24 de agosto de 2012

Censo y emigración

Censo y emigración
Viernes, Agosto 24, 2012 | Por Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Cada año, la población cubana
envejece, proliferan los asentamientos ilegales, crece la población
penal y miles de cubanos abandonan la Isla, según el gobierno, por
motivos económicos.

Entre el 15 y el 24 de septiembre próximo, un formulario de 35 preguntas
será parte del nuevo Censo Nacional de Población y Viviendas, el
decimoctavo en la historia de Cuba y el cuarto que realiza la tiranía de
los hermanos Castro Ruz. Como punta de lanza, serán utilizados más de 70
mil enumeradores, entre profesores y estudiantes preuniversitarios y
técnico-profesionales de la enseñanza superior.

Me pregunto: ¿Es necesaria una planilla oficial con 35 preguntas para
saber cuántos cubanos somos? El censo efectuado en 2010 en Estados
Unidos, un país enorme y de más de 300 millones de habitantes tenía
apenas 10 preguntas.

El Censo se realizará en horas de la noche y, según su responsable a
nivel nacional, Juan Carlos Alfonso Fraga (en declaraciones a la revista
Bohemia), "no concede ni elimina legalidad alguna".

El cuestionario se dará a conocer previamente por los medios masivos de
difusión, controlados todos por el Estado. Entre las preguntas que ya
circulan de boca en boca, aparecen el estado actual de los inmuebles,
ocupación laboral, salario, nivel educacional, conjunto de
electrodomésticos en las viviendas (no es necesario mostrar la
propiedad), servicios que recibe la familia, su nivel de información y
otras, hasta completar el interrogatorio de 35 preguntas.

Según los organizadores, toda la información recopilada, "ajustada a los
estándares internacionales" en materia de censo poblacional, se pondrá
en función del desarrollo social.

El nuevo Censo Nacional llega a los cubanos en medio de un clima de
descontento por el alto costo de los artículos de primera necesidad y la
corrupción estatal, así como por la represión sobre la economía informal
y sobre los trabajadores por cuenta propia. El deterioro progresivo del
transporte público y los servicios sanitarios, la insalubridad y la
proliferación de enfermedades nunca vistas o erradicadas desde hace
décadas, son igualmente motivos de sumo descontento popular. En fin,
todo un sinnúmero de problemas que mantienen a la ciudadanía
desconectada de la política gubernamental.

Después que Estados Unidos acogió a más de 125 mil cubanos, que huyeron
del régimen por la localidad habanera del Mariel, Fidel Castro dio curso
al segundo Censo Nacional de Población y Viviendas, en 1981 (9 706 369
habitantes).

Más tarde, el propio Fidel propuso el aumento de entre 10 y el 30 %, en
los alimentos subsidiados. Y al año siguiente, sintiéndose fortalecido
por el patrocinio de la extinta Unión Soviética (URSS), lanzó la
ofensiva contra el mercado libre campesino, acusando a los comerciantes
de "intermediarios inescrupulosos".

Ocho años antes del tercer Censo Nacional, en 1994, Estados Unidos
recibió la andanada de casi cuanrenta mil balseros y se comprometió con
Cuba a aceptar 20 mil cubanos cada año. En 2002, año en que Fidel Castro
intentó opacar las 11 mil firmas de Proyecto Varela con su perreta del
"socialismo irrevocable", el nuevo Censo arrojaba cerca de 11 millones
200 mil habitantes. Para entonces, la URSS había desaparecido y el
Estado tirano necesitaba nuevas estrategias de financiamiento.

Ahora, a diez años del último Censo Nacional, más que un conteo
poblacional para las próximas elecciones de candidatos de
circunscripción, se impone un nuevo interrogatorio nacional. Con Raúl
Castro en el poder, nada más falta por saber lo que pensamos los cubanos
sobre los menguados subsidios, sobre la proliferación del trabajo no
estatal o de esa oferta y demanda que propicia la versión más trágica
del capitalismo de Estado.

¿Será este Censo Nacional de Población y Viviendas la antesala de los
tan ansiados cambios en la política migratoria?

Después del 14 de septiembre, los cubanos sabremos cuántos somos los que
quedamos en la Isla, desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San
Antonio. Sin embargo, el gobierno, para nada interesado en las
vicisitudes del ciudadano de a pie, seguirá ignorando las respuestas no
convenientes a esas 35 preguntas del cuestionario para el Censo, al
igual que ignora al casi 20 % de nuestra nación que debido a la
catastrophe nacional vive en la diáspora.

odelinalfonso@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/censo-y-emigracion/

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