Un modesto aporte (II)
Segunda parte de un análisis en que el autor plantea diversas
sugerencias al gobierno de la Isla, para modificar las incongruencias e
impedimentos que ahogan desde los derechos ciudadanos hasta las reformas
Rafael del Pino, EEUU | 30/06/2011
Se ha demostrado que hay leyes establecidas con la intención de evitar,
reducir o coaccionar la criminalidad que no han logrado ese objetivo. En
sociedades avanzadas como la mayoría de los países de la Unión Europea
se ha comprobado que la abolición de la pena de muerte en ningún momento
ha sido factor para el incremento del crimen. En el caso de Cuba, donde
ya prácticamente todas las generaciones que habitan la Isla han crecido
o nacido bajo la Revolución, resulta contradictorio mantener vigente
esta pena extrema que además de ser inhumana significa una vergüenza
aplicarla a miembros de una sociedad que supuestamente ha sido formada y
educada bajo los principios humanistas del socialismo. Abolir la pena de
muerte ayudaría grandemente a mejorar su imagen ante la Unión Europea y
el resto de los países latinoamericanos.
Otro aspecto bastante engorroso que la ministra de Justicia tendrá que
abordar si se quieren hacer proposiciones basadas en estudios serios es
la erradicación de los delitos políticos del Código Penal,
restableciendo el derecho de todos los ciudadanos a expresar libremente
sus opiniones políticas sin discriminación alguna. Aunque hay
innumerables ejemplos voy a traer uno específico para que se entienda
cuan incongruente y disparatada es la SECCION QUINTA del Código Penal
vigente que trata la Propaganda Enemiga. En el ARTICULO 103.2 de dicha
Sección se establece que incurre en privación de libertad de uno a
cuatro años "el que difunda noticias falsas o predicciones maliciosas
tendientes a causar alarma o descontento en la población". En ese saco
cabe de todo. Por ejemplo no hace mucho el actual presidente dijo que
"El país está al borde del precipicio" y hace 31 años, el 20 de enero de
1980 (estando todavía intacta la desaparecida URSS) escuchamos por su
misma boca similares sombrías predicciones "Cuba está enfrentada al
espectro del desastre económico y de la bancarrota con sus secuelas de
hambre y centenas de miles de desocupados". Con esto había ya
suficientes "evidencias" para que un instructor fiscal enviara un carro
del G-2 a llevarse preso a Raúl Castro por el delito de "Propaganda enemiga"
La lógica nos dice con esto que cualquiera que tenga elementos
suficientes para demostrar que una medida del gobierno es improcedente o
que el ministro o vice ministro tal y más cual está robando o actuando
arbitrariamente en el cumplimiento de sus deberes funcionales se lo va a
callar. De nada sirve que el Presidente declare públicamente que quiere
escuchar críticas, que quiere que los ciudadanos expresen abiertamente
lo que piensan. Mientras exista esta espada de Damocles con el rótulo de
"propaganda enemiga" sobre sus cabezas nadie abrirá la boca. Sin la
abolición de todos los delitos políticos del Código Penal difícilmente
se podrá salir adelante en nada social o económico.
Y no hay que ir muy lejos para poner ejemplos concretos de esta
inflexibilidad y dogmatismo. Hace escasamente unos meses al doctor
Esteban Morales, académico cubano y director honorario del Centro de
Estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana fue
criticado y expulsado del Partido Comunista por escribir el artículo:
"Corrupción ¿ la verdadera contrarrevolución?" que trata sobre la
rampante corrupción existente en Cuba.
El partido comunista que por el artículo 5 de la actual constitución es
considerado "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado,
que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la
construcción del socialismo" al cumplir medio siglo de fracasos y
experimentos, e ignorado totalmente por los gobernantes del país durante
catorce años ha perdido toda legitimidad al hundir el país en la crisis
política, social y económica más grande de su historia creada por su
ineficiencia, por sus dogmatismos, su falta de visión, el endiosamiento
de sus líderes, el culto a la personalidad, el despotismo, el desechar e
ignorar en beneficio de un grupo de poder los verdaderos principios de
la construcción del socialismo.
Quien no sabe en Cuba que la mayoría de los seleccionados en los
procesos de crecimiento de las filas del Partido han sido elementos que
ven en la militancia la patente de corso para todas sus fechorías, para
tener impunidad no solo en sus indisciplinas laborales, que son los
primeros en cometerlas, sino en la posibilidad de tener la pantalla
ideal para el desvío de recursos y las corrupciones más diversas. Que
ejemplaridad se le puede pedir a los pinos nuevos cuando estos ven a
diario los despidos, arrestos y condenas a funcionarios oficiales del
más alto nivel la mayoría miembros del Partido, el Comité Central y
algunos inclusive del Buró Político como Juan Carlos Robinson.
