La plaga verdeolivo necesita un tiempito más
Jueves, 02 de Agosto de 2012 13:42
Escrito por Juan Gonzalez Febles
Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Tanto en las conclusiones de la
última actuación del coro, perdón la última sesión del Parlamento
cubano, como en la intervención -¿simpática?- que el general presidente
Raúl Castro hizo en la conclusión de la celebración en Guantánamo del 26
de julio, su actuación –inesperada- tuvo gran impacto: Según expresó, se
trata de que ahora necesitan más tiempo.
Luego de destruir el país de forma ininterrumpida continua y sistemática
durante más de cinco décadas, necesitan aún más tiempo. Por supuesto, el
extra lo pasarán en las mansiones de lujo que no construyeron y que
disfrutan a título de botín. Más, para disfrutar como príncipes, la
riqueza de la que se apropiaron y no contribuyeron a crear. Más, para
enajenarlo de la vida y las aspiraciones del pueblo cubano.
La muerte reciente del líder opositor Oswaldo Payá Sardiñas, repite un
patrón. Ya otros murieron en circunstancias dudosas. Se repite la
historia de activistas pacíficos pro democracia que mueren, mientras el
general presidente necesita más tiempo para que la muerte reine.
El último aporte del ungido, ha sido su afirmación de que la producción
de riquezas quedará en manos de la "empresa socialista". Solo se
concederá un precario espacio en la esfera de servicios. Las fuerzas
productivas se mantendrán atadas porque la familia Castro Ruz, así lo
determinó.
Alguien dijo que en Cuba, lo único que no se puede ser es pesado. El
general presidente además de terriblemente pesado, se comenta que reúne
otras características incompatibles con el carácter nacional. Entonces:
¿Cómo consigue gobernar? ¿Gobierna efectivamente? ¿Lo hace el Comandante
oculto tras espesos velos de conspiración y secreto?
Algunos analistas opinan que efectivamente aún gobierna el Comandante.
Aclaran que el general presidente tiene las manos libres para ejecutar
las órdenes de acuerdo con su estilo conspirativo, tan incompatible con
el ser cubano. Tiene libertad para actuar de acuerdo con los métodos que
domina y así, ejecutar exactamente lo que se le ordenó.
De acuerdo con estos criterios, Fidel Castro nunca habría matado a Laura
Pollán, solo la habría desterrado o quizás le habría impuesto una
larguísima condena a prisión o la hubiera enloquecido como ha hecho con
otras mujeres guerreras. Esto sería aplicable a los activistas pacíficos
muertos en circunstancias dudosas en fecha reciente. Su filosofía era o
es muy sencilla, matar a quien empuña las armas, a quien le traicione o
a quien le llene de pavor, al resto solo se le impide vivir. Pero esto
son solo especulaciones, concreta y objetivamente, quien manda es el
general presidente y ya.
Lo que está claro es que no habrá reforma migratoria ni espacios de
libertad. La "vocación antimperialista" o anti norteamericana se
mantendrá en concierto y convivencia armónica con la miseria
generalizada. Así será mientras vivan ambos hermanos o al menos uno de
los dos, después todo será diferente. Los delfines, -hijos, sobrinos o
bastardos- de comandantes y generales que andan por este y por ese mundo
ancho y ajeno, que realizan inversiones y viven la dulce vida con el
dinero robado a la nación cubana por sus mayores, disfrutarán el botín
familiar sin sobresaltos. Quienes se opongan, pueden morir en
accidentes, por pancreatitis o por virus revolucionarios genéticamente
modificados o cualquier otra variante operativa.
Como la terrible profecía, la plaga verdeolivo necesita más tiempo y
todo parece indicar que están dispuestos a matar para comprarlo.
Modificaron el hábito, antes mataban para vencer, hoy matan porque no
pueden vencer.
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4816-la-plaga-verdeolivo-necesita-un-tiempito-mas.html
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