Tuesday, March 1, 2011 | Por Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) – No puedo asegurar que la
totalidad de los comunicadores independientes y la sociedad civil
prodemocrática en Cuba, quedáramos boquiabiertos con el cambio de casaca
de quien fuera el reportero habitual de las Damas de Blanco, Carlos
Serpa Maceira (agente Emilio de la Seguridad del Estado). El documental
"Las razones de Cuba", transmitido por la televisión oficial el sábado
26 de febrero, por sobre todo viene a justificar el repudio
internacional hacia el gobierno cubano y sus órganos represivos.
Obviamente, el guión escrito para Emilio- al menos en lo referente a sus
menesteres en la "contrarrevolución interna"- llegaba a sus finales y
era hora de que el "loco" o el "intranquilo", como muchos solían apodar
a Serpa Maceira, regresara a la normalidad.
En este nueva saga de agentes encubiertos plantados en las filas de la
disidencia interna, el espanto pasará y el resultado no será otra que
dejar claro al mundo cómo la fabricación de noticias falsas corre a
cuenta del gobierno.
De Carlos Serpa Maceira, el agente Emilio, se decía que había sido un
policía tronado en la Isla de la Juventud. Desapareció de las filas
opositoras poco después del séptimo aniversario de la Primavera Negra de
marzo de 2003. Los rumores decían que había sufrido un pre infarto
cardiaco a consecuencia de sus actividades contestatarias y que, por
consiguiente, estaría fuera hasta obtener el permiso de salida hacia los
Estados Unidos.
¿Qué ganan estos agentes después de su destape como "héroes" de la
revolución? ¿Pudiera Serpa Maceira correr la misma suerte de Arsenio
Saavedra Candelario, administrador de la heladería Coppelia, el ex
agente Felo, encarnado por el actor cubano Albeto Pujol en su personaje
"El Tabo", del serial televisivo "Su propia guerra"?
Saavedra se infiltró dentro de la delincuencia del barrio de Belén y
cuando se supo de sus delaciones, recibió pescozones, puñaladas y hasta
plomazos a quemarropa. No lo creo, afortunadamente, a Serpa-Emilio,
aunque hoy La Habana le quede grande y distante, le tocó lidiar con
gente pacífica, nadie le va a dar ni un cocotazo.
Dado que Emilio puede "caer bien parado" en su nueva vida y quizás
administrar el Coppelia de la Isla de la Juventud o hasta lograr algún
puestecito en la terminal aérea de Gerona, le espera una nueva guerra.
Donde quiera que ofrezca sus "servicios" a la Patria, tendrá que lidiar
con otros contrarrevolucionarios, y no hablo de opositores, sino de esos
que sobreviven robándole al Estado; o sea, casi todo el pueblo.
Serpa Maceira no tendrá que huir de los delincuentes, como el menos
afortunado administrador de Coppelia; los delincuentes huirán de él. ¿A
qué vendedor clandestino se le ocurrirá tocar a su puerta?
Es su original "código de ética", Serpa Maceira seguramente va a
mantener su teléfono móvil gratis y los pesitos convertibles de estímulo
cada mes, al menos por un tiempo, hasta que pasen sus cinco minutos de
fama y lo "racionalicen".
De alguna manera el régimen tiene que demostrar que la oposición interna
está compuesta por "mercenarios al servicio del imperialismo". Así trata
de justificar sus actos de barbarie como el hundimiento del remolcador
13 de marzo, el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, el
fusilamiento sumario de tres jóvenes en 2003 o los golpes y palos
propinados por turbas a mujeres indefensas; por mencionar solo algunos.
En cuanto a los agentes destapados y por destapar, los pobres, tendrán
que librar su propia guerra; hasta que la muerte (y no sus jefes) los
jubile.
http://www.cubanet.org/articulos/hasta-que-la-muerte-los-retire/
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