Los Drones
¿De dónde sacan estos personajes los jerarcas del desgobierno?
José Gabriel Barrenechea, Santa Clara | 29/03/2017 10:16 am
De mi adolescencia recuerdo la existencia de un tipo particular de
pichón de humano, cuya más profunda disquisición era determinar quién
podía más, si Bruce Lee o Chuck Norris. Algunos de mis condiscípulos
gastaron no pocas horas de sus vidas en disputas parecidas.
El paso siguiente de estos personajes era dedicarse a engordar músculos
en algún rudimentario gimnasio, o a romper ladrillos en algún Dojo. Sus
vidas no tardaban en reducirse, poco a poco, a semejantes devociones,
para de manera ineluctable terminar en aquella caricatura de Vampiros en
La Habana, en que el forzudo más que ocuparse de la rubia despampanante
a su lado, se dedica a mostrarle sus músculos.
—¿Viste los bíceps?, mira ahora los tríceps.
Me vienen estas reflexiones ahora que cada mañana veo desfilar por el
parque Leoncio Vidal a media docena de boinas negras. O sea, la Unidad
Especializada de la Policía Nacional Revolucionaria. Especializada, cabe
aclarar, en todo lo que implica aplicar la violencia, tirar patadas, o
que en general no tenga nada que ver con el uso de esa cosa superflua y
babosa, el cerebro.
Rostros contraídos, mandíbulas apretadas, andares guapetonezcos que
quizás para algún inocente turista extranjero, no iniciado en los
rituales de la guapería criolla, solo indique una epidemia de
golondrinos entre los efectivos de la unidad.
Esa es la imagen con que las autoridades de este desgobierno al parecer
pretenden asustarnos, y para ello mueven de un lugar a otro, como por
pasarelas, a estos vagos remedos de humanos, a estos simios tocados con
minúsculas boinas gracias a que ninguno supera los 800 centímetros
cúbicos de capacidad craneana.
—Cadné.
Farfullan ininteligibles cuando por la rencorosa envidia de las bestias
a los más humanizados y sociables le piden el carnet de identidad a
algún joven de mirada inteligente, o cuando detienen a cualquier
ciudadano con una mísera jaba, sospechoso de tráfico ilegal de
calabazas, malangas o vaya a saber Dios que otra nimiedad, porque en
definitiva aquí todo es ilegal y por otra parte la policía también
almuerza, y claro, con parte de lo que incauta en las calles.
¿De dónde sacan estos personajes los jerarcas del desgobierno? Pues de
los lugares más oscuros o remotos del entramado social, de los campos
cerrados o los barrios marginales, y sobre todo de entre quienes sienten
enfermiza fascinación por desfigurarle el rostro al prójimo, padecen de
complejos narcisistas, y en consecuencia prefieren engordar músculos que
amar a bellas mujeres o disfrutar simplemente de un rayo de sol en la
cara estos días de frentes fríos.
El pueblo santaclareño, que a todo le pone nombre y guasa, los llama Los
Drones. Por eso al ver pasar a estos esperpentos tocados con sus boinas
fúnebres de inmediato busco al que desde alguna computadora los
manipula. Siempre lo descubro.
Source: Los Drones - Artículos - Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/los-drones-328986
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