Jueves, 30 de Junio de 2011 02:27
Ainí Martin Valero
Regla, La Habana, 30 de junio de 2011, (PD) EL Malecón habanero, lugar
donde a diario se reúnen cientos de personas, es un lugar perfecto para
vendedores ambulantes que no están bajo la ley del cuentapropismo.
Amelia Cortina, una joven que vive frente al Malecón, comentó: "Sólo hay
que sentarse en el muro después de las 6 de la tarde para comprar lo que
sea: cucuruchos de maní, almohadillas sanitarias, cintos, toallitas,
dulces, medias, chicles, etc. Los vendedores caminan casi todo el
Malecón y cuando ven un policía escoden la mercancía y se sientan en el
muro como si estuvieran ahí por puro placer. La verdad es que ellos
resuelven mucho a los que vivimos por aquí y a muchos que están de paso".
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