Del placer al despilfarro
Jueves, Mayo 31, 2012 | Por Lucas Garve
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Fumar ha dejado de ser algo
voluptuoso para mucha gente. El rechazo al tabaquismo en casi todo el
mundo ha empujado a los fumadores a cenáculos casi secretos. Algo así
como logias de nuevo tipo en las que se reúnen personas de gustos
selectos para embriagarse clandestínamente con el humo del tabaco y un
buen licor.
No obstante, en La Habana el gobierno apuesta por lo contrario, y
organiza anualmente el denominado Festival del Habano, con la
correspondiente feria y subasta de estuches de lujo. Mientras que en la
radio nacional, que al igual que la industria del tabaco y casi todo lo
demás, es propiedad del gobierno, se escucha la propaganda anti-tabaco
por el Día Mundial del Anti-tabaquismo.
Desde el año 2008, la venta mundial de puros habanos disminuyó. Eso lo
admiten los directivos de Habanos S.A., una firma mixta del Estado
cubano y la empresa franco-española Altadis, perteneciente a la
multinacional británica Imperial Tobacco. Perjudican las ventas en el
extranjero las campañas anti tabaquismo, más la crisis mundial, que
afecta a muchos productos de lujo, como son los puros habanos.
También influye en el bajón de las ventas las prohibiciones de fumar en
lugares públicos, adoptadas en numerosos países, sobre todo europeos,
donde se sitúa el mayor mercado de puros habanos.
Hace una semana me invitaron a una fiesta y, al entrar, me señalaron el
lado de los fumadores, cerca de las ventanas. En consecuencia, el salón
de la fiesta se dividió en dos grupos, el de fumadores y el de no fumadores.
Cada vez son más los cubanos que renuncian al hábito de fumar. La
propaganda de salud anti tabaco aumenta y, simultáneamente, la calidad
de los cigarros que los cubanos podemos adquirir en moneda nacional, es
escandalosamente mala, más si se tiene en cuenta que es una de las
industrias tradicionales del país, reputada por la calidad del producto.
Resulta hasta peligroso fumar los cigarrillos conocidos popularmente
como "tupamaros" o "made in casa", fabricados en talleres clandestinos.
La última variedad de cigarros marca H. Upmann, tipo Selecto, producidos
por BrasCuba, una empresa mixta cubano brasilera, se vende en algunos
lugares, en cajetilla dura, a casi un dolar (más que un dia de salario
medio), pero sin el sello de garantía, lo que hace aun más fácil su
falsificación.
Uno de los principales motivos de la disminución de la cantidad de
fumadores en la isla es el alto precio de los cigarrillos de mejor
calidad, que cuestan un dólar o mas el paquete; un precio prohibitivo
para la mayoría de la población.
Prácticamente los únicos que aun fuman los puros –que aquí se llaman
"tabacos"— que se venden en moneda nacional, y son de muy mala calidad
también, son algunos ancianos, que no logran vencer el vicio. Entre los
jóvenes, es raro encontrar alguno que prefiera fumar tabaco en lugar de
cigarrillos.
Como en todo el mundo, fumar está pasando de moda en Cuba, pero aquí se
debe más al cuidado de la salud del bolsillo, que a la del cuerpo.
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