La coartada de la fumigación
[06-08-2012]
Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión
(www.miscelaneasdecuba.net).- La campaña contra el dengue dura todo el
año. La realidad es que en Cuba hay dengue todo el año. Pero desde
finales del año pasado aumentaron los casos de personas contagiadas.
Simplemente esos datos no se publican oficialmente. Los cubanos nos
enteramos a través de los vecinos cuántos hay con fiebre y cuántos
debieron hospitalización por que los test clínicos para detectar el
virus arrojaron que el paciente estaba infestado.
Los del "mosquito", como llaman aquí a los trabajadores de la campaña
contra el mosquito Aedes Aegypti, agente transmisor del dengue, aparecen
a fumigar por las zonas indicadas donde haya personas enfermas en
cualquier momento del día.
Si usted vive en una zona donde hay personas enfermas con dengue, se
verá obligado y por precaución también ha de esperar que avise su turno
el fumigador visitador. Esta es la parte edificante y beneficiosa del
asunto pero la fastidiosa es que usted se halla impedido de salir de su
casa para ir a trabajar o a cualquier parte.
Quedas preso por el asunto de la fumigación en tu propia casa.
El otro lado del asunto se constata cuando en horas útiles uno tiene que
ir a cualquier tienda, oficina, banco, etc. y después de pasar las de
Caín para llegar por la escasez de transporte de servicio público, la
mejor información es un pedazo de hoja de papel en la escribieron
CERRADO POR FUMIGACIÓN. Así de fácil cierran puertas y ventanas y dejan
el trabajo.
Sucede que a nadie le importa lo que a mí me suceda, ni la necesidad que
me obliga a acudir a pedir ese servicio. Generalmente, la respuesta es
"-Venga mañana", y atrévase a protestar o a preguntarse en voz alta: ¿Y
por qué no fumigan al final de la jornada de trabajo?
Por ejemplo, hoy mismo me dirigía a una tienda donde comprar un artículo
doméstico y me encontré que iban a cerrar la tienda cuatro horas antes
de terminar el horario de trabajo estipulado porque el fumigador estaba
esperando que cerraran para poder fumigar y además estaba apurado por
terminar. En consecuencia, me quedé sin comprar detergente líquido para
lavar platos y cubiertos.
Entonces, cuando cualquier cubano mira en el Noticiero de Televisión que
en el país todo es una maravilla y marcha sobre ruedas y que en los
países capitalistas la crisis no deja vivir a los residentes de esos
países y a continuación cambia de canal y observa las graderías llenas
en las Olimpíadas de Londres, cabe la interrogación siguiente.
¿Quiénes en realidad viven en crisis, ellos o nosotros los cubanos?
Simplemente la cuestión está en que los trabajadores que cobran un
salario que no alcanza solamente para mal comer y malvivir, aprovechan
cualquier coartada para dejar de trabajar y partir de regreso a sus
casas o a invertir el tiempo de su vida en ellos mismos.
Y esta situación se da en cualquier lugar. Por ejemplo, en los días
finales de junio, mi nieto regresó apenas pasado el mediodía de la
escuela secundaria donde estudiaba y enseguida le preguntamos la razón
del regreso tan temprano y la respuesta fue que estaban fumigando la
escuela. ¿Y esa actividad de fumigación no puede dejar para después que
terminen las actividades en cada centro laboral?
Evidentemente, para ganar tiempo libre y ser pagado por no hacer nada en
el trabajo, los empleados se justifican con la campaña de fumigación. De
todas maneras el negocio o el lugar de trabajo no es de su propiedad,
sino del Estado. ¡Que lo defiendan entonces los dueños del Estado!
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36681
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