3 de diciembre de 2010

Cuba pide a los espectadores de béisbol que devuelvan las pelotas

Cuba pide a los espectadores de béisbol que devuelvan las pelotas

La consigna del ahorro a toda costa llega al béisbol cubano: que nadie
se lleve a su casa una pelota capturada al vuelo en las gradas
FERNANDO GARCÍA | La Habana/Corresponsal | 02/12/2010 | Actualizada a
las 01:44h | Internacional

La política de austeridad en Cuba no tiene límites. No sobran ni
pelotas, según advirtió un comentarista deportivo al inaugurarse la
temporada de béisbol. El periodista, siguiendo indicaciones del
Gobierno, hizo un dramático llamamiento a los aficionados para que
devuelvan las bolas que los bateadores consiguen lanzar hasta las
gradas: unas veinte en cada uno de los 740 encuentros de la liga
nacional, según sus cálculos.

"¿Saben cuánto le cuesta cada pelota al país?", preguntó el
comentarista. "¡7,2 dólares!", respondió. "Una simple multiplicación
–siguió– nos da que las pelotas que no vuelven suman casi 110.000
dólares. Así que meditemos sobre estas cifras y que se devuelvan todas
las pelotas en los estadios. Es un deber de todo ciudadano amante del
béisbol".

El asunto parece menor, dado el volumen del posible ahorro. Más
importante será el recorte en el gasto de luz que se persigue con la
paralela decisión de limitar los partidos nocturnos a los que se
transmitan por televisión.

Pero el béisbol no es una broma en Cuba. Y la devolución de una pelota
capturada al vuelo en disputa con otros espectadores representa un
sacrificio: uno más entre los que Raúl Castro y su gobierno están
pidiendo a la población para afrontar la crisis.

En espera de conocer la respuesta del personal a la hora de la verdad,
de momento las opiniones de los adictos son muy diversas. "¿Devolver las
bolas, con lo caras que son? Negativo, amigo". O "ni lo sueñe", dijeron
quienes hablaron bajo la certeza del anonimato. Más cautelosos se
mostraron los consultados ayer en la esquina caliente, de Parque
Central, el rincón donde los fanáticos discuten a voz en cuello los
pormenores de cada partido. "Siempre habrá algún indisciplinado, pero
claro que se devolverán", aseguró Leonel Pérez, de Granma. "Seguro",
confirmó Juanito Contreras, de Guantánamo; "En las provincias orientales
lo hacemos siempre, y antes se hacía en todo el país". Es cierto, según
verificaron varios especialistas.

La Historia del béisbol es un espejo de la de Cuba en tiempos recientes,
incluido en lo relativo a la actitud de los seguidores. Hay distintas
versiones de cuándo y por qué los aficionados abandonaron su sentido del
socialismo pelotero y empezaron a quedarse con las bolas: que si fue a
raíz de un encuentro con la selección venezolana en que la afición rival
se llevó a casa unas cuantas; que si todo empezó cuando se decidió
cobrar la entrada (1 peso cubano, unos 3 céntimos de euro); que si las
pelotas de importación utilizadas en los partidos eran mucho mejores que
las de fabricación nacional, las cuales se abombaban y saltaban en
pedazos a los pocos golpes de bate…

El béisbol sigue reinando en la mayor de las Antillas. Pero ahora
compite a muerte con otro deporte. "¿Qué le pareció el partido del
lunes", me preguntan en la esquina caliente. "Disculpe, no sigo el
béisbol?", respondo. "¡Pero qué dice! Le hablo del Barça-Madrid, me
corrigen. "¡Qué cosa más grande!". No hay que aguzar mucho el oído para
comprender lo que está pasando en la cotidiana trifulca del Parque
Central de La Habana. Allí no se debate ya sólo de béisbol. El fútbol
gana terreno día a día. Cuba está cambiando; también sus aficiones.

http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20101202/54078770167/cuba-pide-a-los-espectadores-de-beisbol-que-devuelvan-las-pelotas.html

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