26 de abril de 2012

Llegó el cine erótico a La Habana

Llegó el cine erótico a La Habana
Jueves, Abril 26, 2012 | Por Lucas Garve

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org – Hace días, al pasar frente a
los DVDs con películas exhibidos por un vendedor callejero en una
céntrica calle habanera, me llamó la atención ver, en lo más alto del
rústico panel de exhibición, algunas carátulas que decían Contenido
Sexual o Cine Erótico, y con letras resaltadas: "Homenaje a Tinto Brass".

Cómo nunca había visto igual algo así en la calle, ni sabía de ese
realizador, me acerqué. El joven vendedor me dijo que el precio de cada
disco era 30 pesos en moneda nacional, equivalente a $1,50 dólar. Pedí
ver los DVD que tenía allí, y observé que eran películas con actores
conocidos, como Helmut Berger, Ingrid Thulin, Giancarlo Giannini, Anna
Galliena, etc.

Aunque algunos títulos me sonaran tan ligeros como lo ligero de ropas de
los actors en las fotos de la portada, compré dos combos (DVDs con
varias películas) con los títulos Ángel Negro, Salón Kitty, Habitación
en Roma, Dieta Mediterránea, La Llave, Transgredir, Lucía y el sexo…

Realmente inédito, por lo menos para mí, resultó este hecho, porque los
mojigatos censores del gobierno jamás permitieron que se exhibieran
estas cintas en las salas de cine cubanas.

En cuanto las vi, las pasé a mis amigos cercanos. Y los criterios que me
ofrecieron al devolvermelas rebasaron el agradecimiento. Además,
afirmaban la sorpresa de descubrir un género nuevo para todos ellos.
¡Súper! ¡Muy buenas! ¡Algo nuevo e interesante!

Para hablar de mojigateria socialista, tomen ustedes como ejemplo la célebre

película El Último Tango en París, que demoró unos treinta años para
poder ser vista por el público en la Cinemateca, y aún más para llegar
a los cines de circuito, luego de sufrir los tijeretazos de rigor.

Otras, como Emmanuelle, un filme considerado como clásico del cine
erótico, sólo llegó a exhibirse en una semana dedicada a descubrir este
género en la sala de la Cinemateca, también decenios después de su
estreno mundial, y nunca llegó a los cines de circuito.

Los mojigatos burócratas censores de la empresa de Distribución de
Películas parecen ignorar que hay diferencias técnicas entre el género
erótico y el pornográfico.

En Cuba, aunque esta parte de las pasiones humanas sigue escondida en la
trastienda de la doble moral comunista, poco a poco, por algunos
resquicios se cuelan estas visiones diferentes de lo sensual.

Más que los programadores del ICAIC o la television, son los vendedores
callejeros los que satisfacen ahora la ávidez de los cinéfilos, que
pueden ver el cine que quieren sin necesidad de salir de casa, burlando
la censura y evitando, de paso, los problemas del transporte público.

Aunque, como creo que ocurre en todas partes, la mayoría de las
películas que se venden en la calle son puro cine comercial, algunos
vendedores ofrecen cine más interesante o de mayor valor artísitico.

La situación no es como para afirmar que ha llegado finalmente el
"destape" o que haya una "movida" en Cuba. No obstante, aunque el
totalitarismo de los comunistas mantiene aun encerrados bajo siete
llaves muchos temas y espacios tabúes, la tecnología –y quizás también
la necesidad del gobierno de ocuparse de problemas más serios y a la vez
dar una imagen de liberalización y moderndad– están permitiendo que por
lo menos el cine erótico se cuele por las estrechas grietas del sistema.

http://www.cubanet.org/articulos/llego-el-cine-erotico-a-la-habana/

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