Cierta mordaza allende los mares
Martes, Marzo 26, 2013 | Por Augusto Cesar San Martin
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Con la idea de conocer cómo es
la vida de los cubanos residentes en los Estados Unidos que han
emprendido pequeños negocios, al estilo del cuentapropismo, realicé
varias entrevistas durante mi reciente visita a ese país. El tema reveló
que muchos de ellos están aún llenos de temores adquiridos en Cuba, bajo
la represión del régimen.
En la totalidad de los casos me presenté como periodista independiente
residente en Cuba. Más de la mitad de los entrevistados me comentaron
que no deseaban realizar declaraciones políticas. Cuando aclaraba que mi
única intención era describir la vida de los cubanos, para acercar las
realidades de las dos orillas, no lograba mucho más.
La mayor parte de los entrevistados mostró recelos en sus respuestas;
dejaron claro que deseaban continuar sus viajes a la Isla, algunos con
la añoranza de emprender negocios. Otros solicitaban información del
website donde se publicaría la nota. Cubanet les pareció conflictiva. En
su mayoría, me preguntaron (todavía con esa forma de hablar susurrante
que aprendemos en la isla) si Fidel Castro estaba muerto.
Me pareció estar en La Habana, donde entrevistar en la calle a un
testigo de algún acontecimiento público requiere técnicas muy
persuasivas de interrogatorio, y donde tomar una foto de un derrumbe o
incendio puede ocasionar un arresto y la confiscación de la cámara
fotográfica o celular. Lo que más lamenté fue el susurro y en algunos
casos el rodeo con que hablaban.
En Cuba había recibido señales del rumbo que tomaba el alcance represivo
del gobierno. Conozco cubanos que viven en el extranjero y no
intercambian emails con miembros de la oposición para no tener problemas
al entrar en la isla.
El tema cobra su máxima desvergüenza entre los cubanos que están
regresando a la Isla, hipnotizados por el proceso de "perfeccionamiento
del modelo económico del socialismo". Para obtener la repatriación,
hasta los perdonados desertores solicitan su reingreso en los C.D.R,
símbolo exquisito de la doble moral en Cuba.
No pretendo que los cubanos de la diáspora digan todo lo que no pudieron
decir mientras vivían en su tierra. Basta con que honren la libertad de
expresión existente en el lugar donde residen.
Son lamentables las huellas que la represión ha dejado en la conciencia
de los cubanos. La hipocresía como una de las consecuencias se ha
extendido hasta quienes han logrado escapar del sometimiento.
http://www.cubanet.org/articulos/cierta-mordaza-allende-los-mares/
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