Gritos de 'libertad' en el entierro de Orlando Zapata
Por JUAN O. TAMAYO
jtamayo@elnuevoherald.com
Entre gritos de "abajo la dictadura'', y a pesar de una fuerte presencia
de la policía secreta, unas 150 personas asistieron el jueves al sepelio
de Orlando Zapata, un preso político que murió tras una huelga de hambre
para protestar abusos en la cárcel.
"Esto me ha dado aún más fuerza para seguir luchando [. . .] por la
democracia, la libertad, y pienso que él es un ejemplo para el pueblo
cubano, una muestra de valentía'', afirmó su madre, Reina Tamayo.
Numerosos agentes de la Seguridad, "algunos incluso en los arbustos'',
vigilaron mientras los 150 familiares, vecinos y disidentes caminaron
desde la casa de Tamayo en el pueblo oriental de Banes hasta el
cementerio, declaró Tamayo a El Nuevo Herald tras la ceremonia.
Gritos repetidos de "¡Libertad para todos los presos políticos!'', y
"¡Abajo la dictadura!'' se escucharon de todos modos durante el
entierro, según una grabación de la ceremonia enviada a un grupo en
Miami que apoya a los disidentes en la isla.
Al preguntársele sobre el comentario del gobernante cubano Raúl Castro
de que la muerte de Zapata había sido "lamentable'', Tamayo dijo: "No le
acepto al gobierno cubano esas condolencias, porque son asesinos''.
Los partidarios de Zapata alegan que en esencia las autoridades cubanas
mataron al preso, de 42 años, encarcelado desde el 2003, debido a que
tres golpizas propinadas por sus carceleros lo llevaron a comenzar la
huelga de hambre de 83 días. Zapata murió el martes.
"Mi hijo, solamente te mataron porque no te rendiste a ellos. Moriste de
frente, mi hijo, no de rodillas'', afirma Tamayo en la grabación del
entierro.
Tamayo alegó también que las autoridades de la cárcel abusaron de Zapata
con una saña particular porque él era negro.
"La razón es porque es negro [. . .] Ellos dijeron: 'Vamos a terminar
con este negro' ''.
"Tu ejemplo será el que vamos a seguir todos'', se escucha decir en la
grabación a una mujer identificada sólo como una de las Damas de Blanco,
un grupo de mujeres emparentadas con disidentes encarcelados.
Los medios de prensa cubanos, controlados por el gobierno, no habían
mencionado su muerte hasta el jueves. El corresponsal en La Habana del
periódico español El País reportó que las autoridades habían "aconsejado
a los corresponsales extranjeros que no viajaran a Banes a cubrir el
funeral''.
El gobierno también se aseguró de que no hubiera otras protestas en la
isla, deteniendo a docenas de disidentes y advirtiendo a otros que se
quedaran en sus casas, aseguró Elizardo Sánchez, jefe de la Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que es ilegal,
pero tolerada.
"Según nuestra cuenta, la oleada de represión del gobierno afectó a
alrededor de 100 personas'', indicó Sánchez por teléfono desde La
Habana, y añadió que, aunque la mayoría de los arrestos fueron de corta
duración, algunos de los disidentes todavía no habían regresado a sus
casas el jueves.
"Pero, de todas maneras, esta muerte va a animar mucho a la resistencia
contra el régimen'', añadió Sánchez.
Al menos siete casos de presos cubanos que murieron durante huelgas de
hambre han sido "bien documentadas'' bajo el gobierno de los Castro, el
último en 1992, dijo María Werlau, directora ejecutiva del Archivo de Cuba.
Está por verse si los disidentes cubanos aumentarán sus actividades, y
si estas tendrán un mayor impacto, pero está claro que la muerte de
Zapata se ha convertido en un asunto internacional, y funcionarios de
gobiernos extranjeros han seguido criticando al gobierno cubano por
dejarlo morir, mientras que La Habana ataca a Zapata y defiende sus
propias acciones.
