28 de agosto de 2016

Los muertos-vivos

Los muertos-vivos
HILDEBRANDO CHAVIANO MONTES | La Habana | 28 de Agosto de 2016 - 09:55
CEST.

En Lima se reúnen por estos días representantes de la fauna izquierdista
de la región. Han escogido este país quizás por ser ejemplo de los
logros del liberalismo aplicado consistentemente. El pueblo peruano dejó
de creer en las ideas socialistas desde el fracaso del general golpista
Juan Velazco Alvarado y la saga terrorista de Sendero Luminoso.

El anterior gobernante de este país, Ollanta Humala, con todo y
autodefinirse como de izquierdas, no llegó nunca a ser rojo, prefirió
quedarse más bien rosado y dejar las cosas como estaban, antes de echar
a perder un país que pasó, de ser uno de los más pobres del continente,
a encabezar todos los indicadores de desarrollo de la región. Logros
estos alcanzados a partir de las medidas liberales tomadas bajo el
controvertido y pacificador gobierno de Alberto Fujimori.

En las pasadas elecciones generales, el pueblo peruano tuvo dos
tendencias políticas fundamentales: el fujimorismo populista
representado por los hijos del expresidente encarcelado, y el
liberalismo radical propugnado por Pedro Pablo Kuczynski. La izquierda
chavista encabezada por Verónica Mendoza fue derrotada en las urnas, y
en una maniobra motivada más por odios y rencores que por ideales
políticos, decidió otorgar sus votos al liberal Kuczynski.

Con un ejecutivo liberal y un congreso mayoritariamente fujimorista, la
extrema izquierda peruana está arrinconada. ¿Quiénes vienen en su
rescate? Pues nada menos que los zombis comunistas recalcitrantes y
negados a permanecer en sus tumbas como les corresponde. La lista
publicada en el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista
Cubano (PCC), da grima, personajes bastante conocidos en el ámbito
familiar sobre todo a la hora de la cena y anodinos en la política
interna del Perú; un anciano cubano fracasado en su propio país, que
pretende sentar cátedra en una nación que ha demostrado que se puede
salir de la pobreza con una política de libertades ciudadanas y no con
un Estado paternalista autoritario; un desprestigiado exministro de
Economía venezolano que puso todo su esfuerzo para convertir Venezuela
en el ejemplo vivo de lo que no se debe hacer; y otros nostálgicos por
el estilo, provenientes del desastre brasileño y la convulsa Bolivia.
Del resto, ni se habla, son un puñado de marionetas insignificantes que
se quedaron sin ideas.

Detrás de la organización de esta reunión está por supuesto la mano
larga del Gobierno de Cuba. Mucha envidia, amén de razones políticas,
mueve las acciones del régimen de La Habana, y por eso escogieron Perú
para lanzar esta última ofensiva o pujo ideológico, mientras ocultan a
los cubanos el desarrollo alcanzado por ese país.

A pesar de los estertores y andares tambaleantes, los fantasmas del
socialismo ya no impresionan ni en Halloween. Esta reunión de cadáveres
insepultos en Lima puede verse como una provocación a un Gobierno
soberano elegido democráticamente por el pueblo peruano, un intento de
desestabilización a que nos tienen acostumbrados los comunistas, aunque
algo fuera de época, o un simple acto de despecho para atraer las
miradas en un alarde de abuso e irrespeto al sistema democrático. Como
quiera que sea, la reunión es un verdadero circo macabro.

Los despojos de lo que alguna vez fuera una ideología que buscaba su
lugar en la historia se pasean de tribuna en tribuna, pretendiendo
librar una batalla de ideas que ya perdieron definitivamente. Prefieren
sustituirla por un fusilamiento de ideas desde el poder, sin dar
posibilidades al debate, pero los tiempos han cambiado, los pueblos
latinoamericanos se dieron cuenta que a la larga, vivir en libertad trae
más beneficios que ser esclavos de un sistema que promete el paraíso en
la tierra y al final se ven sin el paraíso y sin la libertad.

Esperemos la declaración final en este execrable intento de reagrupar lo
que queda de comunistas en América Latina, puros ripios. No se harán
esperar las condenas al capitalismo que no cesa de crecer y las loas a
un sistema desaparecido por causas naturales y que para colmo toma como
ejemplos a seguir a Cuba y Venezuela, ambos países hambreados,
improductivos y carcomidos por la corrupción, con el menor índice de
desarrollo del continente, todo gracias al socialismo del siglo XX y XXI
propugnado por el fenecido Hugo Chávez y su amigo de la Isla.

Source: Los muertos-vivos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1472370914_24925.html

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