informadores disidentes en la isla
Por Agencia EFE
Madrid, 27 jul (EFE).- El periodista cubano Julio San Francisco cree que
el desafío de sus colegas disidentes, de los que viven en la Isla y de
los expatriados consiste en seguir luchando por la libertad de prensa
"hasta que llegue la transición a la democracia".
San Francisco es el autor de los "Apuntes para el estudio del Movimiento
Cubano de Periodismo Independiente", su octavo libro, que acaba de poner
a la venta en Internet y en el que narra pormenores de este Movimiento
en cuyos orígenes participaron Rafael Solano, Raúl Rivero y él mismo.
"Quería contar la historia del Movimiento antes de que se perdiese",
dijo hoy a Efe el periodista, al recordar el nacimiento de Habana Press,
la primera agencia cubana de noticias "privada y libre".
San Francisco explica que ese proyecto sólo duró un año, al cabo del
cual, después de presiones contantes por parte de las autoridades
cubanas, sus integrantes afrontaban penas de treinta años de cárcel.
El autor recuerda cómo las políticas aperturistas de la 'perestroika' y
la 'glasnost' generaron una serie de cambios en las publicaciones
periódicas procedentes de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS).
Las revistas "parecían otras", dice San Francisco, y añade que a través
de esas publicaciones que llegaban a la Isla empezaron él y sus colegas
a tener "noticias de los crímenes del comunismo".
A partir de ahí, los periodistas oficiales cubanos empezaron "a
disentir" y decidieron hacerle frente al régimen informando de lo que
sucedía en Cuba desde sus propios puntos de vista.
"Nos arrestaron varias veces; a Rafael Solano lo tuvieron detenido en
ocho ocasiones a lo largo de un año", dice San Francisco.
Este periodista recuerda que la primera noticia que transmitió desde la
agencia fue la muerte de su madre, fallecida en La Habana ante la falta
de una medicina que necesitaba para controlar su tensión arterial.
Esa información era subversiva, dice, porque denunciaba cómo "en la
potencia médica cubana una persona moría por la falta de unas tabletas
para la tensión alta".
Entre otros motivos, la agencia también fue precursora, afirma el
periodista, porque envió a las emisoras de Miami (Florida) las noticias
que el Gobierno de Cuba ocultaba; informaciones que eran escuchadas de
forma clandestina en la Isla, "sobretodo por las noches".
Además de las noticias destinadas a las emisoras de la Florida, Habana
Press producía noticias destinadas a las radios locales Mambí y Martí.
El autor recuerda también la presión policial a que fue sometida la
agencia, con grupos de la policía política "vestidos de verde olivo,
portando armas largas y pasando el día dando vueltas cerca de la sede de
la agencia, haciendo chillar las ruedas de sus patrullas".
Otra medida contra los periodistas afectó la casa de San Francisco, que
durante 43 días tuvo el teléfono pinchado día y noche: "Trece timbrazos
cada veintiún minutos las veinticuatro horas del día; No se podía saber
cuál era la llamada de un amigo que nos llamaba desde el exterior, y
teníamos que cogerlo".
Todos estos y otros recuerdos consignados en los "Apuntes para el
estudio del Movimiento Cubano de Periodismo Independiente" conforman una
parte de la historia de Cuba que San Francisco no quiere que se pierda.
Julio San Francisco cree que "la lucha" de los periodistas cubanos
disidentes, enfrentados todos "a un estado todopoderoso y perfectamente
totalitario", es la misma para los están dentro o los muchos que viven
"desterrados" en muchos lugares del mundo.
Y destaca cómo, "cuando acabaron" con 'Habana Press', en octubre de
1997, ya existían otras siete u ocho agencias en la Isla, y hoy su
número a crecido hasta unas cincuenta en las catorce provincias de Cuba.
http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5iOcoBZbYVaobttkkKJlb4SOHYQEw?docId=1577199
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