Nada nuevo bajo el sol
Martes, Mayo 8, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -No hay manera de elaborar un
reportaje, apropiadamente documentado, sobre la situación laboral en
Cuba. Las fuentes que deberían proporcionar la información prefieren, en
el mejor de los casos, dosificar las estadísticas. Ante las indagaciones
con el fin de armar un trabajo periodístico serio, se erigen los muros
del silencio y la retórica que busca la legitimación del embuste.
¿Qué veracidad puede esperarse de una información hecha con mentiras y
medias verdades estructuradas a conveniencia de la burocracia del
partido único?
Ariel Terrero, periodista de los medios oficiales, se quejó
recientemente de estas dificultades al investigar para abordar el tema
del proceso de reducción de plantillas, anunciado por el presidente Raúl
Castro como parte del llamado proceso de "actualización" del socialismo.
La falta de transparencia en la información sobre la implementación de
los despidos, respecto al número exacto de personas afectadas, sus
edades, género, entre otros detalles, fue expuesta por Terrero, hace
unos días, en un espacio televisivo matutino.
Terrero se especializa en temas económicos y generalmente suele abordar
tales asuntos desde una perspectiva bastante crítica, algo que -no
obstante su importancia y mérito, dentro de unos medios caracterizados
por la total censura y parcialización- podría ser una táctica
gubernamental para crear la ilusión de que en Cuba existe la libertad de
palabra. Sin el recurso de controlar y distribuir la información a sus
antojos, el partido comunista no hubiese logrado implantar récord en el
usufructo del poder.
Las opiniones del periodista apenas rozan los mecanismos de poder. Más
allá de lo que diga o piense Terrero, de su lógica y honestidad, lo
cierto es que sus puntos de vista no tendrán el eco e impacto necesarios
para crear un nivel de conciencia, que posibilite una guerra frontal
contra este flagelo. Al final las críticas más acerbas terminan
diluyéndose en un ambiente marcado por la apatía y el temor.
Además, cuando es necesario otros periodistas son utilizados para
matizar las opiniones demasiado críticas; utilizando un tono más
contemporizador, menos incisivo. La preservación del modelo socialista y
el énfasis en no hacerle el "juego al enemigo", son el mantra que
permite justificarlo todo y continuar el regodeo en la mediocridad.
Mientras no haya una verdadera reforma estructural e institucional, que
permita el desarrollo de una sociedad civil independiente, así como la
existencia de partidos de diversos signos ideológicos, y medios de
comunicación libres que no dependan de las finanzas estatales,
continuarán la falta de transparencia, el estancamiento y el burocratismo.
En el año en curso, según el plan, deben quedar desempleados 170 000
trabajadores del sector estatal. Pero, como todos sabemos, la verdadera
cifra nadie la sabrá y los números no se podrán verificar, tal y como
ocurrió las anteriores cesantías.
Qué podemos esperar, si, después de exaltar con bombos y platillos,
durante décadas, los logros de la economía socialista, el pleno empleo y
los éxitos productivos, ahora las mismas personas y los mismos medios
nos dicen que sobraban más de un millón de trabajadores en las empresas
del Estado.
En conclusión, Ariel Terrero, al quejarse de las evasivas y el
hermetismo de las fuentes, en sus intentos por obtener información,
confirma la inamovilidad de los dogmas y el mantenimiento de una
mentalidad retrógrada.
La única novedad en estos reproches de Terrero y otros periodistas
oficialistas es las plumas de donde proceden. Por denunciar esa y otras
anomalías, mucho antes, decenas de sindicalistas y comunicadores
independientes han ido a la cárcel.
Además, todos sabemos que para criticar al gobierno desde los medios
oficiales hay que estar autorizado, y los límites fijados por los
supervisores del gobierno y el partido están muy bien definidos. Un
desliz puede costar caro.
oliverajorge75@yahoo.com
http://www.cubanet.org/articulos/nada-nuevo-bajo-el-sol/
No hay comentarios:
Publicar un comentario