Mundo | 25/05/2012
Por una Cuba mejor
Católicos cubanos defienden el diálogo que se inició hace dos años entre
el gobierno cubano de Raúl Castro y la jerarquía de la Iglesia Católica
local para vivir en un país "democrático e inclusivo, próspero y
equilibrado"
Dos años después de iniciado, el diálogo entre el gobierno cubano de
Raúl Castro y la jerarquía de la Iglesia Católica local es defendido con
fuerza por un laicado que aspira a vivir en un país "democrático e
inclusivo, próspero y equilibrado", por empedrado que esté el camino
hacia la meta.
"El diálogo es lo genuinamente cristiano, pero el que lo sea, sin
embargo, no garantiza que sea fácil seguir esa vía, que siempre han
propuesto nuestros obispos", comentó ante una pregunta de IPS el cubano
Gustavo Andújar, vicepresidente mundial de Signis, Asociación Católica
Mundial para la Comunicación.
Andújar piensa que en su país hacen falta muchos cambios, no sólo
económicos, sino también sociales y políticos. Pero "la inmensa mayoría"
queremos "llegar a ellos mediante la negociación y el diálogo, la
concertación y el consenso, y no mediante la confrontación y el
antagonismo", indicó.
En las últimas dos semanas, al menos dos publicaciones católicas
afrontaron críticas de sectores de la oposición y de la emigración
cubana centradas en el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana,
quien junto al presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba
(COCC), Dionisio García Ibáñez, sostuvo el 19 de mayo de 2010 una
reunión de cuatro horas con el presidente Castro.
Ese inédito encuentro alivió tensiones internas y externas en materia
humanitaria y abrió paso a mejores relaciones entre el gobierno y la
Iglesia Católica, inmersa en 2012 en la celebración de un año jubilar y
de peregrinación hacia el santuario de la Virgen de la Caridad del
Cobre, patrona de Cuba y considerada símbolo de la unidad nacional.
En total, más de 120 reclusos fueron excarcelados por gestiones del
cardenal Ortega, según cuentas de la Iglesia. A esa cifra se añaden el
indulto navideño, previo a la visita del papa Benedicto XVI en marzo,
que favoreció a otras 2.991 personas con excarcelaciones anticipadas. Un
informe del oficial diario Granma situó el martes 22 en 57.337 la actual
población penal del país.
Según analistas, un paso clave para la continuidad de este proceso de
acercamiento e intercambio está en el informe central presentado por
Castro al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, realizado en abril
de 2011, en el cual el gobernante afirma que las excarcelaciones se
produjeron "en el marco de un diálogo de respeto mutuo, lealtad y
transparencia".
"Con esta acción hemos favorecido la consolidación del más precioso
legado de nuestra historia y del proceso revolucionario: la unidad de la
nación", indicó, tras afirmar que, en ese diálogo, los puntos de vista
no siempre son coincidentes, pero sí constructivos. Al parecer, Castro
quiso refrendar así la política a seguir en las relaciones con la
Iglesia Católica.
En opinión de Gabriel Coderch, coordinador general del Grupo de
Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR), los dos años
transcurridos han sido fructíferos y el clima creado por el diálogo
alivió "toda una tensión de décadas que se expresaba en intolerancia de
ambas partes y el no reconocimiento de cada uno".
Esta distensión se siente en comunidades eclesiales, universidades,
centros de trabajo y otros grupos sociales, que respiran un "aire más
saneado", mientras sectores adversos de la emigración cubana "critican y
apelan por una radicalidad de la Iglesia Católica ante la Revolución",
agregó Coderch.
"Con esa postura están demostrando que el pretendido diálogo con ese
sector es imposible, aunque queramos, por principios éticos, tratar de
incluirlos", dijo Coderch a IPS.
Félix Sautié, teólogo laico que se declara partidario del socialismo
participativo y democrático, manifestó a IPS estar "convencido" de "la
necesidad del reencuentro, el diálogo y la reconciliación como conceptos
esenciales para resolver los muchos problemas" que afronta la ciudadanía
cubana.
En ese sentido, consideró que el proceso iniciado hace dos años por la
jerarquía católica y el gobierno podría significar una apertura
importante hacia un eventual "gran diálogo nacional de los cubanos
todos, vivan adentro o afuera de nuestras fronteras, sin exclusiones
onerosas, en el que solo se autoexcluyan los que no deseen participar o
no tengan nada que decir".
Las revistas católicas Palabra Nueva y Espacio Laical rechazaron en
sendos artículos publicados en la última quincena de mayo las críticas
lanzadas contra el cardenal Ortega por su postura de acercamiento al
gobierno. Ambas defendieron la labor del prelado e insisten en que la
propuesta de diálogo de la Iglesia data desde hace mucho tiempo.
Espacio Laical, publicación de la arquidiócesis habanera que reúne a
intelectuales católicos y mantiene sus páginas abiertas al debate
nacional desde distintas corrientes de pensamiento, alertó en una
editorial que se ha concertado un frente que se propone atacar al
arzobispo y a los proyectos de la Iglesia.
A juicio de esta revista, está en curso una "guerra contra toda una
línea evangélica que aspira a cambios positivos y serenos, graduales e
incluyentes, ordenados y pacíficos, que logren articular un renovado
modelo sociopolítico para Cuba". A la vez, advirtió que las reformas
económicas y sociales anunciadas por el gobierno "son insuficientes y no
marchan al ritmo debido".
En tanto, Palabra Nueva, órgano de difusión del arzobispado habanero,
indicó que la postura del cardenal Ortega, y la de la Iglesia, es la
misma del papa Benedicto XVI, "procurar la transformación de la sociedad
hacia más inclusión, más oportunidades ciudadanas, menos restricciones y
más libertades, la búsqueda de nuevos modelos sociales con paciencia y
sin traumatismos".
http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=71044&tipo=AVA
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