicas o no. Las guerritas son en todas las escalas y en gran escala.
La octava dolencia es la esquizofrenia existencial por llevar una doble
vida y tiene que ver también con la burocracia. Una doble vida es
llevada por muchos que quieren aparentar lo que no son o lo que no
tienen. En cuanto a trámites alcanzamos el primer lugar y un record
Güines en complicaciones. ¿Quién en Cuba no ha estado envuelto en
papeleos interminables, y "peloteos" de los burócratas?
La novena patología trata sobre el "terrorismo de los chismes". Pequeños
comentarios, a veces sin fundamento, crean cizaña entre las personas y
muchas veces serios problemas. Estas "bolas" echadas a rodar a veces son
iniciadas por la población, pero también pueden ser obra de los medios
oficiales para sondear el pensamiento del pueblo.
La décima, común en el pasado y el presente, es la divinización de los
jefes, la adulación oportunista. Aquí algunos son expertos en el asunto.
La undécima tiene que ver con la indiferencia, algo que cada día crece más.
La duodécima es la incapacidad de contagiar a otros la alegría.
La trece, la acumulación de bienes y regalos, algo que está generalizado
entre los funcionarios y ciertas personas a las que les gusta darse
importancia. El exhibicionismo puede tomar cuerpo de manera individual o
en manifestaciones colectivas, sobre todo entre la juventud, que se
encuentra bien lejos de ser el "hombre nuevo".
No sé si la excelsa figura eclesiástica estará al tanto de nuestros
problemas, dudo que así sea. Como sus preocupaciones no son
exclusivamente religiosas, cuando pronto nos visite, se debe informar más.
Para Cuba Actualidad. jorgelibrero2012@gmail.com
Source: Enfermedades sociales | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/enfermedades-sociales/
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