28 de marzo de 2013

Acosan en escuelas de Cuba a Testigos de Jehová

Acosan en escuelas de Cuba a Testigos de Jehová

En este reportaje publicado por el Institute for War and Peace
Reporting, la abogada independiente Yaremis Flores muestra cómo no
acatar la ideología oficial expone a discriminación a miembros de grupos
religiosos.
Yaremis Flores
marzo 28, 2013

Una mujer que pertenece al grupo religioso Testigos de Jehová presentó
el mes pasado una denuncia ante el Fiscal General de la República de
Cuba, en la que denuncia la discriminación de que son objeto en la
escuela sus tres hijas en edad escolar.

Ella sostiene que las autoridades han tolerado estos actos
discriminatorios, incluyendo violencia física y verbal, que han obligado
a las tres estudiantes a faltar a clases, y a sus padres, a mudarse a
otra provincia.

"Exijo una solución, porque [las autoridades] son responsables de
proteger a los jóvenes", dijo la mujer, a quien identificaremos con el
seudónimo de "Ana" para proteger la identidad de su familia. "Estoy
harta del maltrato que reciben mis hijas, y de que nadie esté haciendo
algo al respecto", se quejó.

Su apelación al Fiscal General sigue a reclamaciones nunca atendidas en
otras instituciones del Estado. Cuba no cuenta con un mecanismo jurídico
para atender las quejas sobre violaciones de la libertad religiosa.

Ana explicó que debido a los valores en los que creen los Testigos de
Jehová, "las niñas no visten el uniforme escolar, pues nuestra religión
lo prohíbe. Tampoco cantan el himno nacional, ni rinden tributo a los
símbolos patrios".

El problema comenzó en Bayamo, cabecera de la oriental provincia de
Granma, donde las tres chicas se buscaron problemas por no tomar parte
en las actividades políticas que tipifican la vida escolar en Cuba. Esto
fue anotado en un informe docente acerca de una de ellas como la razón
por la que había reprobado el quinto grado.

"La persona a cargo de los asuntos religiosos en la provincia me
advirtió que si mis hijas no asistían a actividades políticas, no
pasarían de grado", aseguró Ana.

Para el año escolar 2011-2012, la familia regresó a La Habana, la
capital. A la menor que no aprobó el quinto grado se le permitió volver
a clases pero, según Ana, "los problemas continuaron".

Otra de sus hijas se quejó de que la maestra la había golpeado en la
cabeza. Los padres informaron del hecho a la policía, pero el caso fue
archivado.

Ana señala que la escuela no hizo nada, y las niñas siguen siendo
maltratadas por sus profesores, e intimidadas por sus condiscípulos.

Las tres están perturbadas, y se inventan enfermedades para no ir a la
escuela. Ana dice que no han asistido a clases por casi dos meses.

Desde el año 1974 el gobierno cubano no reconoce a los Testigos de
Jehová como un grupo religioso legítimo. En su último anuario, la secta
afirma que posee 1.400 congregaciones en Cuba, y más de 9.500 miembros
activos.

El sistema de educación pública está fuertemente politizado, y los
reglamentos escolares vigentes requieren que todos los alumnos estén
"dispuestos a defender la patria socialista". Algo que los testigos de
Jehová no pueden hacer, ya que son objetores de conciencia.

(Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el sitio web del
Institute for War and Peace Reporting, entidad con sede en Londres que
se encarga de "dar voz a las personas en los frentes de conflicto,
crisis y cambios").


En la siguiente entrevista con martinoticias.com Yaremis Flores habla de
los últimos sucesos en este caso, el posible encausamiento de la madre
por actos contrarios al desarrollo del menor, y una evidencia documental
del ensañamiento de las autoridades cubanas con los Testigos de Jehová.

http://www.martinoticias.com/content/article/20921.html

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