El disidente cubano, que no ha podido viajar a Bruselas a recoger el
premio Sajarov, pide a la UE que no ceda en su posición común respecto a
Cuba
RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO - Bruselas - 15/12/2010
Guillermo Fariñas, el disidente cubano premio Sajarov a la Libertad de
Conciencia 2010, ha pedido esta mañana en un duro y dramático discurso,
grabado para el Parlamento Europeo, que la Unión Europea no ceda en la
posición común que mantiene desde 1996 a distancia al régimen castrista,
al que he definido como "un sistema autocrático" que tiene sometida a la
población cubana a un régimen de esclavitud: "Los ciudadanos somos lo
que fueron mis ancestros". Fariñas, que protagonizó una huelga de hambre
de más de cuatro meses contra el régimen de los hermanos Castro, ha
planteado cinco condiciones para la normalización de relaciones entre la
UE y La Habana, empezando por la libertad de todos los presos y
terminando por que se permita a los cubanos de la diáspora participar en
la vida de Cuba.
Las palabras de Fariñas, escuchadas en silencio en la Eurocámara antes
de ser rubricadas con aplausos, han puesto fin a la ceremonia de entrega
del premio Sajarov, que le fue concedido en octubre por el Parlamento
Europeo por su infatigable lucha por la libertad en la isla. El
disidente no fue autorizado a salir de Cuba y, como hace unos días con
el Nobel de la Paz en Oslo, la ceremonia se ha celebrado ante una silla
vacía, esta vez cubierta con la bandera cubana sobre la que final se ha
depositado el diploma acreditativo del premio. Ha sido a partir de ese
instante cuando han comenzado a sonar por la megafonía del hemiciclo las
graves palabras de Fariñas, grabadas ayer en su residencia de Santa Clara.
Un discurso de seis minutos
"Por desgracia no puedo estar con ustedes en representación del rebelde
pueblo cubano", ha comenzado la alocución de seis minutos en la que
Fariñas ha arremetido contra los que "desgobiernan en nuestra patria".
"Por infortunio nada ha cambiado en el sistema autocrático", ha
enfatizado, en respuesta a los que alegan, como el Gobierno español, que
en Cuba se están moviendo las cosas. "Los ciudadanos somos lo que fueron
mis ancestros", esclavos que necesitan permiso para moverse.
El permiso que el régimen no le ha concedido para viajar a Estrasburgo
no ha impedido a Fariñas hablar claro y alto. "No se dejen engañar", ha
dicho a los europarlamentarios y, a través de la ellos, a la UE: "Sería
un error pensar que [los 54 presos liberados en las pasadas semanas]
fueron puestos en libertad". Ellos y sus familiares han sido
"extorsionados por el Gobierno neoestalinista cubano". Fariñas ha
planteado cinco condiciones para eliminar la posición común que mantiene
parcialmente congeladas las relaciones de la UE con el castrismo:
liberación de todos los presos políticos y de conciencia; suspensión de
palizas y amenazas; que desaparezca las leyes que atentan contra la
declaración universal de los derechos humanos; que se permita la
creación de partidos, prensa y sindicatos independientes, y que todos
los cubanos de la diáspora puedan participar en la vida económica,
social y cultural de Cuba. La posición común fue aprobada en 1996 a
iniciativa del Ejecutivo de José María Aznar y supedita las relaciones
comunitarias a que haya avances en la democratización de la isla.
La de hoy no ha sido la primera vez que el Sajarov se entrega en
ausencia del galardonado. Hace dos años, el activista chino Hu Jia
seguía en la cárcel a la hora de la ceremonia y su esposa envió un
vídeo. Familiares de la birmana Aung San Suu Kyi y de las Damas de
Blanco, recibieron el diploma acreditativo en 1991 y 2005,
respectivamente. Esta es la tercera ocasión en sus 22 ediciones que el
Parlamento Europeo premia a un miembro de la disidencia cubana, después
de los galardones a Oswaldo Payá Sardiñas en 2002 y a las Damas de
Blanco. El Parlamento Europeo ha condenado la situación en Cuba en
cuatro resoluciones aprobadas en los últimos seis años, la última el
pasado febrero a raíz de la muerte de Orlando Zapata y en varias de
ellas se ha pronunciado en contra de modificar la política común europea.
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