Yo no sé en otros organismos del Estado pero mi experiencia como
militante del Partido dentro de las Fuerzas Armadas desde su fundación
me enseñaron que nunca jamás se estudiaron en los círculos políticos los
principios marxistas leninistas ocupando su lugar los discursos del
Comandante en Jefe. Discursos en su mayoría dirigidos a que los
militantes legitimaran sus constantes locuras y disparates en la
conducción del país. Aquellos polvos trajeron estos lodazales en que se
encuentra la nación
Se hace imposible continuar prohibiendo la libre asociación de los
ciudadanos, la creación de diferentes partidos políticos que sí puedan
conducir a Cuba a un verdadero socialismo si eso es lo que desea el
pueblo cubano y la determinación de nuestros compatriotas a elegir
libremente a sus gobernantes. Y no vengan a salir ahora los voceros de
los Ayatolás a decir que jamás se regresará a la politiquería del
capitalismo o al multipartidismo clásico de otros países de sistemas
capitalistas. Que la dignidad, la soberanía, la independencia, el honor
de Cuba y todo el disco rayado con que tratan de justificar el desastre
que ellos mismos han creado no permiten eso. Estoy hablando de
¡SOCIALISMO! De que si el pueblo cubano considera que la meta que la
nación debe alcanzar es ese tipo de sociedad que tengan todo el derecho
de elegir a quienes considere que pueden hacerlo.
¿Qué derecho divino le ha otorgado al fracasado Partido Comunista de
Cuba el monopolio de conducir la nación a un socialismo verdadero? ¿Por
qué ciudadanos cubanos que quieran para su país un sistema socialista
sin todas las lacras, desaciertos y arbitrariedades con que el PCC lo ha
sumido en la crisis social y económica más grande de su historia no
puedan organizar digamos el Partido Socialista de Cuba o el nombre que
deseen darle?
Mantener el artículo 5 de la Constitución otorgándole a los fracasados
del PCC la hegemonía y todo el derecho de gobernar sin alternativa es lo
mismo que dárselas a un grupo de clérigos al estilo de Irán que pueden
decidir sobre el destino de la nación o la vida y la muerte de cualquier
ciudadano. Y cuidado sino peor que los Ayatolás. En Irán aunque estos
apoyen al que mas favorezca sus dogmas y doctrina tienen legalizados
otros partidos que retan seriamente al que ocupa el poder.
Hace unos años una organización disidente recogió las firmas que eran
necesarias para efectuar un plebiscito y las llevaron a la Asamblea
Nacional para su reconocimiento. Inmediatamente el Ayatolá principal que
ha causado toda esta debacle cubana convocó la Asamblea Nacional y
cambió la constitución especificando que el socialismo era irreversible.
Lo que no preguntaron los que perrunamente levantaron la mano en ese
cónclave aprobando este cambio en la constitución fue a qué socialismo
se estaba refiriendo el Presidente de la República ¿De qué socialismo
hablan estos señores? ¿De la atención médica y la educación gratuita?¿De
una que otra medida populista? ¿De convertir un país donde existían
diferencias sociales pero estaba a la cabeza de la mayoría del resto de
los países latinoamericanos en una nación que puede perfectamente
escribir una nueva versión de Los Miserables? Esas "conquistas
socialistas" que constantemente cacarean existen en casi todos los
países de Europa y sí funcionan; incluso Suecia y Francia pasan a sus
vagabundos un estipendio para comer y vestirse.
Lo que ha existido en Cuba hasta ahora no tiene absolutamente nada que
ver con el socialismo. Comenzando que no corresponde en lo absoluto con
los principios marxistas sobre los métodos y caminos para la consecución
de ese tipo de sociedad. Ese es un tema que por su amplitud debemos
abordar con mucha mayor profundidad en otro análisis posterior. Pero de
lo que no se tenga la menor duda es de que en Cuba jamás ha existido
socialismo.
Marx lo definió perfectamente. Para que existiera el socialismo era
necesario que se hubiese desarrollado una producción fabril capitalista
y una estructura industrial moderna, sino no estarían creadas las
condiciones materiales para ese tránsito. Por eso Marx consideraba a
Inglaterra como el país que mejor condiciones reunía en aquella época.
Si en una economía campesina y atrasada Marx consideraba que era
imposible el socialismo ¿cómo diablos se puede considerar que eso es lo
que existe en Cuba cuando el grupo de poder que ha desgobernado al país
por medio siglo ha llevado las relaciones de producción en la
agricultura a niveles del medioevo?
Lo que se está desafiando en este planteamiento de abolir el papel
rector del PCC no es el socialismo es el poder de los que han hecho lo
indecible por obstaculizar los caminos que podían llevar a esa meta.
Medio siglo ha sido más que tiempo suficiente para demostrar la
capacidad de que podían hacerlo. Han fracasado, el tiempo biológico se
les ha terminado. Es necesario darle a otros cuadros cubanos jóvenes y
capaces la posibilidad de presentar una plataforma programática nueva y
dinámica para la consecución de los objetivos políticos que la mayoría
del pueblo cubano entienda y acepte con su libre elección no con la
imposición de candidatos previamente seleccionados por una mafia auto
investida de poderes divinos irrevocables.
Observando desde afuera este interminable partido de dominó he hecho mis
modestas sugerencias. Los dirigentes cubanos podrán hacer caso omiso a
estas ideas y sugerencias, podrán optar por continuar tocando la
orquesta como continuó la del Titanic durante su hundimiento pero con
solo consultar las estadísticas de longevidad sabrán que el tiempo ya se
les ha acabado. Desconozco qué legado querrán dejarle a la nación pero
si después de medio siglo de errores y fracasos la terquedad y el
inmovilismo se imponen, muy pronto los que vengan detrás entregaran el
país en bandeja de plata al capital extranjero y los criollos tendrán
solo dos opciones, conformarse con seguir siendo siervos de la gleba o
tomar el camino de la primavera Árabe. No se sabe qué puede ser peor.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/un-modesto-aporte-ii-264783
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