José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Calixto García Iñiguez,
el general de las tres guerras y la estrella en la frente, ha estado
desde finales de julio y durante parte del mes de agosto en la palestra
nacional.
El 26 de julio, en Holguín, ciudad donde nació el prócer, Raúl Castro
habló de sus virtudes y elogió con fervor a la madre de García, que en
su momento enfatizó el orgullo que sentía por su hijo al enterarse que
había preferido suicidarse, disparándose, antes que caer prisionero de
los españoles.
El primero de agosto Castro volvió a recordarlo, aunque de forma
indirecta, en su discurso ante la Asamblea del Poder Popular: "En la
primera línea estarán para siempre los mambises del siglo XXI, nuestras
gloriosas Fuerzas Armadas revolucionarias, que sí fueron capaces esta
vez de entrar victoriosas en Santiago de Cuba el primero de enero de 1959".
Tres días después, el diario oficial Granma, al cumplirse 170 años de su
natalicio, puso en portada una foto suya y publicó una breve biografía
del patriota. Y otra vez, el 26 de agosto, al cumplirse 130 años del
inicio de la llamada Guerra Chiquita, los medios lo mencionaron.
El Mayor General Calixto García Íñiguez combatió en la primera Guerra
de Independencia (1868-78), en la Chiquita (1879-80) y en la Guerra
Necesaria organizada por José Martí (1895-98), que culminó con la
intervención norteamericana.
García Íñiguez era el segundo al mando del Ejercito Libertador, y los
oficiales estadounidenses no lo dejaron entrar en Santiago de Cuba tras
la rendición del ejército español.
Se alegó, para justificar aquel acto, que se trataba de proteger a los
ciudadanos españoles de una posible represalia de los mambises. El
General García se sintió humillado y escribió una carta al General
Shafter, que se convirtió en un documento importante de la historia de Cuba.
Hoy, siempre que se menciona a Calixto García, se dice que los yanquis
no le permitieron la entrada a Santiago de Cuba. Pero eso es simple
retórica.
La imagen del héroe está en los billetes de cincuenta pesos, y no lo
dejan entrar hace años a ninguno de los miles de comercios, centros
turísticos y hoteles propiedad del Estado que venden sus productos o
prestan servicio en divisas. No importa que los billetes lleven las
siguientes palabras: "Este billete tiene curso legal y fuerza
liberatoria ilimitada, de acuerdo con la ley, para el pago de toda
obligación contraída o a cumplir en el territorio nacional."
Ni siquiera lo dejaron "entrar" en esos lugares al cumplirse el
aniversario 170 de su natalicio, ni a pesar de sus grandes méritos
humanos y patrióticos. El régimen no tiene interés en que eso cambie.
Cuba: Retórica y nada más (1 September 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/Sept09/01_C_4.html
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