Viernes, Marzo 30, 2012 | Por Augusto Cesar San Martin
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -El académico cubano-americano 
Juan Villafaña, residente en Washington, enunció varias circunstancias 
que, en su opinión, propician que en Cuba se produzca una rebelión popular.
El primero de los factores internos enunciados por el académico es el 
¨descontento con las limitadas reformas del General Raúl Castro".
La mayor parte de la población del país está constituida por las 
generaciones nacidas bajo las restricciones del socialismo castrista. 
Las medidas tomadas por Raúl Castro no se perciben como limitadas. 
Aparentan pasos de avance después del inmovilismo de cinco décadas. Los 
cubanos esperan más reformas, pero por lo general sus esperanzas no 
incluyen reformas en lo relativo a la libertad de expresión o asociación.
El pueblo está concentrado en la espera de transformaciones económicas 
que mejoren su situación domestica. Sólo el levantamiento de las 
restricciones migratorias se sale de este contexto, y no completamente.
¨La profundización de las diferencias raciales y sociales¨, es otro de 
los factores internos que apunta el académico. Ambos fenómenos han 
convivido con la revolución a lo largo de más de 50 años. La única 
diferencia es que en los últimos años se han hecho notar un poco más.
Las capas sociales, que empobrecen de forma sistemática, se aferran al 
hábito de vivir en la escasez, y sobreviven mediante los resultados de 
la corrupción y el mercado negro. La corrupción depende de la 
providencia gubernamental, que supuestamente le ha declarado la guerra 
sin cuartel a este aliado nocivo. Reprimir en exceso este mal, que 
alimenta el mercado negro y sustenta familias enteras, sí podría 
asfixiar al estrato social que depende de él.
En cuanto a las diferencias raciales, existe un movimiento incipiente de 
emancipación, al que le falta madurez y organización para convertirse en 
factor insurreccional.
¨Una nueva efervescencia por la visita del Papa¨. Esta es otra de las 
circunstancias propiciatorias enunciadas por Villafaña. Pero así como 
para cualquier país católico es una gran suerte la visita del Sumo 
Pontífice, para los cubanos no lo es. Ya se reveló con Juan Pablo II. La 
efervescencia que se percibe en el país se muestra por parte del 
gobierno y la jerarquía eclesiástica. Para el pueblo, la visita del Papa 
representa apenas otro día feriado.
La Iglesia Católica y el gobierno comunista comenzaron un romance con el 
acuerdo que desterró a los presos políticos. Algunos clérigos se 
hicieron impopulares, y el gobierno continuó encarcelando y reprimiendo 
opositores. Ambas instituciones se benefician con la visita del 
Pontífice, mucho más que un pueblo que se ha refugiado en el sincretismo 
religioso para buscar respuestas a sus acuciantes angustias económicas y 
de todo tipo.
¨El cansancio con un sistema revolucionario que nada resuelve y la 
gerontocracia que se aferra al poder¨, son también factores expresados 
en todos los diálogos populares. El cansancio y la burla hacia un 
sistema cuyos dirigentes mueren en el poder, se evidencian hasta en los 
afiliados al gobierno. Pero esta situación no parece capaz de producir 
por si sola un levantamiento popular.
La represión ejercida sobre el movimiento opositor organizado, la 
desconfianza sembrada dentro de las filas de la oposición y el pueblo, 
mediante el destape periódico de agentes del gobierno infiltrados, y a 
través del monopolio informativo, son factores que actúan como muro de 
contención para un levantamiento popular definitorio.
Todo lo anterior aísla a la oposición organizada, que se manifiesta en 
las calles y hace que la población en general se autoreprima, mientras 
espera resignada que el desenlace se produzca con la muerte de los 
hermanos Castro.
En cuanto a los factores externos, prefiero resumirlos: Washington es el 
Enemigo, que, a conveniencia del gobierno cubano, paradójicamente 
reaparece para salvar a la revolución y da la excusa perfecta hasta para 
cambiar la Constitución de la República en dos días.
La táctica de la cuerda extendida es la constante en la política 
internacional del gobierno. El caso del rehén Alan Gross y la alianza 
Cuba-Venezuela-Irán son ejemplos de cartas con que juegan los Castro y 
las utilizan según aumente o disminuya la tensión del dogal.
http://www.cubanet.org/articulos/de-cerca-no-se-ven-tan-claras/
 
 
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