Primero de Mayo, Trabajadores, Cambio
El Primero de Mayo en Cuba, un «performance» que no convence a nadie
Los trabajadores son rehenes de "la nomenklatura"
Marlene Azor Hernández, México DF | 28/04/2014 1:47 pm
¿Cómo entender las grandes movilizaciones masivas que se produjeron
durante años en todos los países del ex "socialismo real" y en la Cuba
de hoy?
Para los gobiernos de estos países, sus funcionarios, algunos de sus
intelectuales orgánicos y amigos extranjeros estas movilizaciones en las
grandes plazas centrales de sus ciudades incluyendo desfiles militares,
eran y son hoy, la muestra de la fortaleza y legitimidad del régimen
político. Una mirada desde los trabajadores, explicaría que su presencia
es sólo el performance frente al poder de lo que se espera de ellos, so
pena de sufrir algún tipo de represalias, o el precio a pagar por tener
una vida privada con mayor libertad de acción.
En el 40 Aniversario de la RDA, el 7 de octubre de 1989, la parada
militar y civil en Berlín ocurrió como siempre, con un apoyo popular
masivo. Un mes después, el 9 de noviembre se derrumbó el Muro de Berlín
por esos mismos ciudadanos, —armados de mandarrias—, que aplaudían un
mes antes al presidente en funciones. Las estrategias de resistencia
popular frente a gobiernos totalitarios, parecen ser pensadas desde la
sobrevivencia.
Seguramente este primero de mayo, algunos irán con pancartas
"sospechosas" para la seguridad del Estado para pedir un "socialismo
verdadero" y no la farsa gubernamental, pero estos serán solo unos
pocos. El grueso de los trabajadores movilizados lo harán para evitar
represalias de distintos tipos o sencillamente para no "marcarse" frente
a un poder que los encuadra como "súbditos" y no los respeta como
ciudadanos.
Vicente Bloch descubre un mecanismo de control social muy eficaz que se
verifica a nivel masivo en la medida en que las precarias condiciones
económicas[1] obligan a la inmensa mayoría de la población cubana a
vivir en la ilegalidad, lo cual les genera una vulnerabilidad adicional
frente al poder que les incita a la simulación política y a la
conformidad pública[2].
Frente a la precariedad de vivir en la ilegalidad, la población muestra
conformidad política como un escudo para ahorrarse problemas
complementarios en una cotidianidad que le roba todo su tiempo en la
reproducción simple de sus vidas. Así, se ha socializado una manera de
hacer política que incita a la sumisión y a desentenderse de la política
como posición menos riesgosa en la vida cotidiana[3].
En realidad, no hay nada que festejar este primero de mayo para los
trabajadores cubanos. Un nuevo Código de trabajo fantasma con un
reglamento no publicado, una canasta básica cada vez más inaccesible, la
prohibición de la iniciativa económica para los nacionales, —con la
nueva ley de inversión extranjera— la ausencia del derecho de huelga, la
prohibición de sindicatos libres, y los nuevos parásitos estatales, —las
agencias empleadoras— que se interponen en el derecho de libre
contratación de los trabajadores. Un paisaje desolador y sin señales de
cambios positivos.
Si la élite política cubana necesita cada año, verse en el "espejo" del
apoyo simbólico de las mayorías, el resto de la nomenklatura corre para
mantener sus puestos.
La Central de Trabajadores de Cuba en el corre, ve y dile
Hace un mes la dirección nacional de la CTC, decidió por los
trabajadores del país la consigna que deben llevar en las pancartas los
trabajadores el primero de mayo: "Unión y eficiencia", una consigna que
refleja el mandato del gobierno a los trabajadores: nada de las demandas
salariales de los trabajadores que salieron abrumadoramente en el
proceso de preparación del "Congreso obrero" ni de sus derechos
esquilmados, sino unidad con el gobierno y producir más con precarios
salarios. En realidad el gobierno y la CTC, siguen pensando que los
trabajadores cubanos son idiotas.
Detrás de "la fiesta" de los trabajadores, encontramos todas las
maniobras de control social e intimidación para lograr al menos la vista
aérea de una masa compacta en los primeros momentos del desfile. La CTC
nacional, provincial y municipal, anda "acuartelada" desde hace más de
un mes para garantizar la imagen aérea que se publicará en Granma al día
siguiente. Para ello necesitan que la dirección sindical de cada centro
de trabajo, enliste a sus trabajadores y comiencen el proceso de presión
de pasar lista en la Plaza de la Revolución. Un proceso de intimidación
que incluye "castigos" con los "incentivos" al final del mes o del
trimestre, con las posibilidades de no ser más "idóneo" —ahora que se
reconocen las plantillas infladas— o sencillamente con alguna sanción
por el partido, si se es miembro del único existente, pertenencia que
garantiza movilidad social o al menos no caer más bajo en la escala
social. Puro clientelismo político.
Pero la CTC nacional y sus sucursales por todo el país tienen que
garantizar la presencia multitudinaria al precio que sea, aunque sólo
sea para la foto aérea del inicio del desfile. De lo contrario, pierden
su puesto de trabajo como funcionarios pagados por el gobierno. De
manera tal, que "la fiesta", perdón, el desfile, exige garantizar
transporte público para desplazar a los trabajadores y la gasolina,
coordinaciones a todos los niveles, alguna merienda si la transportación
es por ejemplo a las cinco de la madrugada, horas de reuniones a todos
los niveles para que salga la movilización y quiénes van primero y
quiénes después en el desfile, como resultado de la "emulación
socialista" —algo que tiene sentido sólo para los funcionarios
sindicales— y todos estos recursos y energías para que la élite se
regale la imagen simbólica de la adhesión multitudinaria, en un gesto
narcisista que exige demasiados gastos para el quebradero de cabeza que
es la economía cubana hoy.
Tendremos la foto aérea del desfile del primero de mayo en la capital y
en las cabeceras de provincia, pero este gesto narcisista que tanto
necesita el poder y tanto cuesta al país, será leído en esas claves de
los trabajadores: puro performance simbólico vacío de contenido y pleno
de sonrisas, para ver si nos dejan más tranquilos el resto del año… a
ver cuando podemos derrumbar definitivamente nuestro Muro de Berlín.
[1] El salario real en 2013, ha podido recuperar su poder de compra en
un 27 % con relación a su capacidad en 1989.
[2] Vicent Bloch "Genèse d´un pouvoir totalitaire: le cas de Cuba" revue
Communisme, n385/86, 2006 p. 85-115.
[3] Ver el artículo de Augusto César San Martín, "Cierta mordaza allende
los mares" en la edición del 26 de marzo 2013 en
http://www.cubanet.org/. El periodista intenta entrevistar a cubanos que
viven en EEUU y encuentra la negativa a referirse a temas políticos en
una autocensura igual a la que mantenían dentro del país porque quieren
regresar "sin problemas" a Cuba e incluso quieren invertir en el país
cuando se les permita.
Source: El Primero de Mayo en Cuba, un «performance» que no convence a
nadie - Artículos - Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/el-primero-de-mayo-en-cuba-un-performance-que-no-convence-a-nadie-317794
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