Zapata tenía un expediente delictivo que se remontaba a 1990, y que
incluía cargos de fraude, "exhibicionismo público'' y tenencia de armas
blancas, y en la cárcel atacó a funcionarios de la prisión, de acuerdo
con un correo electrónico enviado por Alberto González, portavoz de la
misión diplomática cubana en Washington.
Zapata recibió "todas las medicinas y tratamientos requeridos hasta su
muerte'', escribió González, quien agregó: " Cuba lamenta la muerte de
esta persona. En este caso, víctima del juego sucio y de subversión del
gobierno de Estados Unidos contra Cuba que incita y busca actos con
desenlaces fatales como este''.
La Habana publicó además el miércoles el texto completo de los
comentarios de Castro en el que el gobernante cubano también parece
culpar de la muerte al gobierno norteamericano.
"El día que los Estados Unidos decidan convivir en paz con nosotros, se
acabarán todos esos problemas'', rezó el comentario.
Líderes extranjeros continuaron de todos modos criticando a Cuba, e
incluso el primer ministro español José Luis Rodríguez Zapatero, un
socialista que quiere que la Unión Europea levante todas sus sanciones a
la isla, declaró en contra de La Habana.
"Debemos exigir al régimen cubano que devuelva la libertad a los presos
de conciencia y respete los derechos humanos [. . .] Esta es una
exigencia fundamental de la comunidad internacional'', subrayó Zapatero,
cuyo gobierno solamente había dicho previamente que lamentaba la muerte
de Zapata.
El ex primer ministro español José María Aznar dijo que los disidentes
cubanos están combatiendo "la tiranía comunista'', y editoriales de los
periódicos españoles calificaron el caso Zapata de "repugnante'' y de
"otro crimen castrista'' que requiere ''una condena enérgica''.
Por segundo día consecutivo, la secretaria de Estado Hillary Clinton
condenó a Cuba, diciendo que Zapata "estuvo encarcelado durante años por
decir lo que creía, por buscar la democracia'', y que Washington había
pedido a las autoridades cubanas que le dieran atención médica durante
la huelga de hambre.
"Desafortunadamente, él pagó con su vida por su valor y compromiso'',
afirmó Clinton.
El ex presidente de Polonia Lech Walesa instó a los demás laureados con
el Premio Nobel de la Paz a "emprender acciones comunes para [. . .]
exigir la liberación inmediata de quienes han sido condenados a años de
cárcel a causa de sus convicciones [en Cuba]''.
Lawrence Cannon, ministro de Relaciones Exteriores de Canadá., exigió la
liberación de todos los presos políticos cubanos, y un vocero suyo
indicó que el ministerio iba a convocar a la embajadora cubana en
Ottawa, Teresita de Jesús Vicente Sotolongo, para que ''explicara'' las
circunstancias de la muerte de Zapata.
En América Latina, el presidente electo de Chile, el centro-derechista
Sebastián Piñera, llamó a Zapata un "defensor de los derechos humanos''
y exigió la liberación inmediata de los 200 presos políticos cubanos. El
Senado de Brasil adoptó "un voto de condolencia''.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, declaró
que lamentaba la muerte de Zapata', pero añadió: "Preferimos no hacer
comentarios sobre el tema específico de los presos en Cuba''.
Mientras tanto, la Iglesia Católica de Cuba aseguró haber hecho varias
solicitudes para visitar a Zapata en la cárcel, "lo cual no pudo
realizarse'', y "de la misma manera ha pedido [. . .] a las autoridades
que tienen en sus manos la vida y salud de los prisioneros que se tomen
las medidas adecuadas para que situaciones como estas no se repitan''.
La declaración de la Iglesia llamó deliberadamente a Zapata "un
prisionero de conciencia'', y dijo que se habían enterado de su muerte a
través de la prensa extranjera.
Gritos de 'libertad' en el entierro de Orlando Zapata - Cuba -
ElNuevoHerald.com (26 February 2010)
http://www.elnuevoherald.com/2010/02/26/v-fullstory/662329/orlando-zapata-sepultado-bajo.html
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