Accidentes dentro del ómnibus

Accidentes dentro del ómnibus
[15-08-2012]
Aimée Cabrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Los accidentes de tránsito tienen ahora,
además, otra forma de dañar la salud y vida de las personas que viajan
en las distintas rutas de ómnibus urbanos, los cuales dejan de ser
seguros aunque no estén puestos en marcha.

Milagros López Quiñones, activista del Frente Femenino Gladys Núñez fue
herida en el brazo izquierdo el viernes 3 de agosto, cuando subía el
P-11 en su primera parada de 27 y G en el Vedado, alrededor de las 5 de
la tarde.

"Estuve mucho rato en la parada para irme sentada. Cuando me dieron el
ticket de entrada a la guagua (ómnibus) era de las primeras para subir,
pero en eso rompió un aguacero fuerte y los inspectores desaparecieron.
La cola (fila) se desorganizó y cuando entré noté que se había trabado
mi bolso, cuando lo halé, me corté con un fregadero de aluminio que no
estaba envuelto, que lo llevaba una mujer, que yo no la había visto
antes"- recuerda López.

Y continúa su relato:"Estaba muy cansada y con ganas de llegar a mi casa
pero el sangramiento era muy grande y el chofer me dijo que me bajara y
fuera al cuerpo de guardia para que me curaran. Con mucho dolor y
nerviosa, tuve que bajar y caminar hasta el Calixto (Hospital Calixto
García). La dueña del fregadero ni se dio por enterada, abajo la gente
que quería subir a la guagua, nadie estaba para ayudarme"-recuerda la
accidentada que se recupera de una herida de 20 puntos.

En la actualidad, los ómnibus urbanos que dan servicio a los capitalinos
no cuentan con conductores que ayuden al chofer para que se mantenga la
disciplina. Él está solo y tiene que estar atento a que los pasajeros
echen el importe del viaje en la alcancía, y que suba una cantidad
limitada de personas.

La figura del conductor es muy importante, para auxiliar tanto al chofer
como a los pasajeros que, si portan paquetes grandes como el caso de un
fregadero, bolsos muy grandes u otros deben entrar con cuidado y poner
estos objetos en un lugar que no ofrezca peligro. "Menos mal que la
herida me la hicieron a mí, porque cerca estaban unos niños, imagínate
si la herida hubiera sido en el cuello de alguno de ellos"- concluye la
activista.

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