Cuba, muerte

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Cuba, muerte
Los progres españoles continúan defendiendo a ultranza a los criminales
dirigentes de La Habana
01.03.10 - 01:50 -
CÉSAR GAVELA |

Los progres españoles dicen que Cuba no se toca, ni se discute. Que Cuba
es otra cosa y que la revolución cubana tuvo infinitos logros y méritos.
Mientras pagaba la cuenta Moscú.
Los progres de España, y también de América Latina, tienen a Cuba en un
altar. Mayor. Y les importa nada que aquel país sea una infame dictadura
incompetente. Fracasada y hambrienta. Dolorosa y cruel. Retórica y falaz.
Da lo mismo. Ellos no se bajan de su posición inveterada y definitiva.
Continúan creyendo que ese par de paquidermos sangrientos, los hermanos
Castro, son dos grandes benefactores de la Humanidad. Dos prodigios de
justicia social. Dos luminarias en este tiempo oscuro.
Se sabe que no hay mejor sordo que el que no quiere oír, y los progres
no escuchan. No cambian. Dicen lo mismo ahora que hace treinta años. El
mundo se ha transformado muy profundamente en este tiempo, pero eso les
da igual. Ellos siguen defendiendo a los dos sátrapas oriundos de la
provincia de Lugo que llevan más de medio siglo destruyendo la libertad
de los cubanos. La dignidad y la esperanza.
Ni siquiera les conmueve la muerte del humilde, lúcido y valiente preso
político Orlando Zapata, preso y negro, dos discriminaciones nada
socialistas, pero muy vigentes en la Cuba de hoy. Los progres españoles
continúan defendiendo a ultranza a los criminales dirigentes de La
Habana. Incluso aprueban a los Castro muchos intelectuales y artistas
que, en un gesto de lucidez (o en un hábil cálculo de futuro) ya han
abandonado la secta de la ceja.
A ellos lo que les excita es llamar asesinos a políticos democráticos de
España. Porque los progres son inasequibles al desaliento, tanto como a
la verdad. Y en todo caso, nada les importa la libertad de los cubanos.
Cuba, el caos. La ruina y la desesperanza. Y las manipulaciones, como la
del bloqueo. No hay bloqueo: hay embargo, conviene matizar. Y, desde
luego, no debería haber embargo, señor Obama. Como tampoco debería haber
dictaduras de derechas en ningún sitio. Con todo, ahora mismo, en
América Latina, las dos dictaduras en vigor -Cuba y, en camino,
Venezuela- son de izquierdas. Con Bolivia cerca.
Algún día Cuba será una democracia, pero los progres españoles, que
viven tan bien en general, continuarán siendo castristas. Seguirán
defendiendo a los independentistas vascos y catalanes y no se
arrepentirán de haber apoyado la política bárbara de Serbia en la guerra
balcánica, cuando fueron asesinados decenas de miles de musulmanes. Los
tristes progres españoles, en fin, seguirán teniendo poca simpatía por
las víctimas del Holocausto. Y mucha por el terrible tirano Ahmadineyad.
Y, por supuesto, seguirán siendo incondicionales de Zapatero, que es uno
de los suyos. Pero, ¿y Zapata, ZP?

Cuba, muerte. Las Provincias (1 March 2010)
http://www.lasprovincias.es/v/20100301/opinion/cuba-muerte-20100301.html