28 de octubre de 2015

Ballet cubano - la caja de Pandora sigue abierta

Ballet cubano: la caja de Pandora sigue abierta
Circula una carta sin firma entre los trabajadores de la compañía, poco
después de reportaje publicado en CubaNet
miércoles, octubre 28, 2015 | Alberto Lima

LA HABANA, Cuba.- Poco después de la publicación de un reportaje en
CubaNet sobre la crisis que vive actualmente el Ballet Nacional de Cuba
(BNC), comenzó a circular una carta abierta sin firma entre los
trabajadores de esta compañía, donde se analizaba con mayor profundidad
la situación y se denunciaban otros males que aquejan a la institución.

"Esto ya no es un secreto para nadie y, por muchas cuartillas y paginas
de internet, y comentarios de los usuarios de la red, por mucho que
compartan los escritos en las redes sociales, no hay solución posible
para este asunto", sentencia el anónimo autor, que culpa únicamente al
Estado Cubano, ya que, "aunque no lo parezca, la compañía es una
institución del Estado cubano, con presupuesto del Estado cubano y a él
se debe".

En esencia, la carta considera que "cuando el barco se hunde, todos
tratan de sacar el mayor provecho y beneficio", y cuenta cómo, en la
sede del BNC, desaparecen los herrajes de los muebles sanitarios, así
como ventiladores, lámparas, rollos de linóleo y cientos de litros de
combustible de las tarjetas magnéticas, pero nada sucede: no hay
sanciones ni despidos.

En el texto se denuncia también el robo de comida para abastecer muchas
de las cafeterías privadas de la zona —utilizando el contenedor de
basura para transportarla—, y cómo las recientes reparaciones de la
antigua sede "han servido para que los vecinos reparen sus viviendas con
los materiales asignados o pagados por la compañía, e incluso con los
mismos trabajadores encargados de acometer esa reparación.

"Todos lo saben y lo comentan, pero no sucede nada", dice el autor, y
lamenta que, de seis salones de clases, solo funcionen dos, que además
se encuentran en pésimo estado, igual que los camerinos y los baños rotos.

"Los elencos de las funciones o giras, y las promociones", continúa la
carta abierta, "los deciden el subdirector técnico y el esposo de la
directora, Pedro Simón, pues la opinión de los maestros no cuenta", de
manera que "la calidad de las clases y ensayos es cada vez peor".

En cuanto a las giras, el anónimo autor escribe que la dieta diaria de
los bailarines es de unos 30 euros diarios, "con lo que tienen que
almorzar y comer, ahorrar para llevar a Cuba y comprarse ropa, incluso
la de trabajo, que la compañía no les suministra". Para ganar un poco
más de dinero, venden tabaco adquirido en el mercado negro cubano y
compran ropa, equipos de informática y cuanta cosa puedan revender luego
en Cuba.

Según la carta, después de Alicia Alonso y Pedro Simón, "solo un poco
más abajo en la «cadena alimenticia», se halla el subdirector ejecutivo
y gerente del BNC, Redento Morejón", destituido de varios altos cargos
en diversas instituciones e incluso expulsado del Partido Comunista de
Cuba, pero cuyos vínculos con importantes funcionarios le han permitido
salir siempre a flote.

"Morejón tiene un auto estatal con una asignación de 200 litros de
gasolina al mes, mientras un primer bailarín debe pelear por 20 litros",
asegura el escrito: "Viaja dos veces por año a España a hacer un
tratamiento médico que no sabemos cómo puede pagar. Viaja allá también
para organizar cada gira con una dieta de 200 euros diarios y hotel
cinco estrellas, a pesar de lo cual tiene el valor de cuestionar la
dieta que reciben los bailarines".

Para el anónimo autor, resulta casi imposible suponer quién asumiría la
dirección de la compañía después de Alicia Alonso, debido sobre todo a
la carencia de un relevo preparado desde antes. "Loipa Araújo sería sin
dudas la candidata número uno, calificada artística y empresarialmente,
con respeto y experiencia profesional", opina el remitente, "pero a
estas alturas no creo que ella acepte, pues debieron habérselo propuesto
hace diez años". Aunque muchos mencionan a Viengsay Valdés, "realmente
no creo que tenga toda la capacidad para asumir esa empresa. Tendría que
dejar de bailar y, además, ejercer una dirección conjunta, donde otra
persona lleve la parte administrativa y ella se ocupe de la parte
artística, como en el resto de las compañías en el mundo".

Concluye la carta afirmando que, si el Estado cubano decidiera
intervenir y garantizar "un salario digno a sus artistas, una dirección
inteligente y capaz, un presupuesto anual para infraestructura,
escenografía, vestuario y accesorios, y condiciones de trabajo similares
a las que nuestros bailarines gozan en los más recónditos rincones del
planeta, muchos de esos bailarines que hoy salen en desbandada,
regresarían gustosos a su tierra, a su público, a su compañía, a su
familia, a su casa. En una sola palabra: a Cuba".

No es la primera vez que circulan en el BNC cartas anónimas de este
tipo. Hace dos o tres años hubo una que denunciaba a Oscar Pérez,
gerente de la compañía en las giras de España, quien debía ocuparse de
los pasajes, los impuestos de aeropuerto, la coordinación con los
hoteles, etc. La misiva se centraba en el dinero del que este individuo
se apropiaba para sus asuntos personales. Como en el caso de Redento
Morejón, todos sabían lo que Oscar Pérez hacía. Muchos rechazaban su
conducta e incluso había quien se marchaba de un lugar si él entraba allí.

Una fuente que no quiere ser identificada cuenta que la Dirección
realizó una investigación para hallar al autor de la carta, pero nunca
quedó nada claro. El gerente se vio forzado a dimitir. Sin embargo, el
Consejo de Dirección en pleno le hizo un almuerzo de despedida en el
hotel Presidente. "Ahora Oscar vive en España y sigue encargándose de
las giras allí, desde la parte que contrata al BNC en España", dice la
fuente: "Fue él quien contactó a Iberia como la aerolínea fija de la
compañía para sus giras allá. Por eso en la revista de la aerolínea,
desde meses antes de la gira, comienzan a anunciarse las funciones que
se realizarán".

No es difícil asegurar que tales misivas anónimas de denuncia seguirán
apareciendo, con el propósito de que se sepa fuera del BNC la situación
que se vive dentro de él. Eso es lo que también, más o menos, ocurre en
muchas otras instituciones oficiales: todos conocen los males que se
padecen, pero no ocurre nada, pues son, en definitiva, los males que
sufre del país: férreo autoritarismo, centralización obsesiva,
corrupción generalizada, frustración, miedo, futuro incierto, burocracia
excesiva, falta de espacio y de condiciones para los jóvenes, brecha
enorme entre la apariencia y la realidad.

Lo mismo para el BNC que para Cuba, es cierto que, como dice el autor de
la más reciente carta anónima, "esto ya no es un secreto para nadie",
¿pero será cierto también que "no hay solución posible para este
asunto"? Bueno, evidentemente, eso es lo que los culpables quieren que
todos nosotros creamos.

Source: Ballet cubano: la caja de Pandora sigue abierta | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/ballet-cubano-la-caja-de-pandora-sigue-abierta/

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