4 de mayo de 2010

Disidentes en la plaza

Disidentes en la plaza
René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Tras medio siglo de dominio
comunista, resulta habitual que, en Cuba, el Día de los Trabajadores no
haya reclamaciones laborales. Aunque recientemente se anunció el
inminente despido de más de un millón de obreros y empleados, esto no
fue mencionado durante la celebración.

Ahora los propagandistas del castrismo se concentran en elogiar lo
sucedido. Durante el acto y después de éste, esos servidores del régimen
aluden una y otra vez al "desfile del Primero de Mayo".

Ha llamado mi atención el uso de ese vocablo. "Desfile" indica
movimiento, marcha; y aunque los reunidos se desplazaban, lo hacían tan
extremadamente despacio, permanecían tantos minutos frente a la tribuna,
que casi sería más apropiado hablar de "concentración".

No faltó alguna que otra anécdota graciosa, como la actuación de los
locutores que, al leer los ridículos textos preparados de antemano,
hablaban del "avance impetuoso" de colectivos que en realidad se movían
como tortugas.

Dejando a un lado la semántica, señalemos que uno de los lemas más
reiterados del acto fue la consigna cuyo enunciado original es: "Sí se
puede". Tanto la repetían que debemos suponer que a esto no era ajeno el
sombrío Departamento de Orientación Revolucionaria.

En cualquier caso, el hecho es que, en los letreros que vi, la tilde del
"sí" brillaba por su ausencia, reemplazada por un simple punto. Esto da
pie a una breve cavilación sobre el papel de la ortografía en la lucha
contra el totalitarismo.

Como es fácil comprender, esa omisión cambia completamente el sentido de
la frase, la cual —debemos reconocerlo— resulta más acertada en su nueva
grafía:

"Sí se puede" entraña afirmación terminante, seguridad en las
capacidades propias y en el futuro; en otras palabras: confianza en el
régimen y apoyo del pueblo.

Por el contrario, la variante que enarbolaban los manifestantes de la
Plaza: "Si se puede", sin acento, se ajusta muchísimo más a las
realidades de Cuba de hoy, donde nadie —ni siquiera los máximos
dirigentes- tienen idea de si se cumplirán o no los propósitos anunciados.

El reemplazo del adverbio afirmativo por la conjunción que denota
condicionalidad me parece harto feliz. La nueva frase, en la que la i
aparece sin tilde, indica claramente que el logro de los proyectos
enunciados depende de factores imponderables, y que quienes la enarbolan
desconfían de alcanzar lo prometido.

Ante el amontonamiento de generosas promesas incumplidas por los
comunistas a lo largo de decenios, la aseveración de que los proyectos
actuales se cumplirán sólo "si se puede" constituye un llamado a la
cordura, un acto de disidencia, un verdadero desafío hecho en presencia
de los mismos que han sumido al país en el desastre de hoy.

La asistencia masiva de esos disconformes constituyó la nota más
significativa del acto realizado el Primero de Mayo en la plaza central
habanera. ¡Reciban ellos nuestro reconocimiento!

http://www.cubanet.org/CNews/y2010/mayo2010/04_C_1.html

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