30 de marzo de 2012

Cubanos en Miami esperan que visita papal cambie a Cuba


Publicado el jueves, 03.29.12

Cubanos en Miami esperan que visita papal cambie a Cuba
Alfonso Chardy
achardy@elnuevoherald.com

Minutos después de que el avión del Papa Benedicto XVI partiera de La Habana el miércoles, varios cubanos en Miami dijeron que esperaban que la visita ayude a provocar cambios en la isla, permitiendo que haya más religiosidad y apertura política.

“El Papa vino a un país que durante medio siglo no ha escuchado el Evangelio”, dijo en la Ermita de la Virgen de la Caridad del Cobre monseñor Agustín Román, obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de Miami.

En la Ermita, donde decenas de feligreses se congregaron para ver en una pantalla gigante la ceremonia de despedida al Papa en el Aeropuerto Internacional José Martí, Román agregó que a los cubanos el mensaje de Jesús no ha podido llegarles por la radio, la televisión ni la prensa debido a la censura del gobierno.

“Yo creo que el Papa ha tocado ese punto precisamente. Ese es el legado: el mensaje del evangelio. Cuba no ha tenido nunca un mensaje así para todo el pueblo”, dijo Román. “Todo era política. Entonces el Papa le ha dado como un retiro espiritual”.

El rector de la Ermita, Juan Rumín Domínguez, dijo que el legado de esta visita ha sido sembrar esperanza en el corazón del pueblo cubano que tiene necesidad de escuchar un mensaje diferente al mensaje anclado en el pasado de una dictadura de más de 50 años.

“El Papa estuvo hablando del futuro. El Papa dijo que Cuba necesita cambios y usted sabe muy bien que esa palabra cambio y la palabra libertad que usó el Papa varias veces en su homilía en la misa de La Habana ha provocado que muchas personas en Cuba estén guardando prisión”, indicó. “Muchas personas en Cuba, por decir esas palabras y usar la palabra cambio, ahora mismo están siendo reprimidas. El Papa ha tocado el punto esencial de lo que realmente necesita el pueblo de Cuba”.

Entre los feligreses que presenciaron la partida del Papa desde la Ermita estaba María Elena Benítez, encargada de la cafetería Los Tres Juanes, frente a la entrada principal del santuario y quien vivía en Cuba cuando el Papa Juan Pablo II visitó la isla en 1998.

“Como católica, para mí es lo máximo que el representante de la Iglesia haya ido a mi país y que los católicos cubanos lo pudieron ver”, dijo. “Fue la cosa más maravillosa. Para los católicos es algo impresionante”.

Israel Fernández, que llegó de Cuba en 1980, dijo que la visita papal conmovió a los cubanos, dándoles esperanza hacia el futuro.

“La visita ha sido de gran estímulo para el pueblo cubano, porque se ha visto cómo las personas han llorado ante su presencia, porque se han conmovido de que él visitara un pueblo que está afligido durante más de 50 años, maltratado. El mensaje del Papa fue la esperanza”.

Pedro Velunza, de 21 años, quien llegó de Cuba hace dos meses, estuvo de acuerdo en que la visita trajo esperanza de cambio.

“Me alegró mucho que haya ido a Cuba porque así la religión católica cubana crece un poco mas”, precisó. “Trajo un mensaje de paz, que es muy necesario principalmente en Cuba. Me imagino que el pueblo cubano haya sentido mucha emoción y una gran esperanza”.

Rafael Abislaimán, quien vino de la isla en 1961, opinó que el Papa pudo haber profundizado la religiosidad de los cubanos y su ansia de libertad.

“Puede tener la visita un impacto espiritual y por otro lado, un impacto político”, dijo. “Sobre todo, la misa en La Habana a mí me parece que dejó muchos impactos. Las enseñanzas del Papa y saber que el caso cubano está en su corazón es una gran cosa. Si cambia a una persona ya es suficiente. Si cambia a miles de personas mucho mejor”.

En La Pequeña Habana, algunos exiliados expresaron opiniones similares, pero otros mostraron escepticismo de que la visita pudiera traer cambios.

“La visita del Papa forma parte de una combinación o estrategia para confundir a la gente”, dijo Antonio Llano Montes, comentarista de la emisora WAQI Radio Mambí, quien salía con un grupo de amigos del Restaurante Versailles en la Calle Ocho. “Todo tiene el mismo objetivo: beneficiar a Fidel Castro y a su régimen”.

Beba Dante, que llegó en 1960, dijo que sentía una mezcla de alegría y tristeza por la visita.

“Me emocionó mucho verlo”, dijo Dante, mientras caminaba hacia su auto en un estacionamiento de la Calle Ocho cerca de la avenida 37 del suroeste. “Pero yo creo de verdad que a él lo han manipulado. Yo creo que él no sabe exactamente lo que está pasando en Cuba y si lo sabe no puede hacer nada. Pero, bueno, quizá hace renacer el catolicismo y la fe en que vamos a salvar a esa isla algún día”.

http://www.elnuevoherald.com/2012/03/29/1164774/cubanos-en-miami-esperan-que-visita.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario