EE UU sospecha de grupos de la oposición cubana en España
La embajada en Madrid cree que el fundador de Cuba Democracia Ya! es
agente cubano y recela de Encuentro Cubano, una plataforma que recibe
fondos norteamericanos
JUAN JESÚS AZNÁREZ - Madrid - 17/12/2010
La plataforma opositora Cuba Democracia Ya! es observada con cautela por
la Embajada de Estados Unidos en Madrid porque sospecha sobre la
verdadera identidad de Rigoberto Carceller, presidente de la plataforma
hasta el pasado 24 de noviembre, dos días antes del arranque de la
publicación de los documentos del Departamento de Estado, en que dimitió
"por razones personales".
El informe de la embajada sobre los grupos de oposición cubanos en
España, redactado por el embajador Eduardo Aguirre hace tres años,
subraya que "varios funcionarios del Ministerio español de Asuntos
Exteriores, la policía y oficiales de seguridad han identificado a
Carceller como agente del Gobierno cubano, además de que respetados
grupos de derechos humanos cubanos desconfían de Carceller".
La plataforma bajo sospecha fue fundada en el año 1998 por Rigoberto
Carceller, de 47 años, autorizado a salir de Cuba en 1993 después de
haber cumplido prisión por su activismo en beneficio del Movimiento
Cristiano de Liberación, de Oswaldo Payá. Es presentado en el cable como
un hábil promotor de sí mismo. Al ser preguntado sobre su inclusión en
la comunicación diplomática, Rigoberto Carceller, respondió a este
periódico: "Me quedo sorprendido, pero siempre he sido una persona a la
que mucha gente ha acusado de todo al no poder meterme en su molde. Yo
no he sido una oveja como otros. Y como no me he doblegado ante
potencias extranjeras, entre ellas Estados Unidos, pues me acusan".
-¿Y por qué dimitió el día 24 de noviembre?
-Para dar paso a las nuevas generaciones, que tienen que ir preparándose
para la transición en Cuba.
Menos activos políticamente
Durante muchos años, la Embajada norteamericana ha mantenido contactos
con los grupos de oposición y cultiva contactos en la comunidad cubana,
calculada en unas 80.000 personas. La relación de grupos recogidos en
las siete páginas del despacho no completa la totalidad de los
existentes. Comparado con la comunidad cubana-americana, los cubanos en
España son menos activos políticamente y "muchos son inmigrantes de
carácter económico, músicos, artistas y otros que buscaron mejorar su
vida durante la postración de la economía cubana de los ochenta y el
colapso de los noventa".
El embajador Aguirre, de origen cubano, también recela del grupo
Encuentro de la Cultura Cubana, dirigido por Annabelle Rodríguez, hija
de Carlos Rafael Rodríguez, vicepresidente de la revolución cubana e
histórico miembro del Buró Político del Partido Comunista cubano (PCC)
fallecido en 1997. Rodríguez trabajó para Felipe González y por ello
"tuvo problemas con el Gobierno cubano". No pudo viajar a Cuba durante
varios años. Mantiene vínculos de amistad con Trinidad Jiménez, ministra
de Asuntos Exteriores, desde los tiempos de su integración en el equipo
del ex presidente español. "Varias de nuestras fuentes afirman que
Encuentro está penetrado por los servicios de inteligencia cubanos, ya
que varios directivos de Encuentro entran y salen de Cuba libremente a
pesar de pertenecer a esta organización", dice el cable.
Anabelle Rodríguez, la responsable de Encuentro, de centro-izquierda,
lleva más de 30 años de residencia en España, pero "continúa teniendo
estrechos lazos con el liderazgo cubano a través de su hermana, casada
con un oficial de las Fuerzas Armadas cubanas.
Contactos con PP y PSOE
Rafael Rubio y Matías Jove, también españoles, presiden la Asociación
Española Cuba en Transición (AECT) y son políticamente cercanos al
Partido Popular, aunque tienen "algunos contactos" en el PSOE. "Es una
buena fuente de información", dice el cable, que cita a la AECT como
receptora de una ayuda económica de la USAID (Agencia de Ayuda al
Desarrollo de EE UU) "pequeña", según otro despacho, a través del grupo
Centro por una Cuba libre, con sede en EE UU, "pero nos ha pedido que
protejamos esta información". Rubio reconoció ayer a este diario haber
recibido fondos, "pero todos se han utilizado en costear los viajes y
estancia en Cuba de personas que se entrevistan con disidentes y
familiares de presos. Todo se ha dedicado a la ayuda humanitaria".
Rubio se reunió con un funcionario de la embajada en Madrid y dijo que
el entonces embajador español en La Habana, Carlos Zaldívar, era "un
marxista en su fundamental percepción del mundo y, por lo tanto, incapaz
de efectuar una objetiva evaluación de Cuba".
La clasificación de las organizaciones en Madrid empieza con la Unión
Liberal Cubana, presidida por Carlos Alberto Montaner, "que es
principalmente una herramienta de Montaner, el destacado autor y
activista que divide su tiempo entre Madrid y Miami".
El periodista Raúl Rivero, cuya esposa, Blanca Reyes, es la
representante europea de las Damas de Blanco, movilizadas en Cuba en
exigencia de la liberación de sus maridos presos, es mencionado en el
despacho. Rivero permanece en contacto con los disidentes en la isla y
"es una buena fuente para conocer el pensamiento del régimen de Castro".
Carlos Payá, hermano de Oswaldo Payá, se dedica más a su profesión de
arquitecto que al Movimiento Cristiano, informa Aguirre.
Tampoco le convence Unión del Pueblo Cubano, presidido por Elena
Larrinaga, por su enfoque "mercantilista" de algunos asuntos, según
indica el documento, y su apatía en la defensa de los derechos humanos.
La lista agrega a la Comisión Cubana Pro Derechos Humanos, una de las
organizaciones más antiguas; Solidaridad con Cuba, "activa en Internet",
y a la Editorial Colibrí, que publica libros relacionados con Cuba.
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