26 de abril de 2016

El cambio está en el pueblo

El cambio está en el pueblo
[25-04-2016 17:30:09]
Lcdo. Sergio Ramos

(www.miscelaneasdecuba.net).- A lo largo y ancho del planeta hubo
personas de todos los niveles sociales, desde ciudadanos comunes hasta
jefes de estado, incluyendo a cubanos de dentro de Cuba y del Exilio,
que ingenuamente creyeron que la "normalización" de las relaciones entre
los gobiernos de Washington y La Habana, y la visita del presidente
Barak Obama a la isla, abriría las puertas a un cambio político y
económico.
Luego de la despedida del mandatario norteamericano, los ojos del mundo,
en suspenso total, se enfocaron en el VII Congreso del Partido Comunista
de Cuba. Y, entonces, la cortina de humo se disipó dejando ver la
intensión real del régimen: No hay cambios, solo continuismo con
modificaciones acomodaticias y de maquillaje.

Se confirma el axiomático hecho de que mientras los hermanos Castro
sigan en el poder, no habrá cambios en Cuba. Ellos constituyen la
muralla que bloquea al pueblo la libertad, la democracia, el bienestar y
el progreso.

Entonces nos preguntamos ¿Dónde está el camino hacia el cambio?

Solo hay una respuesta: El cambio hay que buscarlo en el pueblo. En los
de afuera y los de adentro. Las experiencias de la historia nos trazan
ese camino. Fue el pueblo el que dio al traste con la tiranía
totalitaria en Polonia, cuando este rompió el miedo y lanzó la las
calles unidos bajo 'Solidaridad'. Los Checos advinieron a la libertad
cuando unidos se lanzaron a las calles de Praga. Los rumanos derrocaron
al tirano Caecescu cuando rompiendo el miedo, exigieron masivamente su
destitución en plaza pública. Los alemanes tumbaron el Muro de Berlín
cuando se concentraron en torno a este y comenzaron a derribarlo.

La enseñanza en todos esos casos es la misma: El cambio está en el
pueblo. Ese es el camino y hay que andar sobre el mismo. No estamos
lejos, pues hay, para suerte de Cuba, quienes lo han tomado justo dentro
de las entrañas del régimen. Son los opositores. Lo son las Damas de
Blanco, los de UNPACU, los del Movimiento Cubano Reflexión, los de
Frente Anti-totalitario Unidos (FANTU), Somos Mas, lo son todos los que
se lanzan a las calles bajo el lema '#Todos Marchamos', por solo citar
algunos y con las excusas y sin dejar de reconocer con igual admiración
y respeto, a los otros grupos opositores que así luchan a lo largo y
ancho del país. Ellos son parte del pueblo, ellos son el cambio
verdadero. Como también son parte del pueblo y del cambio, los cubanos
del exilio, no importa en qué latitud del planeta se encuentren, porque
también su apoyo externo a la lucha interna, es parte esencial del
cambio hacia la libertad de la patria.

Este cambio, sutil, a veces imperceptible por la distancia, o por la
desinformación, o por los ruidos y polvaredas de los espectáculos de los
otros foráneos y del régimen, se está produciendo en Cuba. El camino se
está andando, y todos debemos sumarnos al camino, no para verlos pasar
como espectadores desde una acera, sino para andar juntos, codo con
codo, con ellos hasta su meta final: Hasta la libertad de Cuba.

Para arribar a la meta, dos cosas nos hacen falta: Ser fuertes y romper
el miedo.

Ser fuertes significa hacernos cada día más poderosos ante el régimen
dictatorial hasta llegar al punto que nuestra fuerza sea superior e
imparable para el enemigo y produzca el derrumbe de la tiranía. Pero
para ser fuertes tenemos que sumar; tenemos que unirnos en una unión
respetuosa y tolerante de la diversidad del criterio de cada cual; en
una unión de hermandad, apoyo y solidaridad mutua; en una conjunción de
fuerzas organizadas y coordinadas para la acción abarcadora, amplia y
extendida a todos los ámbitos de la lucha y esparcida organizadamente en
todos los rincones del territorio nacional y en todos los sitios del
mundo donde se asienta la diáspora, en donde quiera haya un cubano que
quiera su patria libre. Todos juntos tendremos la fuerza superior e
imparable para tumbar el muro, para demoler la tiranía.

El miedo ha sido siempre un arma de la dictadura castrista. Desde sus
comienzos nos sembraron el terror y la hicieron parte del diario vivir
del cubano. A los que viven dentro de Cuba por la represión y el
asesinato, o eso que le llaman paredón. A los que residen fuera, con el
chantaje de privarlos de ver o asistir a sus seres queridos o las
represalias contra estos. Sin el miedo los esbirros están indefensos. El
miedo es revertible. Cuando el pueblo pierde el miedo, este se
transfiere a los opresores y entonces estos últimos o huyen, o se
rinden, o desaparecen ante el empuje del pueblo.

Sin darnos cuenta, cada día es menor el miedo en el pueblo. Hace
varios días atrás vimos un video de cómo en el Cerro, en La Habana, un
grupo de cubanos de a pie que casualmente transitaba por allí,
enardecidos ante el abuso policiaco, sacaban del patrullero a una cubana
que era arrestada por policías por gritar consignas contra el régimen y
reclamar sus derechos… y los policías quedaron paralizados, con miedo al
pueblo.

La pérdida del miedo se inicia cuando va acompañada de la conciencia
adquirida sobre un mal sufrido y de quienes son los culpables que lo
provocan, y además, de la resolución de luchar por sacudirse el yugo en
aras de un futuro mejor. No cuestión de un día, es un proceso que
requiere labor incesante en tiempo y lugar requerido, asistido por la
constancia en exigir, el hastió de soportar y la esperanza de mejorar.

Y mientras el pueblo va perdiendo poco a poco el miedo, para la unidad
imprescindible e impostergable, se están dando pasos firmes, a través
del Encuentro Nacional Cubano, cuya segunda convocatoria para reunirse
otra vez los representantes de las organizaciones opositores de las dos
orillas, a tenor con lo acordado y firmado en la Declaración de San Juan
el 15 de agosto del 2015: "unir la oposición interna y externa". Esta
tendrá lugar para mediados de agosto de este año en San Juan, Puerto Rico.

Lejos del inmovilismo del Partido Comunista y de la enquistada
oligarquía en el poder, el cambio se está dando en donde tiene que
producirse, en el pueblo.

Source: El cambio está en el pueblo - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/571e38013a682e15dcf05fb9#.Vx9AIzB97ic

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