Monday, March 28, 2011 | Por René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) – Con la salida de la cárcel de
Félix Navarro y José Daniel Ferrer ha culminado felizmente el proceso de
liberación de los presos de conciencia cubanos, que en su gran mayoría
habían sido recogidos en marzo de 2003, durante la cadena de sucesos que
acertadamente se bautizó como Primavera Negra de Cuba.
No puedo dejar de señalar que el régimen ha necesitado más de medio año
para terminar de soltar a los afectados (integrantes del Grupo de los
75), cuando para detenerlos y realizar los correspondientes registros
domiciliarios sólo necesitó 72 horas. De todos modos, aquí cabe citar la
consabida frase: "más vale tarde que nunca".
Pese a que, como queda dicho, la decisión política fue adoptada meses
atrás, el régimen, fiel a su idiosincrasia, siguió actuando hasta el
final como si lamentara tener que liberar a esos hombres que nunca debió
encarcelar. El pasado día 18 se cumplió un año más del inicio de la
brutal oleada represiva, pero las autoridades actuaron como si ignoraran
esta circunstancia.
Es el caso que esa fecha ha sido conmemorada sistemáticamente por las
dignas Damas de Blanco. En 2010, la celebración se extendió durante
siete días, número igual al de los años que había durado el injusto
encierro. Este mes, tomando en cuenta que sólo quedaban dos cautivos, la
recordación fue concebida para esta misma cantidad de días.
Resulta obvio que seguramente la conmemoración no habría tenido lugar si
esos dos últimos presos de conciencia hubiesen salido a la calle algunas
horas antes, pero a los castristas cabe aplicarles el refrán: "perro
huevero, aunque le quemen el hocico". La innecesaria demora dio lugar a
que tuviéramos que contemplar una vez más un espectáculo bochornoso.
La modesta casita de Neptuno 963, que ya se ha ganado un lugar en la
historia de Cuba, fue asediada nuevamente por turbas organizadas y
dirigidas por el propio régimen, que instaló altoparlantes desde los que
durante horas se consumó el acoso sonoro contra las sitiadas. Las
autoridades no tuvieron empacho en cerrar la céntrica calle.
Este nuevo atropello ha sido perpetrado dentro del contexto de otras
acciones que constituyen claras violaciones de los derechos humanos de
los ciudadanos cubanos. Caben citar la detención de Guillermo (Coco)
Fariñas y los obstáculos a la celebración de un encuentro en casa del
dirigente del municipio Placetas, José Enrique Pablo Oliva.
La protervia del régimen castrista nos obliga a mantenernos al tanto de
casos como los de estos pacíficos luchadores. La salida de prisión de
todos los miembros del Grupo de los 75 parecía presagiar el fin de la
era en que la discrepancia con el sistema constituía motivo suficiente
para encerrar cubanos, pero los actos de represión nos exigen
mantenernos alertas.
De todos modos, la culminación del proceso de excarcelación de los doce
reprimidos durante la Primavera Negra que prefirieron continuar presos
antes que marchar al exilio, abre una nueva etapa en la historia de
Cuba. Estoy convencido de que esos doce valientes desempeñarán un papel
central en el proceso político de nuestra Patria.
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